Capítulo XLI

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¡¡¡Holaaaa!!! Y sí, estoy de vuelta babys, y antes de que vayáis a la casa de vuestros vecinos a pedir un cuchillo o una escopeta con muchas antorchas para perseguirme por haberme tardado tanto, dejadme deciros que os he echado mucho de menos, de ...

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¡¡¡Holaaaa!!! Y sí, estoy de vuelta babys, y antes de que vayáis a la casa de vuestros vecinos a pedir un cuchillo o una escopeta con muchas antorchas para perseguirme por haberme tardado tanto, dejadme deciros que os he echado mucho de menos, de verdad, ya estaba que me tiraba de los pelos. Espero que os guste el capítulo y no os preocupéis, hemos vuelto a los capítulos por fin de semana.

Os mando un montón de abrazos y que la Madre Luna os haya mantenido vivos mientras esperabais actualización.

La dedicatoria va a 

@@CcJuviaYlt  

@@akanetendo11  

@@Kanekigirl26  

@@black_night24  

@@Angela14753  

@@lasempaii  

@@PavelPaladinesFern  

@@liwolf  

@@yeniferm  

Muchas gracias por todos los votos y los comentarios. GRACIAS.

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Takao estaba confundido por las palabras que había utilizado su doncel de compañía la noche pasada, no le había explicado completamente a qué se refería cuando había dicho que había que matar de celos a su esposo, simplemente le había dicho que se lo explicaría al día siguiente.

Ahora estaba sentado en su cama, después de tomar el desayuno, esperando a que Miyaji apareciera y pudieran seguir con la conversación. Quería que empezaran lo más pronto posible, quería que Midorima le amara pronto, así que estaba ansioso y algo que no le ayudaba era que su amigo le mantuviera en la incertidumbre.

Giró el rostro cuando escuchó la puerta abrirse y al ver aparecer al castaño una sonrisa se dibujó en su rostro.

—Por fin llegas, me has hecho esperar mucho— dijo mientras daba unas palmadas sobre la cama a su lado para que el otro se sentara allí.

—Lo lamento pero tenía que recoger toda vuestra ropa limpia y llevarla a que la planchen.

—Bien, no importa— le restó importancia sonriendo cuando el otro por fin tomó asiento a su lado—. Dime qué es lo que debo hacer primero.

Miyaji miró a su amo y dibujó una ligera sonrisa al verle con ánimos, era evidente que el otro estaba complacido con la idea de poder tener el amor de su esposo y él estaba dispuesto a ayudarle si eso era lo que le haría feliz.

—Antes que nada, he de informarle de la otra razón por la cual me he tardado tanto en venir— el pelinegro asintió para que continuara—. Va a llegar a la casa uno de los socios del señor.

Tú que decías confiar en mí (Saga Gaia's Tales II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora