Ya las bebidas y la comida se habían terminado, todos estábamos viendo a Eva que se tomaba la última cerveza, dejó la lata a un lado, fuera de la cama improvisada por los cojines y cobijas que teníamos y respiró como si hubiese contado esta historia más de una vez.
—Bueno, siempre he sido vecina de este tonto—dijo señalando a Liam, que la miraba atento—Siempre me ha gustado, como te dije, nunca hablábamos ¿Verdad? Solo lo hacíamos por cordialidad que se yo...
—Al principio era yo quien te hablaba—dijo Liam que estaba acostado a su lado, jugando con el bordillo de su camisa.
—Es cierto y al principio todo iba bien—respondió—Pero después... ya sabes todo cambió, cambiamos y yo me desaparecí porque creía que era lo correcto y el sentimiento crecía cada vez que te veía cruzar la calle o saludarme con esa sonrisa tonta que tienes... no sé, era todo tan complicado...
—Hasta que aparecí yo—dije sintiéndome orgullosa por meterme donde no me habían llamado.
—Exacto—estuvo de acuerdo Eva—Cuando Hal me dijo que me arriesgara, lo quise hacer esa noche pero se fueron y no tuve la oportunidad sino cuando fui a tu casa a verte—tomo aire—Estaba tan nerviosa...
—Estas pálida—susurró Liam con una sonrisa en su boca—Creí que le pasaba algo cuando se puso a temblar...
—Después fuiste tú el que palideció...
—Era la primera vez que se me confesaban y más si eras tú.
—Aun no me puedo creer que haya una chica que pueda crear estas cosas por ti, de verdad—dije viendo a Liam.
—Pues ya ves que no eres tú, bella Hal, de nuevo lamento romper tu pobre corazón...
—No te basta con habérmelo roto esta mañana, sino esta noche también— hable como si me hubiese afectado, Eva y Estefan nos veía como si nos hubiésemos vueltos locos—Eres cruel, muy cruel.
—Lo siento mucho...
—Bueno, te perdono—susurre a la vez que bostezaba.
— ¿Qué hora es? —preguntó Estefan atrás de mi, mandando escalofrío por mi cuerpo.
—Son las dos y veinticinco—respondió Liam.
—Vamos a dormir—susurró Estefan pasando su mano por mi espalda.
—Sí, ya es hora—apoyó Eva bostezando también.
—Buenas noches—dije levantándome.
—Buenas noches—respondieron los dos al unisonó.
—Que bellos, de verdad...
—Adiós, Hal, Estefan—gritó Liam riéndose, al llegar a la habitación, Estefan y yo nos deshicimos de nuestra ropa y cuando iba a coger la camisa que se había quitado para ponérmela, él me cogió de la cintura y me llevo a la cama, abrazándome, haciéndome reír.
—Ya he tenido tiempo suficiente sin tenerte—susurró en mi cuello, mandando pequeñas cargas de energía por todas mis extremidades—Solo quiero quedarme en esta posición por el resto de mi vida, se esta tan bien.
Lo mire y me acurruque mas entre sus brazos, le daba toda la razón, se estaba tan bien, se sentía tan bien que no deseaba mas nada que estar justo aquí, entre sus brazos.
—Mañana tengo una sorpresa—dijo viéndome con sus ojos verdes—No hagas planes.
—Está bien—asentí viendo sus labios, me incline para besarlo, como había dicho, habíamos pasado tanto tiempo separados que necesitaba mas y mas de él. Sus dientes apresaron ligeramente mi labio inferior para luego devorar mi boca, la habitación se estaba llenando de tensión sexual y eso no era bueno y más cuando había invitados.
—Si seguimos...—no pude terminar de hablar porque Estefan me acorralo contra la cama y comenzó a plantar besos por todo mi rostro, cuello y boca.
—Sabes que no me importa—susurró ronco—No sería la primera vez que lo hiciéramos con invitados—me miró travieso.
—Eres un pervertido—dije cogiendo su mandíbula con mi mano, haciendo que me besara, me encantaba este hombre, lo amaba con cada parte de mí, no podría negarlo, nunca, no sería siquiera capaz.
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VOLVERIA A TI.
RomansaA veces un amor puede estar entre lo imperdible y lo recuperable. A veces no te das cuenta que aunque la tormenta haya pasado, se quedan sus secuelas. Acompáñanos a averiguar lo que quedó de este imperdible amor. Secuela de Imperdible Am...