Estábamos llegando a una tienda que Sebas nos había recomendado, unos de sus compañeros de trabajo venia cada cierto tiempo para hacerse un tatuaje, estaba nerviosa, no lo había pensando y mucho menos lo hice cuando aposte con Estefan, nunca había imaginado que yo Halsey, fuese a tatuarme con mi novio y mi futuro esposo.
— ¿Nerviosa? —preguntó Estefan cuando estábamos esperando por nuestro turno.
—Un poco—respondí, viéndole— ¿Y tú?
—También—sonrió nervioso—Pero valdrá la pena.
—Chicos, su turno—dijo una chica— ¿Quién va primero?
—Yo—dije con energía, me senté y le mostré el diseño que había elegido hace días, Estefan no sabía nada así que cuando lo vio me miró extraño.
—Guacamayas azules—susurró la chica— ¿Son pareja?
Asentí, Estefan como no dejaba de tener el desconcierto en su rostro, le empecé a explicar.
—Las guacamayas azules son unos de los animales que no se separan nunca, permanecen con la misma pareja, por siempre, hasta que una se muera—Estefan asintió brillándole los ojos.
—Como los lobos, los pingüinos, búhos...—completó la chica— ¿Dónde te lo harás? —le señale el torso de mi brazo.
La chica comenzó a tatuarme, dolía pero era soportable, Estefan no dejaba de verme ni de ver como estaba quedando el tatuaje, tardó casi una hora, colocando los colores intensos y las sombras. Al finalizar lo ame más de lo que había imaginado, me echo una crema y luego protegió el tatuaje en un papel transparente. Esta vez le tocaba a Estefan, se quitó su camisa y le entregó su diseño a la chica, me miró y sonrió. Lo mire y me quede casi de piedra. Era una foto mía, doblada que hacía que se me viesen solo los ojos.
—Estás loco—reí nerviosa.
—Por ti—respondió bajito para que solo lo oyera.
Me quede mirándole fijamente, una duda cruzándome fugaz por mi mente.
— ¿Y si lo llegásemos a dejar? —pregunte—Vas a tener mis ojos ahí como si nada.
—No me importa—respondió—Siempre te he dicho que eres lo mejor que me ha pasado en la vida, he crecido contigo, he aprendido contigo y si lo llegásemos a terminar mañana mismo o en un futuro lejano, pues, me habrá encantado hacerme este tatuaje... como recuerdo de lo mejor que me ha pasado en la vida y como los mejores y bellos ojos que he visto nunca.
—Son muy tiernos—chilló la chica.
—Y nos vamos a casar—estuvo de acuerdo Estefan, antes de que la chica empezara me incline y lo bese.
—Te amo—susurre también bajito, mire con atención como la tinta marcaba su torso, la chica le daba un toque más dramático a mis ojos, que hacía que llamaran aun más la atención.
Luego de terminar con los tatuajes nos fuimos a comer, estaba feliz por esta decisión, quizá, no duraríamos toda una vida como las guacamayas, quizá mis ojos no fueran los únicos ojos bellos y mejores que él vería en su vida, pero de algo estábamos seguros y era que, en ese instante, en ese justo momentos, queríamos ser unas guacamayas azules y que lo único que nos separaría seria la muerte.
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VOLVERIA A TI.
RomansaA veces un amor puede estar entre lo imperdible y lo recuperable. A veces no te das cuenta que aunque la tormenta haya pasado, se quedan sus secuelas. Acompáñanos a averiguar lo que quedó de este imperdible amor. Secuela de Imperdible Am...