Capítulo XXXIX

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Hola, y vengo con el capítulo que os anuncié en la especie de mensaje que envié, no sé si os habrá llegado o si lo habréis leído, bueno

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Hola, y vengo con el capítulo que os anuncié en la especie de mensaje que envié, no sé si os habrá llegado o si lo habréis leído, bueno... da igual, dejaré el mensaje aquí.

Lo primero era disculparme por la ausencia, estaba ocupada empezando nuevas historias de entre ellas una de Larry Stylinson y otras más que ya veréis por allí si os pasáis. Lo segundo es que voy a borrar la adaptación de Poder de seducción, voy a empezar una nueva adaptación por lo que eliminaré una de las dos que tengo publicadas, si queréis leerla una última vez antes de que pase, adelante, la borraré seguramente la semana que viene o la otra, ya veremos.

Eso era todo lo que importante que tenía que deciros.

La dedicatoria va a 

@@ValeGarcia242740  

@@CcJuviaYlt  

@@AMENOHI10  

@@Chris-senpaixx  

@@lasempaii  

@@CamiBarros8  

Muchas gracias por los votos y los comentarios.

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Himuro apartó la mirada con rapidez cuando Lord Murasakibara le encontró mirándole, llevaba un tiempo espiándole en la sala de juegos mientras jugaba una partida de cartas con Lord Kenshin, décimo capitán de la armada del rey, no es que estuviera interesado en los juegos en los que participaba el pelimorado, ni que quisiera saber qué estaba haciendo en su día a día, simplemente necesitaba saber de qué estaba hablando con Lord Eiji.

Llevaban juntos en una de las mesas desde que habían entrado a la sala de juegos, no le hubiera importado mucho lo que hacía el otro si no se hubiera dirigido directamente a Lord Eiji, padre del doncel con el que le había visto hablando esa misma mañana, poco después de pedirle en matrimonio. Si el pelimorado le estaba pidiendo al tesorero del reino de algún modo, permiso para cortejar la mano de su hijo, Himuro quería estar seguro antes de ir a avisar al doncel de la clase de persona que era ese hombre, uno que en la noche pide matrimonio a uno y al día siguiente lo hace a otro, porque no veía qué otra razón podría llevar a esos dos a que hablaran cuando nunca antes se les había relacionado.

—Debe estar muy despistado lord Himuro.

El pelinegro miró a la persona delante de él cuando ésta le habló.

—Puede repetir, lord Kenshin, es que no le he escuchado.

—Es la quinta partida que le gano y como siga apostando lo más seguro es que pierda toda su fortuna.

—No se preocupe por ello— respondió restando importancia al asunto con una sonrisa.

—Si tanto quiere saber de qué están hablando puedo ir y averiguarlo por usted.

Tú que decías confiar en mí (Saga Gaia's Tales II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora