Capítulo XX

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La dedicatoria va a

@MiSolNatsume  

@jessy12anata  

@Reiymor231lol  

@mariknb  

@Solang3V  

@SaraRestrepoHernndez  

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—Listo— dijo Kuroko alejándose para poder admirar el resultado de horas de trabajo de las damas de compañía y él mismo—. Te ves muy bien.

Takao Kazunari se miró al espejo, sorprendiéndose de inmediato por el reflejo que estaba contemplando al mismo tiempo que admiraba todo lo que alcanzaba a observar, desconocía totalmente al doncel que le estaba devolviendo la mirada desde el espejo y no llegaba a creer en la posibilidad de que realmente fuera él.

Buscó la mirada de Kuroko a sus espaldas y éste le sonrió emocionado, luego volvió a contemplarse una vez más antes de empezar a sonreír embelesado.

El traje blanco que su prometido le había comprado para la ocasión era simplemente hermoso, desde la fina tela hasta los acabados de color rubí que adornaban los bordes de las mangas de la chaqueta y los pantalones. Se sentía realmente hermoso en él y no hubiera podido desear mejor atuendo para ese día tan especial en su vida.

Deslizó sus dedos por la superficie blanca de la tela, acariciándola con movimientos suaves y ligeros, teniendo miedo de llegar a ensuciarlo si lo acariciaba con más firmeza.

Kuroko le observó atento, asegurándose de que estuviera complacido con su aspecto.

Desde hacía poco, Takao parecía entusiasmado por la boda, había empezado a interesarse mucho en todo lo que tuviera que ver con ella, contrario a la actitud que había mostrado al principio, cuando ni siquiera participaba en la organización de la misma. Había comenzado de un día para otro a implicarse en todo lo relacionado a ella, de hecho, incluso podía llegar decirse que estaba impaciente por que llegara el momento. Desconocía la razón, pero quizás las cosas con su prometido habían mejorado desde la conversación que le dijo que tuvieron en el despacho del hombre.

—Milord— escuchó que le llamaban y miró hacia el origen encontrándose con su dama de compañía que le miraba curioso—. ¿Quiere que baje a ver cómo va todo?

Kuroko asintió con un movimiento de cabeza y Riko salió de la habitación.

—Estoy impaciente— confesó Takao, mirándole con emoción antes de girarse a ver a las demás sirvientas y donceles de la casa que les acompañaban—. Podéis retiraros.

Tras dar las reverencias correspondientes los jóvenes acataron la orden de su señor, saliendo inmediatamente.

—Siento que no puedo esperar más— habló de nuevo cuando estuvieron solos, mostrando tal emoción que Kuroko no pudo sino sentirse feliz también.

—Falta poco para que bajes. El representante del rey que te llevará al altar todavía no está presente, pero no creo que tarde aún más.

—Espero que no sea un completo desconocido.

—No te preocupes por eso, Kagami me dijo que era una buena persona, de hecho, es uno de sus amigos más cercanos. Es un buen amigo suyo como de tu prometido.

—Eso me tranquiliza.

Takao caminó hasta la cama y se sentó mirando al otro, que se apresuró a hacerle compañía sentándose a su lado. A pesar de la evidente impaciencia del pelinegro por la boda, Kuroko también podía notar los nervios de los que era víctima, éste no paraba de frotarse las manos mientras miraba insistentemente a la ventana y parecía que en cualquier momento iba a caer desmayado.

Tú que decías confiar en mí (Saga Gaia's Tales II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora