El juego siguió, de vez en cuando Liam nos miraba, sabía que Estefan estaba molesto pero lo ocultaba muy bien. Cuando terminó el juego, Liam se nos acercó, rece para que nada sucediera.
—Felicidades—dije con una sonrisa sincera.
—Ves, te dije que me darías suerte—Estefan miraba sus zapatos—Pensé que vendrías sola.
—Tenemos una cita ahorita—dije, Estefan me miró con una sonrisa en su rostro.
—Qué casualidad—Liam miró alrededor, las personas se estaban yendo ya—Espero que lo hayan disfrutado, tu no tanto.
—Al menos no me quede dormido—Estefan se levantó y yo lo seguí, no sabía que eran capaces estos muchachos.
—Al menos—nos quedamos los tres viéndonos las caras—Me tengo que ir a duchar y celebrar... estem... están invitados, en mi casa como siempre.
— ¿También Estefan? —pregunte sorprendida.
—Me voy—dijo con el ceño fruncido.
—Pronto serán amigos, ya lo verán.
—Amor, creo que te hizo daño los hot dogs, vamos—bajamos las gradas y nos fuimos directo al auto.
— ¿Vamos a casa?
—No, vamos a tener la cita que le dijiste a Liam—encendió el auto—Tengo algo planeado.
Estefan fue a un local de comida rápidas, como siempre pedimos hamburguesas, cervezas y una torta de chocolate, se fue directo a la playa y estacionó el auto en la arena, un poco cerca del mar, sacó una manta que siempre llevaba en el auto y nos sentamos en la maleta, viendo el mar oscuro frente a nosotros.
—Me gustas—deje de comer, bebí un tragó y agregue—Y, no sé qué es lo que estoy diciendo muy bien ahora mismo, pero te agradezco por seguir manteniendo esta relación a flote y seguir haciéndome feliz, se que hemos pasado por mucho, hoy lo recordé y de verdad estoy muy feliz que seas tú quien este en mi vida.
—No me agradezca—susurró viéndome fijamente—Lo hago porque tú también me sigues gustando, como la primera vez que te vi, aunque más aun, me gusta hacerte feliz, me gustas que me hagas feliz, a pesar de todo, seguiré luchando para mantenerte a mi lado... tengo algo que decirte y es que no puedo estar sin ti—susurró eso ultimo, haciéndome sonreír, me incline para besarle.
— ¿No quieres ir a nadar? —bromee entre sus labios, Estefan me miró entre sus pestañas y me volvió a besar, esta vez con más precisión, deje la comida a un lado y me senté a horcajadas a él.
—Nunca lo hemos hecho al aire libre—dijo pícaro haciendo que lo viese, la única luz que teníamos eran de los faroles.
—Ni lo vamos a hacer, pervertido—me mordí el labio, pensando en la idea.
Podíamos hacerlo, en fin, estábamos completamente solos.
— ¿No podemos ponerlo en una lista de deseos?
—Puede ser—susurre dejándole un besito en sus labios.
—Mas que sí, que de no...
—Mas que sí, que de no—repetí sonriendo, su boca fue a mi cuello y me dejó un beso.
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VOLVERIA A TI.
RomantikA veces un amor puede estar entre lo imperdible y lo recuperable. A veces no te das cuenta que aunque la tormenta haya pasado, se quedan sus secuelas. Acompáñanos a averiguar lo que quedó de este imperdible amor. Secuela de Imperdible Am...