Capítulo X

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La dedicatoria va a

@LordKuroko11  

@Daka-Guor  

@yoana-demmon  

@SaraRestrepoHernndez  

@MiSolNatsume  

@kurokenmidotaka  

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Coralina Tetsuya quedó enmudecida por la repentina petición de su hijo. No sabía cómo había llegado éste a la conclusión de pedirle algo parecido, ya que Kuroko siempre había sido un doncel tímido.

Por su parte Momoi miraba a su hermano con una sonrisa pícara en el rostro, dando la impresión de una niña que acababa de descubrir un juego nuevo.

—¿Existe alguna razón en especial por la que me lo pidas? — preguntó recuperando la compostura.

—Como sabéis madre, no tengo conocimiento alguno sobre...— dio una pausa para aclarar su voz—. Hacer el amor. Por eso me preocupa en gran medida el hecho de no llegar a complacer a mi esposo en éste ámbito.

—Veo que estás esforzándote por el bien de tu vida de casado— dijo Momoi al mismo tiempo que volvía a servirse un poco de té.

—Madre me aconsejó complacer a mi esposo para que nunca tuviera que buscar otra persona que ocupe mi lugar— suspiró—. Como noble que es y pariente muy cercano al rey, debo estar al pendiente para que no se canse de mí.

Su hermana le regaló una sonrisa cómplice acompañada de una mirada con un brillo especial que Kuroko no supo interpretar.

Coralina, que había escuchado todo lo que había dicho, bebió un poco del líquido de su taza para poder asimilar las demandas de su hijo, luego la depositó con cuidado encima de la mesa y le miró seriamente.

—Comprendo la razón de pedirme que te hable de ello, pero no voy a hacerlo— el doncel la observó extrañado, incapaz de comprender su negativa—. Es un asunto personal entre tu esposo y tú. Un tema que sólo tiene que ver con vosotros, no es que no quiera ayudarte, sino que vuestra intimidad os pertenece sólo a vosotros, no hay lugar para terceras personas.

—Sí, pero...

—Es tu esposo, hijo— le cortó—. Te corresponde a ti el descubrir cómo complacerle. Cada hombre es un mundo diferente a lo que hacer el amor se refiere, lo que le guste a tu padre quizás no sea del agrado de Kagami.

Ante sus palabras Kuroko no pudo evitar sonrojarse por la vergüenza, mientras que Momoi en cambio estuvo a punto de escupir el té que había bebido para luego mirar con los ojos abiertos a su madre.

Coralina sonrió ante la reacción, luego miró a Momoi con preocupación, la inquietaba el hecho de hablar de dichos temas en presencia de su hija soltera, una cosa era hablar de ello con una persona casada y otra muy diferente, era hacerlo con alguien que todavía no había conocido hombre alguno.

—Sé que al contrario de tu hermano a ti te dan clases de convivencia matrimonial sin omitir el tema del acto entre los cónyuges, pero no creo que sea adecuado que hablemos de esto en tu presencia siendo soltera, Momoi.

La pelirosa sonrió ligeramente, haciendo un gesto con la mano para restarle importancia al asunto.

—Por favor madre, no sólo me dan clases sobre ello en la escuela, sino que también leo varios libros sobre esa temática en el club de lectura, por consiguiente, hablo de ello con las demás chicas del club y a veces viene una escritora a contarnos más aspectos del tema— habló confiada—. No soy una ignorante en ese campo, de hecho, si hubiera sido yo la que se hubiera casado sabría cómo complacer a mi esposo sin tomar consejo alguno de tu parte.

Tú que decías confiar en mí (Saga Gaia's Tales II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora