Capítulo LXXII

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La dedicatoria va a 

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Kuroko bajó corriendo las escaleras, tropezando de vez en cuándo con las alfombras que había en el suelo, pero sin detenerse, demasiado apurado por llegar al vestíbulo de la casa de Lord Aomine.

Sonrió cuando vio parada a Suki allí, mirando con curiosidad todo lo que había a su alrededor y apuró aún más su paso.

—Suki— llamó acercándose a ella hasta abrazarla—. Gracias por haber venido.

—No tiene que agradecer— negó correspondiendo el gesto—. Al leer su carta he notado que realmente me necesitaba y lo menos que podía hacer era venir a brindarle mi ayuda.

—Precisamente por eso quiero agradecerte.

Se separaron y Kuroko la miró, dibujando una amplia sonrisa en sus labios y agradeciendo en su interior que la chica hubiera podido venir, realmente necesitaba de su ayuda para poder probarle a Kagami que habían sido víctimas de un engaño.

—Suki— se escuchó detrás de ellos, donde Riko venía corriendo—. Has venido.

Al juntarse con ella las dos se abrazaron, al mismo tiempo que Kise y Yutaka aparecían por la puerta principal con los niños, mirando la escena.

—Si ésa es la que estábamos esperando alabados sean los dioses por traerla a nosotros— dijo Kise, atrayendo la mirada de la recién llegada.

—No puedo esperar— confesó Kuroko, viéndose impaciente y esperanzado—. Me gustaría que fuéramos hoy mismo a ver a Kagami para que puedas explicarle lo ocurrido, siento mucho ser egoísta ya que seguramente has tenido un viaje muy duro para llegar tan rápido, pero realmente necesito que hables con mi esposo.

Ella negó con la cabeza.

—No se preocupe por mí, lo importante es que le ayude a resolver todo lo ocurrido, después de todo el problema surgió por mi culpa, no debí pedirle que escribiera aquellas cosas.

—No tiene importancia mientras hables con Kagami y le expliques lo ocurrido.

—Pediré que preparen un carruaje— informó Kise—. Así podréis partir de inmediato.

—Muchas gracias— agradeció Kuroko.

No tomó mucho tiempo para que el transporte estuviera listo y ellos terminaran de prepararse para el viaje.

Tú que decías confiar en mí (Saga Gaia's Tales II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora