Capitulo 124

562 35 2
                                        


Después de una segunda ronda de café nuevo y panecillos Liam había llegado, estaba mojado, sus ojos se abrieron sorprendidos al verme hablando con su madre.

—Hasta que llegas—dije sonriendo— ¡Tengo una hora esperándote!

— ¿Qué haces aquí?

— ¿Cómo que qué hace aquí? —se quejó su madre—Esas no es la forma que yo te he enseñado a saludar, jovencito

—Perdóname, bella Hal—sonrió acercándose a su madre y dejándole un beso en la cabeza—Salí a la playa un rato.

—Ya veo.

— ¿De qué hablaban? Parecen amigas y todo...

—Porque lo somos—dije orgullosa, Anne sonrió cómplice.

—Eso me aterra.

—El que nada debe, nada teme, hijo—citó su madre—Ya que has llegado los dejó, iré a tomar un baño para ir de compras, no hay casi comida y ya sabes cómo me pongo cuando no tengo que cocinar.

—Superas a cualquier monstruo alienígena capaz de asesinar a todo un continente—dijo Liam casi sin aguantar la risa.

—Nos vemos ahora.

—Seguro.

Ella desapareció escaleras arriba y Liam y yo quedamos solos en la cocina.

—Ahora sí, dime qué haces aquí hablando con mi madre—habló yendo al refrigerador, cogió una botella de agua y se bebió casi la mitad.

—Pues vine a verte—respondí—Para que mas iba a venir para acá, aparte de hablar con tu madre y aceptar su invitación de venir cuando me plazca.

—Pensé que estando Estefan en casa, yo pasaba a segundo plano—susurró casi sin verme.

—Eres un idiota si crees que iba a ser eso—por segundos me enfurecí pero él encogió sus hombros y yo deje de estar enfurecida.

—Lo creí pero estas aquí—se puso enfrente de mí pero al otro lado del desayunador, sus ojos azules, estaban muy azules— ¿Y como estas? ¿Cómo esta Estefan? ¿Siguen peleando? Dime y con gusto voy y le parto el hocico que tiene.

—Estoy bien—dije—Él está muy bien, ahorita anda con su madre y no hemos peleado, quizá porque estamos aun en casa pero cuando comience de nuevo las clases...—suspire—De resto todo va genial ¿Y tú? ¿Qué has hecho todos estos días sin mí? ¿Ya encontraste a alguien más para fastidiar?

—Lo dices como si te doliera—hizo una mueca— ¿Celosa?

—Un poquito nada más—reí.

—Yo estoy bien... Ya sabes, sobrellevando un poco la vida, lo de encontrar a alguien para fastidiar si lo he hecho—dijo observando mi reacción.

—No sé cómo sentirme al respecto—me toque el pecho dramáticamente y puse cara de dolor—Creo... creo que... ¡Me has roto el corazón!

Reímos a carcajadas.

—Tenía que dejarte ir—dijo haciendo como que recogía pedazos del piso—Pero aquella noche en la fiesta... ¿Te acuerdas de Eva?

— ¿Tu vecina? —pregunte sorprendida.

—Sí, pues, después de que regrese del hospital, esa misma noche vino—susurró pensativo—Hablamos como si la vida no hubiese pasado entre nosotros... había olvidado lo grandiosa chica que es...

VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora