— ¿Qué sucedió? —Estefan me tomó de la mano, llamando mi atención.
—Nada—arrugue mi nariz mientras que negaba.
—Habla conmigo.
—No quiero hablar ahorita—admití.
Llegamos a casa y Estefan se me quedó viendo a la vez que iba a la habitación a bañarme.
Al salir Estefan estaba sentado en la cama esperando a que dijera algo.
— ¿Qué te dijo Raquel?
—No pasó nada, deja de preguntar—quise sonar convincente.
—Habla conmigo—volvió a decirme, me puse una camisa de él, unas braguitas y me fui a la cama—No te pasa nada pero te estás acostando a dormir.
—Solo me acosté.
Estefan se levantó y comenzó a quitarse la ropa, comencé a respirar lentamente, las ganas de vomitar y de llorar se habían intensificado, se acostó a mi lado sin decir nada.
Me levante de inmediato de la cama, sobresaltándolo fui directo al baño y vomite lo que me había comido, Estefan se situó atrás de mi y comenzó a pasar su mano por mi espalda, haciéndome llorar. Al acabar fui directo al lavabo queriendo dejar de ser tan débil por una vez en mi vida..
— ¿Qué sucede? —la voz de Estefan sonaba preocupada, me di la vuelta para pasar a su lado pero me cogió de la mano y me abrazó, iniciando mi llanto interminable.
Me llevó a la cama y me acosté sobre él, tenía mi rostro escondido bajo su cuello.
—Lo siento—fui capaz de decir después de unos largos minutos.
— ¿De qué te disculpas, amor? —dijo—Me estas asustando.
—Lamento haberte hecho sufrir cuando estabas en la universidad solo—susurre levantando la vista, me dolía la cabeza.
— ¿De qué estás hablando?
—Raquel me contó que la estabas pasando mal, no estuve para ti...
—Detente—me costaba respirar por los sollozos que callaba—No hay nada que tenga que perdonarte, estas aquí, conmigo y si, la pase mal... la pasamos muy mal pero era una etapa que teníamos que pasar y la superamos juntos.
—Pero Raquel...
—No quiero escuchar a Raquel en esta casa—dijo firme, me mordí el labio sintiéndome pequeña—Se nos había escapado un poco de las manos esto de la distancia, peleábamos constantemente, no nos veíamos... tu sabes muy bien como estábamos, tarde o temprano esto no iba a funcionar pero aun así, fuimos capaces de luchar por nuestra relación, Hal y sabes que mis sentimientos por ti son firmes, al igual que los tuyos por mí, aunque Raquel hubiese estado ahí, no quiere decir que yo iba a dejarte...—estaba temblando, me sentía muy mal—Nunca he pensado dejarte, sabes muy bien que deseo mi vida contigo.
—Soy una tonta—susurre.
—No, no lo eres—sonrió—Eres mi amor, mi chica, mi nena...
—Tu nena—me eche a reír, él me cogió de la barbilla y me besó.
—Siempre te voy a preferir a ti—susurró frunciendo su ceño ligeramente—Porque te amo, porque me gusta cuando susurras mi nombre o cuando me siento seguro estando en tus brazos.
— ¿Aunque sea una llorona insegura?
—Sí, aunque seas una llorona insegura—sonrió—Y siempre estas para mí, siempre estas cuando volteo a verte, siempre estas cuando más te necesito, siempre estas cuando... quiero sentirme seguro...
—Eres mi vida, Estefan—admití dejando escapar unas cuantas lagrimas—Y últimamente... siento tanta inseguridad... tengo miedo de que te canses de mi, que deje de ser suficiente, que deje de ver ese brillo en tus ojos cuando me miras.
Y por un minutos, supe como Estefan se había sentido, estaba compartiendo su temor.
Llevó mis manos a su pecho, justo donde quedaba su corazón acelerado.
—Se que hemos peleado mucho últimamente, yo también temo que nos cansemos... pero por ahora, estoy muy seguro de lo que siento por ti, estoy muy seguro que al levantarme quiero verte a mi lado y coger tu mano y darte besos y hacerte reír, porque me gusta tu risa, me gusta hacerte el amor y hacerte enojar y Dios...—suspiró, me incline para darle un beso largo, por un momento deje de sentirme mal.
—Te amo tanto—susurre sintiéndolo desde mi pecho.
—Eres parte de mi, Hal y si te vas esa parte se irá contigo.
Esa noche dormí muy cerca de Estefan, por una razón, algo en mi interior se seguía sintiendo insegura, el miedo estaba aferrándose a mí.
El domingo, habrá capitulitos, espero que el internet no me vuelva a fallar porque sino moriré.
Lo bueno es que, durante estos días escribí y escribí como si no hubiese mañana.
Los adooooro.
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VOLVERIA A TI.
RomanceA veces un amor puede estar entre lo imperdible y lo recuperable. A veces no te das cuenta que aunque la tormenta haya pasado, se quedan sus secuelas. Acompáñanos a averiguar lo que quedó de este imperdible amor. Secuela de Imperdible Am...