Abro mis ojos de repente, dándome cuenta que afuera ya es de día y que llevo la mitad de mi cuerpo desnudo, al igual que Estefan que lleva su virilidad sin vergüenzas, no tardó en reír, me deslizo en la cama y me subo a su cintura y comienzo a dejarle besos por su rostro, uno por uno, van despertándolo.
—Buenos días—susurra deslizando carrasposamente las palabras, se restriega sus ojos y me contempla—Si, muy buenos días.
—Querrás decir buenas tardes—sus manos me cogieron de la cintura y se inclinó para besarme, a la vez que me dejaba debajo de su cuerpo.
—Buenos días—me besó en la barbilla—Buenas tardes—dijo besándome la boca como sabía hacer, apoderándose de ella, explorando, haciendo que mi temperatura comenzara a subir— ¿Quieres ir a comer?
Asentí lentamente—Pero antes me debes algo.
Su sonrisa se agrandó, me mordí los labios para que no se me escaparan mis pensamientos, antes que inhalara, él ya se estaba adentrando en mi, sus manos sujetaron las mías, sus movidas eran lentas, me veía, retándome, sabiendo que quería más, estaba torturándome y aunque quisiera y deseaba que acelerara sus caderas, una gran parte de mi, disfrutaba esos delicados movimientos que me llevaban al abismo, cerré mis ojos y me deje llevar por las respiraciones rápidas y por los gemidos que no podía evitar.
—Te ves linda—susurró atrapando mi boca, haciéndome reír por su comentario.
Al sentir mi cuerpo estremecerse por el placer, ahogue el nombre de Estefan en mi garganta, él se dejó caer, besando mi cuello mientras que recuperábamos el aliento.
—Ahora si son muy buenas tardes—susurre, metiendo mis dedos entre sus cabellos.
—Deberíamos despertar así siempre—dijo luego de un rato.
—No me quejo—respondí haciendo que me mirase.
Nos levantamos unos minutos después y casi a regañadientes.
Nos pusimos lo primero que vimos y fuimos a una cafetería a pedir por unas panqueques, sin importar que el reloj marcaran las tres, nos sentamos afuera del local, me sentía como esas películas de televisión, cuando una pareja desayunaban en plena resaca, despeinados y con lentes de sol, así estábamos solo que sin tanta resaca.
Al finalizar nuestro desayuno-almuerzo, decidimos visitar a Allie.
Estaban sentados en el jardín teniendo un picnic ellos dos, nos acercamos temiendo interrumpir.
—Se ven fatales—habló Allie riéndose— ¿Mala noche?
—No, sorprendentemente—respondió Estefan viéndome.
— ¿Interrumpimos?
—Son nuestros amigos, casi familia ¿Cómo pueden interrumpir? —hablò Sebas dándonos espacio en el gran tapete—Mas bien, sabíamos que podían venir y trajimos comida de mas.
—Solo picaremos, acabamos de desayunar—dije riéndome.
— ¿Son conscientes que son las cuatro de la tarde, verdad?
—Sí, muy conscientes.
Nos quedamos ahí hasta tarde, les contamos todo lo sucedido de anoche a los chicos.
—Ese Liam...uh, me cae fatal—dijo Allie—No lo conozco pero algo me dice que es un gran problema.
—Por fin, alguien lo dice, Dios—habló Estefan—Desde que Hal lo conoció se lo he dicho miles de veces.
—Calla, que anoche fuiste a su juego.
—No porque quisiera.
—Lo disfrutaste.
—Porque estabas ahí—respondió, Allie nos veía.
—Son una cosa muy seria ¿Lo sabían?
—Un poco, si
—Chicos...—Sebas habló luego de un rato manteniéndose en silencio—Antes de que viniesen, estaba planeando decirle algo a Allie, algo un poco serio.
Todos nos vimos las caras y de repente la vergüenza llegó a mí.
—Lamento si interrumpimos, no fue nuestra...
—Calla, tonta, también son parte de esto, igual iba a contárselos—sacó un estuche de su bolsillo y se puso de rodillas, mostrando la sortija de compromiso, Allie estaba llorando antes de tiempo, no se puso de rodillas pero se mantuvo sentada.
—Se que quizá no es la manera en la que lo imaginamos, no pensé que esta situación iba a ser pronto...—estaba temblando—Se que nos queda una vida por delante y no sé si vaya a ser muy buena y espero que si porque prometo que daré todo de mi para hacerte feliz a ti y nuestro hijo, quiero que crezca siendo feliz, junto a sus padres, desde que te vi, en aquel restaurante, no sabía que ibas a ser tan importante y sé que siempre te lo digo y me dices que soy un poco molesto con el tema pero sé que te gusta que te lo diga, agradezco que me hayas invitado a salir, que hayas dado el paso, me cambiaste la vida y para bien y no hago esto por nuestro bebe, ya habíamos imaginado esto un centenar de veces y sé que debería haberlo hecho en un lugar mejor pero no podía esperar, los nervios me estaba comiendo... y creo que me he ido por las ramas...—dijo nervioso, yo no podía aguantar la felicidad, estaba sentada entre las piernas de Estefan, nuestras manos estaban entrelazadas— ¿Entonces, Allie, mi amor, quieres pasar los restos de tus días conmigo?
— ¿Hasta que la muerte nos separe? —balbuceó ella, casi sin poder respirar—Claro que sí, mi vida, si, si, si.
Sebas le puso el anillo en su dedo y le dio un beso que pareció infinito.
— ¿Cómo compraste el anillo? —preguntó ella después de un buen rato.
—Se que te has preguntado porque no he estado aquí en casa últimamente y es que conseguí un trabajo, es de oficina y pagan relativamente bien, no quise decirte para que fuera parte de la sorpresa y el dinero que recibí era para el anillo, pronto estaré reuniendo para nuestra casa.
—Es lo más bonito que he visto, por favor—chille reteniendo mis lagrimas.
—Te amo tanto—dijo Allie volviendo a besar a Sebas.
—Les deseo lo mejor, a los tres—habló Estefan, sin ocultar la felicidad de su rostro.
Todo estaba saliendo tan bien, que me asustaba.
2/2
HOLA MIS AMOREEES
ESPERO QUE ESTEEEEN MUY BIEN EL DIA DE HOY Y QUE LES HAYA GUSTADO LOS CAPS
NOS VEMOS EL DOMINGO.
LOS ADOOORO
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VOLVERIA A TI.
RomanceA veces un amor puede estar entre lo imperdible y lo recuperable. A veces no te das cuenta que aunque la tormenta haya pasado, se quedan sus secuelas. Acompáñanos a averiguar lo que quedó de este imperdible amor. Secuela de Imperdible Am...