Capítulo XLIII

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¡Hola! Pues aquí tenéis el capítulo de esta semana

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¡Hola! Pues aquí tenéis el capítulo de esta semana. Espero que os guste.

La dedicatoria va a

@CcJuviaYlt

@Angela14753

@PavelPaladinesFern

@liwolf

@emily6676

@Paulinarosa15

Muchas gracias por los votos y los comentarios.

@ZaffirahCarmen

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Kuroko miró de nuevo al médico del castillo mientras éste seguía esperando alguna reacción de parte de la mezcla de hierbas que había mezclado con una gota de su sangre.

Entrelazó los dedos de las manos y comenzó a rezar en su interior, esperando que fuera una respuesta afirmativa la que obtuviera del anciano médico de la casa.

No es que se hubiera sentido mal o que hubiera recibido algún síntoma de que lo que tanto estaba deseando podría ser verdad, pero teniendo en cuenta el hecho de que hacía un tiempo que se lo había pedido a la Santa Madre Luna, esperaba que ella, en su inmensa bondad y juzgando que era merecedor de tal regalo, ya le habría concedido su petición.

Rogó una vez más al ver que el médico se daba la vuelta y le miraba y esperó por su respuesta, pero ésta no fue necesaria al verle negar lentamente con la cabeza, provocando que su cuerpo se congelara y un nudo se formara en su estómago.

—No se preocupe mi señor, todavía queda la segunda parte— dijo el hombre acercándose a él y sonriéndole para que pudiera tranquilizarse—. Ya sabe que a veces la primera parte falla por ser el estado muy reciente.

Kuroko asintió permitiéndose albergar un poco más de esperanza antes de que el médico le pasara la Eliara y se la bebiera.

La mezcla de plantas Eliara, que había sido descubierta hacía unos años atrás, era la forma más efectiva de saber si una persona estaba en estado, desde que la curandera Gina de la quinta ciudad del reino de Zetroya, Laurencis, descubriera la mezcla, se había convertido en el método predilecto para todas las pruebas de embarazo.

Había dos formas de realizarlo, para estar completamente seguros de resultado. La primera era verter en la mezcla una gota de sangre del doncel o mujer sospechado de estar en estado y esperar a que ésta se volviera de un color morado, en cuyo caso era seguro que esa persona estuviera encinta, o que el color no variara, lo que significaba que no lo estaba. La segunda, usada en caso de que la primera fallara, cosa que se daba frecuentemente en embarazos muy recientes, consistía en que el doncel o mujer ingiriera la Eliara y, si su estómago era incapaz de asimilarlo y lo devolvía, era porque en dicha persona albergaba la vida de un hijo, pero, si en cambio, no lo devolvía y la sustancia era digerida, la opción de un embarazo era nula.

Tú que decías confiar en mí (Saga Gaia's Tales II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora