Capítulo 36

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Estaba sentada, ya me había calmado, el silencio era reconfortante.

Hasta que fue interrumpido.

— ¿Estás bien?

—Solo vete, Liam—susurre.

—Vi que entraste aquí, solo quería saber si estabas bien—lo mire viendo que estaba recién duchado.

—Estoy bien, ahora vete.

— ¿Por qué tienes que tratarme así, cuando es Estefan quien te ha metido cosas sobre mi? —preguntó cerrando la puerta atrás de él.

—Por algo lo dirá ¿No crees? —suspire

—Ni siquiera me conoces bien para que me trates tan mal.

—Liam, en serio, no estoy de humor para que sigas insistiéndome—me levante decidida a irme.

—Dame una oportunidad—dijo poniéndose frente a mí, juntando sus manos y poniendo su mejor cara—Por favor.

— ¿Por qué insistes tanto?

—Me caes bien, Halsey—dijo sonriendo alzándose de hombros.

— ¿O solo quieres amargarle la vida a Estefan?

—Un poquito nada más—volvió a sonreír abriéndome la puerta del salón.

Fuimos a la cafetería, él se pidió unas patatas con carne y yo solo patatas fritas, nos sentamos en una de tantas mesas vacías, aproveche para terminar lo que Estefan había interrumpido.

— ¿Qué haces?

—Tarea de filosofía—respondo metiéndome una patata en la boca.

Se me quedo viendo de manera que se me hizo incomodo.

— ¿Qué?

— ¿Volvieron a discutir por mi culpa? —lo mire mientras que masticaba.

—Si—puse mis ojos en blancos—Eres el protagonista de nuestras discusiones.

—Lo lamento—fruncí el ceño.

—Por favor, Liam.

—Es en serio, lamento que sea así—suspire ignorando sus palabras.

Seguí haciendo mis cosas mientras que el se dedicaba a su comida.

—Por qué...—me mordí el labio.

—Dime.

— ¿Por qué demonios tu y Estefan tienen diferencias? —insistí, él chistó enojándose.

—No puedo decirte—dijo casi sincero—En serio, Hal, es... complicado.

—Sé que es complicado.

—Me gustaría poder explicártelo pero...—volvió a chistar, mostrándose incomodo—Tengo que irme.

—Liam...—tomó mi cuaderno y el bolígrafo y escribió su número.

—Llámame si necesitas algo—se levantó llevándose la bandeja de su comida—Nos vemos.

—Estem... de acuerdo—se fue dejándome sola en la cafetería.

Todo este tema me estaba enfureciendo, había algo oculto entre toda esta disputa y seguramente lo iba a terminar descubriendo. 




Hola mis amores, preciosos.

¡Ya no queda nada para llegar a 3k!

madre mía de mi vida, que eso me pone muy feliz .

En serio, muchas gracias.

Nos vemos el dominguito. 

Gracias por todo.

bye, bye.

VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora