Cuando a Kuroko Tetsuya le dijeron en la academia de donceles que sus padres habían decidido llevarlo de vuelta a casa, su felicidad fue inmensa, de todos modos no entendía la razón por la cual se encontraba allí, y dentro de poco podría ver a su fa...
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Hola, como sé que todos nos amamos mucho y que solo por eso nos merecemos un regalo, os traigo otro par de capítulos que estoy segura que vais a amar con todo vuestro corazón, vais a querer hacer un altar con mi silueta y besar mis pies mientras repetís:
Takao cerró la puerta detrás de él y se dirigió directamente a la cama para sentarse, necesitándolo para evitar caer al suelo debido al mareo del que había sufrido desde que Midorima dijera poco antes que partiría a la guerra.
Después de la conversación sobre las futuras acciones que emprenderían, se habían retirado de los aposentos de Furihata para que descansara un poco más dirigiéndose a los suyos propios.
Durante el trayecto no hablaron, manteniéndose en silencio para no dejar que algún noble o guardia escuchara su conversación.
—Es algo necesario— dijo Midorima con voz conciliadora, sentándose a su lado—. Tal como están las cosas toda ayuda es necesaria.
—No tienes porqué ser tú, podéis enviar más soldados, algunos guardias de los que están en palacio, incluso sin eso creo que es suficiente con todos los que están en el campo de batalla, no tienes porqué ir.
—Sí tengo— aseguró—. Los hombres que considero mis hermanos están todos en la guerra, luchando por todos nosotros, arriesgando su vida todos los días y haciendo aquello que más odian en el mundo... Matar personas.
"El secuestro de Akashi es algo muy serio, tan importante que rescatarlo o no decidirá el futuro del mundo en el que vivimos, primero para nuestro reino, luego para todos los demás. Si tuviera que explicarte lo que provocaría me tomaría el resto de la tarde y la noche, por lo que me detendré y sólo te recalcaré lo importante que es ése hombre no sólo para nosotros, sino también para el mundo".
—Sé que estoy siendo egoísta, y me detesto porque a diferencia de Kuroko y Kise que sufren la ausencia de sus esposos yo no lo hago, pero eso no quiere decir que quiera sentir lo mismo que ellos, porque veo cómo la felicidad se va de sus vidas día tras día, veo cómo sufren— comenzó a llorar pensando en sus amigos y lo que estaban sufriendo—. Si hubieras visto a Kise hoy, si hubieras visto el dolor en sus ojos cuando se dio cuenta de que daría a luz a su hijo sin Aomine a su lado, era tan grande que no puede evitar llorar. Y es más triste saber que incluso cuando él se entere del nacimiento de su hijo, no podrá volver hasta que la guerra termine.
