Capítulo VIII

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El capítulo está dedicado a 

@Otaku1496  

@Asamaru_Soraru  

@MurasakibaraAtsushi9  

@creepycity346  

@DRHyakuya  

@belu88  

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Kuroko dejó salir un suspiro y se levantó quedando delante de su esposo.

Decir que la presencia de ese hombre le tenía indiferente era una mentira, el simple hecho de tenerlo allí delante de él, mirándole de esta forma y con toda la información que su madre y dama de compañía le habían dado, le dejaba, literalmente, los pelos de punta.

Kagami le miraba con una sonrisa en los labios, parecía estar conforme con la situación actual, al menos uno de los dos estaba a gusto porque Kuroko no podía estar más asustado de lo que ya estaba.

No se atrevió a mirarle, manteniendo la mirada al suelo como si fuera la cosa más interesante del mundo.

Kagami agarró su mentón con dos de sus dedos y elevó su rostro provocando que sus miradas se encontraran y por un segundo Kuroko pensó que iba a caerse porque sus piernas comenzaron a flaquear. Sintió las mejillas acaloradas y supo que posiblemente estaba ruborizado, así que desvió la mirada intentando esconderlo.

El pelirrojo se acercó poco a poco a él, dejando ver su intención de besarlo y Kuroko no iba a apartarlo, iba a aceptar el beso, ya que su dama de compañía le había avisado que Kagami le besaría mucho.

Se preguntaba si ya estaban haciendo lo que ellas tanto habían dicho que le haría, pero luego se dio cuenta que no era el caso, ya que le habían especificado que eso lo harían con su cuerpo al desnudo.

Sus rostros se encontraban cada vez más cerca el uno del otro haciéndole ser consciente de lo que iba a ocurrir, hasta que sus labios se unieron en un beso lento y simple.

Dejó salir un jadeo ante la primera caricia, correspondiendo con movimientos torpes e inocentes y entregándose al mar de sensaciones que le invadían.

Como era costumbre buscó algo a lo que aferrarse para evitar acabar en el suelo debido a la debilidad de sus piernas y se agarró a la espalda ajena rodeándole con sus brazos.

Un gemido salió de su boca cuando la lengua ajena acarició por un momento la suya, cosa que creó una reacción nueva en su esposo, quien gruñó y mordió ligeramente su labio inferior antes de separarse y mirarle fijamente con sus frentes unidas.

—¿Sabes lo que va a pasar? — preguntó en un susurro.

Era cierto que su madre había hecho un intento de explicarle lo que ocurriría, pero no había dado casi información. Sabía que Kagami le tomaría, pero, ¿cómo lo haría exactamente?

Lo único que tenía claro era que iba a estar desnudo, era lo único que había sacado en claro de toda la conversación que habían tenido.

Sabía que iban a hacer algo que debían hacer los esposos, pero no sabía exactamente qué era, así que bajó la mirada una vez más y respiró hondo.

—Vais a tomarme— respondió tras asentir con la cabeza.

Kagami respiró hondo dejando salir una sonrisa, aliviado de que su pequeño esposo supiera lo que estaba a punto de pasar.

Tú que decías confiar en mí (Saga Gaia's Tales II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora