¡Hola, Hola!
¡Que vamos a llegar a los 11k mis babys, que emoción!
Espero que les guste mucho y que me sigan apoyando como siempre lo hacen.
Ya saben que si votas tendrás una dedicatoria asegurada.
Los adooooro una vida.
****
— ¿Quieres bailar?
—Vamos, pre-cumpleañero—sostuve su mano, Liam puso su mano sobre mi cintura y nos deslizamos al ritmo de la música, podía sentir la mirada sobre nosotros
— ¿Quién diría que estaría bailando contigo? —dijo él en mi oído.
—Una canción lenta—reí, nunca hubiese conocido a este Liam si Estefan no se hubiese ido, por una parte, estaba agradecida por haber tomado esa decisión, por otra más completa, estaba sufriendo.
—Gracias por quedarte—susurró—Aun así no te haya dicho.
—Que no lo hago por ti, eh, sino por Anne—bromee—La estoy pasando bien, tu familia es muy linda
Terminó la canción y Alberth llamó a Liam.
—Ya vengo...
—Espera ¿Dónde queda el baño?
—Arriba en la primera puerta a la derecha—dijo señalándome la dirección.
Subí las escaleras y entre a la primera puerta a la derecha, el baño parecía sacado de un catalogo y olía a lavanda, hice pis rápido, me arregle un poco el cabello y salí, afuera me esperaba la chica de la entrada.
—Hola—dijo sonriéndome, parecía apenada—Soy Eva.
—Halsey—le ofrecí mi mano que aceptó de inmediato.
—Te he visto desde que llegaste y quería preguntarte algo.
—Dime—estaba un poco nerviosa, ya estaba harta de encontrarme con Raqueles y Jimenas en mi vida.
— ¿Estas saliendo con Liam?
—No—respondí—Solo somos amigos.
— ¿Y te gusta?
—Que no, que somos amigos, yo ya tengo novio—la mire, la alegría se asomaba por sus ojos—A ti te gusta.
— ¿Qué? No, no
—Eva que tus ojos te delatan—dije sonriendo— ¿Él lo sabe?
—No, digo, no me gusta...—ella miró alrededor— ¿De verdad, que se me nota?
—Un poco nada más.
—Es primera vez que trae a una chica a esta casa.
—No eres familiar, verdad...
— ¡No! —dijo con una risita—Soy su vecina, nos conocemos desde pequeños.
— ¿Por qué no le has dicho que te gusta? —pregunte, estábamos paradas en el pasillo del baño, con escasa luz.
—Quizá... terror—sonrió—Solo hemos compartido muy poco... no lo suficiente como para conocernos muy bien.
— ¿Y eso qué?
—No quiero que crea que estoy medio loca—la mire, Eva era de mi estatura, llevaba su cabello rizado recogido en una coleta, tenia pequeñas pecas en su nariz y sus ojos eran grises, casi azules, llevaba un vestido azul.
—Sin duda alguna, no pensara que estás loca—me acerque a las escaleras donde Liam me esperaba—Solo inténtalo, quizá valga la pena, quizá no, pero no te quedara la duda.
—Tienes razón.
—Un placer, Eva—dije sonriéndole—Atrévete.
—Gracias, Hal, también ha sido un placer.
Baje encontrándome de nuevo con Liam que no dejaba de ver a Eva con una sonrisa, se saludaron con la mirada.
—Es muy linda...
— ¿Quién? ¿Eva?
—Sí.
—Lo es...—asintió suspirando.
— ¿Qué fue ese suspiro?
—Ninguno.
— ¡Chicos! —el amigo de Liam gritó sobresaltándonos—Uy, lo siento.
— ¿Qué quieres, Hael?
—Hay una fiesta—dijo—Si quieres venir, tu amiga también puede venir.
Liam y yo nos miramos.
— ¿Conocemos a las personas?
—No, me mandó la dirección un amigo de mi hermano.
—No lo sé, Hal.
—Podemos ir y si no nos gusta, pues nos quedamos...
—Así celebramos tu pre-cumpleaños como los dioses.
—Vamos, pues—dijo él, fuimos hacia sus padres, el tal Hael se fue primero.
—Nos vamos, mami.
— ¿A dónde?
—Hael lo invitaron a unas fiestas y aprovechare para ir
—Está bien, pórtense bien y nada de drogas.
—Entendido.
—Gracias por todo, fue un placer—dije abrazando a Anne, ella me dio un beso en la mejilla.
—Espero verte pronto.
—Así será.
Nos fuimos al auto de Liam y seguimos a Hael, era un poco cerca de mi casa y estaba bien. Al llegar sin duda era una de esas fiestas que hasta yo evitaba ir.
— ¿Nos quedamos una hora? —dijo viendo el reloj, era el tiempo que faltaba para ir a la casa.
—Sí, nada perdemos—respondí bajándome del auto, había latas de cerveza en el suelo y muchas personas afuera, bailando.
Nos adentramos a la casa, el olor a hierba y cigarro me revolvió el estomago, habían personas ya borracha.
— ¿Bailamos? —asentí.
Comenzamos a bailar a nuestro ritmo, la música cambiaba cada vez que nos acoplábamos a él así que quisimos ir a nuestro ritmo, por el humo y de tanto bailar queríamos tomar algo y habíamos cogido unas bebidas que estaban repartiendo unas chicas alrededor de la fiesta, parecía coca cola pero a la vez tenía un sabor medio extraño, al instante, dejamos las bebidas a un lado y seguimos bailando.
La música comenzó a parecer muy lenta y todo me estaba empezando a dar vueltas.
—Creo que no me siento bien—dije entreabriendo y cerrando los ojos, hasta que lo vi todo a oscuras
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VOLVERIA A TI.
RomanceA veces un amor puede estar entre lo imperdible y lo recuperable. A veces no te das cuenta que aunque la tormenta haya pasado, se quedan sus secuelas. Acompáñanos a averiguar lo que quedó de este imperdible amor. Secuela de Imperdible Am...