Capítulo XLVI

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¡¡Hola!! ¿Cómo lo habéis estado pasando? Espero que bien

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¡¡Hola!! ¿Cómo lo habéis estado pasando? Espero que bien. Bueno... No tengo mucho que decir la verdad, así que aquí tenéis el capítulo y espero que lo disfrutéis.

La dedicatoria va a 

@@SandyVernacci  

@@MilagrosMaguia7  

@@suzanne_noguera  

@@PavelPaladinesFern  

@@LadyMalvavisco  

@@Itsumi-Himeko  

@@MiSolNatsume  

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Takao observó una y otra vez las cortinas de la ventana mientras Miyaji cogía uno de los trajes del armario. Desde el día anterior, cuando los señores volvieron de su paseo, su amo se había comportado de forma extraña, sonreía constantemente y no dejaba de observar las cosas con atención y ternura.

Takao se había negado a decirle lo que había ocurrido mientras estuvieron fuera porque quería quedárselo para él al menos un tiempo y poder disfrutar de esa felicidad por sí sólo, por lo que cuando se habían quedado solos en el despacho de su esposo y su doncel de compañía le había preguntado qué es lo que había ocurrido, había negado con la cabeza y había asegurado que nada importante había pasado.

Miyaji sabía que su amo escondía algo, pero no estaba en su derecho pedir que se lo dijera si no quería, sólo quedaba rezar por que no fuera nada malo lo que hubiera pasado entre él y el señor.

Fue hasta el baño de la habitación para asegurarse de que estuviera lleno con agua tibia y volvió a la pieza principal para avisarle.

—El baño está listo— informó consiguiendo llamar la atención del otro—. ¿Desea tomarlo ya?

—Sí, claro.

Takao se levantó y caminó hacia él, dejándose desnudar por sus manos antes de ingresar a la bañera y apoyarse en ella para poder relajarse, mientras el castaño le enjabonaba el pelo. Comenzó a jugar con la espuma del jabón al mismo tiempo que sonreía y miraba a la nada, y entonces el doncel de compañía supo que ya no podía seguir viviendo en la duda, necesitaba saber si su amo estaba bien o no para poder ayudarlo de la forma más efectiva.

—Perdóneme que insista, pero...— empezó a decir dudoso—. ¿De verdad que no le ocurre nada?

Ante la pregunta, él se giró para verle extrañado antes de sonreír.

—Te aseguro que no me ocurre nada— respondió con firmeza.

—Es que se ha estado comportando diferente desde que dio el paseo con el señor y a pesar de no ser mi intención porque me ha asegurado que no pasó nada malo, no puedo dejar de preocuparme.

Tú que decías confiar en mí (Saga Gaia's Tales II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora