Capítulo 39

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Estefan estaba sentado en la cama, apoyando su cabeza con sus manos.

Entre, llamando su atención, su cara se veía mejor.

—Hal...

—Toma—le di la botella de agua, vi como vacio la botella en un solo sorbo.

—Lo siento.

—No puedo seguir con esto—dije algo muy distinto a lo que tenía pensado.

— ¿De qué hablas? —se levantó poniéndose frente a mí, casi nervioso.

—Lo que dije, estoy cansada de seguir discutiendo—mire mis manos—Si quieres descansa, yo tomare un poco de aire.

—Está bien.

Baje casi temblando, mi cuerpo quería hacer una cosa mientras que mi cabeza otra, no sabía cómo actuar ni que decir.

Fui hacia la piscina, me acosté en el suelo sintiendo el viento chocar con mi cara, tenía que encontrar una manera de arreglarlo todo.

De no ser tan dura.

De calmarme.

De no discutir siempre que lo viese.

—Hal...

Me sobresalte al escuchar su voz.

Estefan se acercó a mí, sentándose a mi lado, mi corazón estaba que se me salía del pecho, me senté viéndole, amaba sus ojos olivos, sus labios finos, mis dedos comenzaron a picar para querer tocarlos.

— ¿Podemos hablar?

—Deberías descansar—susurre casi audible, tenía el rostro hinchado.

—No quiero descansar, no puedo hacerlo...—frunció el ceño—Mucho menos teniéndote frente a mí.

—Estefan...

—También estoy cansado de discutir, de no verte, de no tenerte... en casa.

—Nosotros...—tome aire—Si seguimos así, si no hacemos nada al respecto...

—Lo sé—susurró viéndome fijamente—No quiero seguir enojado contigo, no quiero que sigas enojada conmigo, sé que me he convertido en un dolor de cabeza constantemente y lo que sucedió hoy lo prueba por completo.

—Esto...—le toque el rostro, casi a roce—Te puede perjudicar en la universidad, si el entrenador se entera que tu y Liam se pelearon te pueden sacar del equipo.

—Ahorita no me importa el equipo—se alzo de hombros.

—Ya lo sé—estábamos susurrando.

—Regresa a casa.

—Si vamos a seguir discutiendo, prefiero quedarme aquí.

—Me comportare—suplicó—Hare mi mayor esfuerzo para no querer asesinar a Liam cada vez que este contigo.

—No me gusta Raquel—dije amargada—Siempre que aparece su nombre... me molesta, me imagino que te pasa lo mismo que Liam conmigo—él asintió.

—Tienes que entenderme, desde que el psicópata ese quiso violarte yo... quiero mantenerte alejada de cualquier imbécil que se te acerque, no quiero que nadie te haga daño.

—No todos quieren hacerme daño.

—Lo sé—su ojos me miraron fijamente, queriéndome decir algo que no pude descifrar—Algo oculta, una vez los encontré a él y a Jack discutiendo por algo que sucedió, no sé que fue pero cuando aparecí los dos se tornaron nerviosos, como si ocultasen algo, eso fue antes de que Liam hablara sobre tu lindo trasero.

Me arrodille y me deslice hacia sus piernas, sentándome a horcajadas, sus manos se colocaron en mis muslos, se sentía como la primera vez que estuvimos juntos.

—Lo siento—susurró—Siento ser un imbécil cada vez que puedo.

—Si quieres discutir conmigo, hazlo en privado—dije deslizando mis dedos por su cabello, él asintió.

— ¿Vas a volver a casa?

— ¿Quieres que vuelva?

—Por favor—su boca se deslizó por mi barbilla, causándome escalofrió en la espina dorsal.

—Una cosa más—lo mire fijamente—A la próxima vez que te pelees, sin justificación, seré yo quien te golpee.

—Tenía una justificación.

— ¿Si, cuál? —pregunte.

—Tu .



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Hola preciosos míos.

Espero que estén muy bien.

Les deseo un buen comienzo de mes, madre mía, que ya estamos casi en navidad y eso me alegra la vida, aunque con la situación que se vive en mi país, no hay ánimos de celebrar las navidades este año.

Pero el espíritu sigue.

Ya vamos a llegar a 3K y eso me alegra muchísimo, en serio, muchas gracias por siempre leer. 

LOS ADOOOORO UNA VIDA ENTERA.

Gracias por apoyarme siempre. 

Nos vemos el domingo. 


VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora