Capitulo 143

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Estábamos llegando a la casa de mi madre, ahí nos esperaba Haziele, los chicos y mi madre con una cena que ellas habían preparado, ya había anochecido y sinceramente el hambre se me había ido de repente, al entrar la primera que me saluda es Phonnie emocionada, se había pintado su cabello rubio de rosa con estos tintes que se quitan en dos lavadas

—Pero mira que hermosa—chille cargándola y dejándole besos por su rostro.

—Tu estas más hermosa, Hal—respondió poniendo sus manos en mi cuello y abrazándome— ¿Dónde estabas?

—Estaba de escape con tu hermano—dije abriendo mis ojos, ella se rió.

— ¿Vas a tener un bebe, Hal? — preguntó Phonnie con una sonrisa en su rostro.

—No, cariño, aun no...

— ¿Quisieras tener un bebe como Al?—Estefan estaba entrando a la casa y se le quedó viendo a Phonnie con sorpresa, ella esperaba ansiosa por mi respuesta.

—Sí, algún día—le di un beso en la frente— ¿Quieres que tenga hijos con Estefan?

— ¡Si, Hal, me encantaría! —gritó emocionada algo que me terminó emocionando también, la baje y ella fue dirección a donde se encontraban nuestras madres. Aun se podía escuchar ruido en la cocina algo que indicaba que la comida aun no estaba lista.

— ¿Preparado? —le pregunte deslizando mis brazos alrededor de su cintura.

—Como para hacer bebes justo ahora—respondió riéndose contra mi boca, dejamos los bolsos en el sofá y fuimos a la cocina donde Haziele y mi madre se reían animadamente.

—Buenas—susurre con una sonrisa en mi rostro por la vergüenza y la felicidad de ver a mis dos mujeres favoritas reírse.

— ¡Hasta que llegaron! —gritó mi madre—Se tomaron en serio esa escapada...

—Era en serio—dijo Estefan besando a nuestras madres, se podía sentir cierta tensión en la habitación.

— ¿Quieren un poco de vino?

—Si, por favor.

—Yo voy a querer una cerveza—dije abriendo el refrigerador y tomando la lata fría.

—Cuéntenos que hicieron, los veo más bronceados ¿A dónde fueron? —preguntó Haziele mientras que le servía el vino a su hijo, Estefan y yo nos miramos y realmente no quería decirles.

—Pues, fuimos a unas cabañas en las montañas, nadamos en un lago donde había cocodrilos, Estefan navegó...

— ¿Navegas, hijo?

—Sí, madre, aprendí mientras que buscaba trabajo—Estefan me miró y volvió la vista desafiante de nuestras madres—No creí que lo usaría para enamorar mas a mi esposa...

—Cariño, querrás decir futura esposa—corrigió mi madre mientras que se comía un queso, los dos nos miramos serios y levantamos nuestras manos, Haziele se atragantó y la cara de mi madre se transformó, era la típica cara furiosa a la que ya estaba acostumbrada.

—Nos casamos ayer—dije inhalando bastante aire para no entrar en pánico.

— ¿Cómo que se casaron ayer? —preguntó Haziele con una confusión dibujándole el rostro.

—Pues eso, una boda como la queríamos, algo pequeño, de sorpresa de hecho—respondió Estefan, mi madre se había quedado muda.

— ¿Y es legal?

—Claro que es legal, madre—respondí ofendida

— ¿Quiénes fueron los testigos? ¿Allie y Sebas? ¿Fueron ellos?

—No, en realidad fueron dos desconocidos...

—Dos desconocidos, vaya...—mi madre dejó la copa de lado y comenzó a dar vueltas por la casa, estaba teniendo un ataque de histeria— ¿Qué son ustedes dos fugitivos o qué?

—Josalinne, cálmate—dijo Haziele tomándole del hombro—Nuestros hijos no son unos fugitivos, actuaron como si lo fuesen pero míralos...—mi madre nos vio de inmediato—Se ven que están enamorados ¿Si tu esposo y tu hubiesen tenido la misma oportunidad, lo hubieses rechazado?

—No es el mismo caso... somos familia, deberían habernos llamado, somos sus madres, Halsey eres mi única hija y me importas, los dos y quería estar ahí...—mi madre empezó a llorar y yo me acerque a ella para abrazarla.

—Aun sigo siendo tu hija—susurre—Solo que tenias está loca idea de hacer algo grande cuando Estefan y yo queríamos algo discreto, algo de nosotros, no nos dejaste otra opción...

—Estaba emocionada...

—Sí pero se te fue de las manos—dije limpiándole los ojos—Podemos casarnos otra vez ¿No, amor?—mire a Estefan que nos veía nervioso, quizá, me había creído un poco con que mi madre se echaría para atrás con lo de nosotros.

—Yo no tengo problema—respondió—Pero sigo opinando, algo de nosotros, de familia, sin tantos invitados.

—Bueno, lo pensare ¿está bien? —los dos asentimos— ¿Cómo la pasaron? ¿Fue bonito?

—Muy bonito...—respondí mordiéndome el labio inferior—Donde nos casamos todo estaba llenos de flores, Estefan me llevó a cenar, bailamos, todo muy romántico.

—Me alegro por ustedes, de verdad—dijo sorbiendo de su nariz, se acercó a Estefan y lo abrazó, Estefan le correspondió el abrazo—Gracias por ser parte de la felicidad de mi hija.

—No me agradezca—Estefan me miró—Es ella la que hace que todo sea mejor y por eso me case con su hija, porque la amo y porque se ha convertido en lo mejor que me ha pasado en toda mi existencia.

—Hijo, eres un amor—dijo Haziele limpiándose la lagrimillas que se escurrían por sus ojos.

—Es algo de dos, amor—respondí—Algo mutuo.

—Dejemos ya, que me pondré a llorar aun mas y la comida se enfría—dijo mi madre.

Todos nos sentamos a comer y le contamos todo lo que hicimos en nuestra escapada Anthony y Phonnie estaban jugando videos juegos y solo hablaban de ello. Realmente mi madre y Haziele se habían alegrado, al terminar de comer recogimos todo y nos fuimos a nuestra habitación, el viaje había sido largo y mi cuerpo pedía una ducha caliente y cama.   

VOLVERIA A TI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora