Capitulo 141

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Los chicos que habían sido nuestros testigos nos habían invitado a festejar nuestra boda, al parecer esa misma noche se habían montado una fiesta por su graduación y nosotros no nos negamos, era fuera de cabaña y al contrario que el de nosotros, la parte de atrás era un patio verde y frondoso y estaba llena de personas bebiendo, bailando y charlando. Habían puesto luces por todos lados y eso era lo único que los alumbraba, junto con las luces de la casa, en el fondo había un dj moviéndose al ritmo de la música que estaba sonando.

— ¡Hemos llegado! —gritó Jesse uno de los chicos, haciendo que todos gritaran—Hoy estos dos amigos ¡Se han casado! —otro grito más que nos hizo reír a carcajadas—Así que hagamos que la pasen bien.

Una chica se nos acercó con unas cervezas que nosotros aceptamos.

— ¡Por los novios! —y todos levantamos nuestras bebidas para brindar, Estefan y yo cruzamos nuestros brazos y bebimos echándonos a reír porque se nos daba fatal—Ahora el primer baile de los novios.

—No tienen por qué...—antes de que prosiguiera comenzó a sonar City & color Northern wind, Estefan me quitó la cerveza de la mano y se la dio a un chico que estaba cerca de él, todos tenían la mirada puesta en nosotros y tenía que admitirlo, me ponía un poco de los nervios, pasó su mano por mi espalda y me acercó a él, impregnándome de su calor. Comenzamos a bailar al ritmo de la canción, algunas parejas también se nos unieron.

—Es un honor tenerte como esposa—susurró Estefan besando mi frente, alce la mirada para verle y tuve que pestañear para no dejar salir mis lágrimas, estaba feliz, demasiado feliz.

—Gracias—balbucee apoyando mi cabeza en su pecho, llorando.

—Mi ángel—Estefan levantó mi barbilla y me besó la boca, castamente—Mi amor.

—Tuya—dije en su boca, asintiendo—Siempre tuya.

—Se que acabamos de llegar pero solo quiero estar contigo a solas...

—Vámonos—asentí con una sonrisa en mis labios, nos despedimos de nuestros testigos que seguramente no volveríamos a ver jamás, eran amigables y me caían bien, estaba totalmente agradecida por haber sido mis testigos.

Caminamos en silencio hacia nuestra casita, al llegar me quite los zapatos, Estefan abrió el refrigerador y sacó una botella de champagne y fresas con chocolate, no sabía en qué momento había preparado todo, estaba sorprendida y sobretodo feliz.

Sacó dos copas y echo de la bebida espumosa, se acercó a mí, entregándome mi copa.

—Por nosotros, por un futuro lleno de sorpresas—susurró.

—Por nosotros, amor—brindamos, me acerque a él y lo bese lentamente, Estefan con su mano desocupada me alzó, dejamos las copa en la cocina, cogió las fresas y la botella y subimos entre risas.

Estefan puso las fresas en la cama y la botella a un lado y los dos nos acostamos dándonos besos lentos, comiendo y embaturrandonos de chocolate.

—Nunca creí que iba a estar tan enamorado como para casarme—dijo Estefan poniendo una fresa en mi boca.

—Yo mucho menos—admití—Y menos casándome con mi primer novio.

—Quiero prometerte tantas cosas—dijo—Hacer tantas otras más.

—Aun nos queda tiempo, apenas estamos comenzando y será una aventura que sabremos manejar, ya no hay nada que nos detenga, hemos pasado por mi madre, por tu madre, por chicas locas que quiere quedarse contigo, peleas, aventura, no hay nada que nos detenga—vuelvo a repetir, viendo rápidamente todo lo que habíamos vividos todo esos años que teníamos juntos.

—También de chicos que quieren quedarse contigo, eh—recordó haciéndome reír.

—Pero ninguno ha sido como las chicas tuyas, siempre termino yo golpeada o discutiendo...

—Liam...

—Liam es un caso aparte, él solo quería tu atención y al final terminó saliendo con Eva así que siquiera debería contar—dije defendiéndolo, Estefan se mordió el labio.

—Tienes razón.

—Siempre—bromee, agarre una fresa y la mordí, Estefan veía mi boca—Solo bésame.

—Aun no—dijo—Ahora que recuerdo, me prometiste que nos tomaríamos un año sabático...

— ¿Cuándo prometí eso? —Estefan me miró sorprendido, sonreí, burlándome de él—Yo sé lo que prometo, Estefan

—Aja—asintió sin darme la razón, riéndose—A ver, cuando me hiciste dicha promesa.

—Cuando me sorprendiste con tu madre y los chicos—dije de inmediato, para que no hubiese ninguna pizca de duda, Estefan me miró receloso, él sabía que yo no prometía cosas sin antes saber que lo iba hacer.

—Está bien, si lo recuerdas—pasó sus manos por mis caderas y robándome un beso rápido— ¿A dónde quieres ir? ¿Sería nuestra luna de miel, no?

—Un lugar donde quede alejado de todo—dije fantasiosa—Un pueblito que tenga una playa.

— ¿Italia? —casi me atraganto—Estaba pensando que sería un bonito lugar para pasar nuestra luna de miel.

—Me gustaría muchísimo.

—Bueno, ya tenemos el lugar a donde nos iremos, tendríamos que planear cuantos días, en qué lugar quedarnos, ya sabes, como la ultima vez...

—Como la última vez—repetíacordándome los días en el que Estefan y yo vivimos un mes alejados detodos.      

VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora