Capítulo LXXXIX

831 82 22
                                    

La dedicatoria va a 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La dedicatoria va a 

@NagisaWalker  

@Paulinarosa15  

@GabiCA100  

@belinda_sol  

@XhiaPalacios  

@CcJuviaYlt  

@suzanne_noguera  

******************************************************************

Himuro se abrazó a él con toda la fuerza de la que contaba su cuerpo, llorando desconsolado mientras maldecía una y otra vez su pasado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Himuro se abrazó a él con toda la fuerza de la que contaba su cuerpo, llorando desconsolado mientras maldecía una y otra vez su pasado.

Lord Murasakibara intentaba consolarle de todas las formas posibles, susurrándole palabras conciliadoras, manteniéndole contra su cuerpo, besando su cabeza una y otra vez, y prometiéndole que todo estaría bien a partir de ahora.

—No llores, ya no debes hacerlo, todo volverá a estar bien— dijo en voz baja.

—Mentís, ahora ya no me queréis, odiareis verme y detestaréis el haberme querido alguna vez, seguramente os sentís asqueado por tocarme.

—No permito que digas algo parecido— espetó con enfado, acunando su rostro y elevándolo para que sus ojos se encontraran—. Ni una sola cosa que forme parte de ti me asquearía, no hay nada en tu persona que me cause repulsión o me moleste.

—Pero él me hizo aquello, y además tengo mis manos manchadas de sangre inocente, no soy alguien digno de tu persona.

Lord Murasakibara maldijo en voz baja, prometiendo a los dioses encontrar a culpable de todo su dolor y hacerle pagar por ello.

Himuro se veía tan destrozado, tan vulnerable, nunca lo había visto así, incluso en los momentos en los que le perseguía pidiendo su perdón o cuando le comunicó en la casa del bosque que iba a alejarse, en todos esos aun mantenía una pequeña pizca de esperanza y valor en sus ojos, pero ahora no había más que desolación, miedo y desesperación en ellos, completamente vacíos de vida.

Tú que decías confiar en mí (Saga Gaia's Tales II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora