Capítulo LXX

792 95 71
                                    

La dedicatoria va a 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La dedicatoria va a 

@ScarleyMadranda  

@anshi848  

@Asamaru_Soraru  

@Jansenith  

@KenyhoPark  

@MiSolNatsume  

************************************************************

La noticia del final de la guerra llegó en una mañana nublada y tomó por sorpresa a todo el mundo.

Tanto Kuroko como sus amigos celebraron el futuro regreso de sus esposos en medio de conversaciones y comida en los aposentos de Kise.

El reino entero estaba sumido en la celebración, las familias salieron a las calles lanzando gritos y ovaciones de alegría, la música había empezado a sonar en todos los rincones y tanto las mujeres y donceles como los niños empezaron a bailar.

Había miles de pañuelos en el aire, pañuelos adornados con el emblema real que surcaban los cielos y ofrecían la imagen de un firmamento lleno de colores.

Akashi salió en varias ocasiones a saludar al pueblo, volviendo con pétalos sobre sus ropas, habiéndoselas tirado en medio de su cabalgata.

Todo estaba de nuevo en paz y orden y lo único que faltaba era el regreso de los soldados.

Dos días después, el festejo todavía seguía en marcha, el cielo seguía cubierto de colores y la música seguía sonando en las calles, del mismo modo en que grupos de personas se reunían para bailar y festejar.

Kuroko bajó las escaleras con rapidez, corriendo hacia el mensajero. Riko había subido a decirle que éste había traído una carta de parte de Kagami para él y la felicidad y emoción por recibir noticias suyas le embargaba por completo.

Llegó a la entrada del palacio y sonrió al hombre, el cual le saludó con una reverencia antes de entregarle el sobre con el sello de la casa Kagami y retirarse hacia los establos.

Abrazó el trozo de papel contra su pecho conteniendo a duras penas la alegría y después retomó el camino hacia su habitación, encerrándose en ella cuando hubo llegado y acercándose apresuradamente hacia la mesa, donde estaba posado el abrecartas.

Como un niño que estuviera abriendo un regalo, ansioso por ver lo que había dentro, cogió el instrumento puntiagudo y lo pasó por el sobre, abriéndolo y sacando una hoja de papel de color beige que comenzó a leer de inmediato.

Con la guerra terminada Kuroko se había esperado que Kagami le enviara una misiva para poder explicarle las cosas que había vivido, una carta en la que le contara de su estado actual, tanto físico como emocional, esperaba que le tranquilizara diciéndole que estaba sano, pero en vez de eso se encontró con un mensaje corto y claro que le dejó extrañado.

Tú que decías confiar en mí (Saga Gaia's Tales II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora