8vo libro

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Capitulo 27En silencio, Lauren guio a Bo hacia su apartamento, abrió la puerta y la mantuvo así para que entrara. Encendió una lámpara de mesa junto a la puerta mientras Bo esperaba sólo a un pie de distancia. A la tenue luz de la lámpara, las características de Bo eran suaves, casi borrosas. El color cubría sus mejillas, probablemente por el frío. A Lauren se le hacía difícil alejar la mirada de su boca, recordando la suavidad, el sabor -Tomaré tu abrigo- Gracias -Bo le pasó su abrigo a Lauren y se volvió ligeramente para mirar la sala de estar y la cocina -Parece un buen lugar- Mi madre dice que necesita plantas. O un gato –Lauren sostuvo el abrigo de Bo en una mano, extrañamente incapaz de moverse.- Las madres siempre piensan que necesitamos plantas- ¿La tuya también? -Lauren no sabía qué hacer consigo misma. Nunca había traído a una mujer a su lugar de vivienda anteriormente. Buscó en su mente algo adecuado para decir y se dio cuenta que no tenía idea. Bo no era cualquier amiga y pensar que Bo podría serlo o que lo fuera era ridículo. Tenía amigas. Amaba a Emory. Pero no quería a Emory para besarla...no le dolía la necesidad de verla en el momento en que se separaban. No perdía su concentración pensando en la manera en que Emory sabía o los pequeños sonidos que hacía cuando se besaban -Voy a hacer el caféBo se acercó y apartó un mechón de cabello de la frente de Lauren. Sus dedos eran cálidos pero Lauren se estremeció -¿Por qué no te quitas el abrigo primero?Lauren tragó. Asintiendo con la cabeza, se quitó el abrigo, agradecida por algo que hacer y lo colgó junto al de Bo en el armario junto a la puerta. Cuando se dio la vuelta, Bo estaba de pie justo en frente de ella.- El café me mantiene despierta si lo bebo después de las 22:00 -dijo Bo.- Son casi las 01:00- Lo sé. Honestamente, el café era una excusa. No estaba lista para darte las buenas noches. Lo sientoLauren vio como los labios de Bo se movían, esforzándose por escuchar las palabras mientras su cuerpo se inundaba con el recuerdo de los suaves besos y esa boca experimentada e insoportablemente complaciente. Presionó sus dedos sobre los labios de Bo, sorprendida cuando se dio cuenta que se había movido. La tocó. No había sido su intención -No hay necesidad de disculparseBo se quedó en silencio, con los ojos oscurecidos buscando los de Lauren.- No dejo de pensar acerca de estar contigo -dijo Lauren con voz ronca -Acerca de tocarte. Acerca de la manera en que me tocas. Recordando...todo...me está volviendo locaBo cubrió la mano de Lauren y besó sus dedos. Dirigiendo la palma de Lauren a un lado de su rostro, manteniéndolo allí, presionando los dedos de Lauren a lo largo del arco de su mandíbula. La piel de Bo era suave, cálida. Lauren latía en su interior. Contuvo el aliento, se quedó muy, muy quieta. Esperando. Buscando una respuesta que temía no poder reconocer.- Lo sé -susurró Bo, inclinándose hacia ella. Ahora a pulgadas de distancia -Siento lo mismo. Te deseo todo el tiempoLauren retrocedió un paso. Sus hombros se encontraron con la puerta del armario y se apoyó en ella. Sus muslos se volvieron blandos y cerró sus rodillas, obligando a su cuerpo a mantenerse en pie. Ellas debían hablar, pero su mente estaba seriamente desconectada. Agarró la nuca de Bo, temiendo que pudiera alejarse.- No voy a ninguna parte -Bo sonrió, conocedora, con su habitual sonrisa levemente triunfante. Lauren mantuvo los ojos abiertos mientras Bo se inclinaba lentamente hacia ella, memorizando la combinación de los tonos azul y púrpura en los ojos de Bo, el fuego chispeante de sus pupilas de ébano, el centellante dorado que bailaba alrededor de su iris, como llamas alrededor del fuego. Agarró la cintura de Bo con ambas manos, presionando sus pulgares en los músculos por encima de las caderas de Bo. Bo gimió suavemente y la excitación brotó de las profundidades de Lauren. Atrajo a Bo hacia ella, pero Bo presionó las palmas de sus manos a ambos lados de sus hombros, manteniendo sus cuerpos a una pulgada de distancia.- ¿Sabes lo que estás haciéndome? -Bo gruñó suavemente -¿Lo que quiero ahora mismo?- Quiero besarte -dijo Lauren.- Quiero más que eso -los labios de Bo rosaron los de Lauren. Dulce, caliente, urgidos -Di que sí, Lauren- SíAl instante, la boca de Bo cubrió la de Lauren. Los pensamiento se desvanecieron, el instinto tomó el control. Lauren deslizó sus brazos alrededor de Bo y enterró sus dedos en los fuertes músculos a lo largo de la columna vertebral de Bo. El pulso latía en su clítoris. Gimiendo, separó las piernas y el muslo de Bo se encajó entre sus piernas. Lauren se arqueó. También quería...necesitaba...más- SíBo profundizó el beso aún más. Su lengua era dulce y segura, explorando en el interior de los labios de Lauren, saboreando lentamente su boca, jugando con ella hasta su rendición. Lauren montó el muslo de Bo, bombeando sus caderas, cada embestida enviaba un desenfrenado placer a lo largo de su columna vertebral. Escuchó un gemido.Registrando que el distante sonido provenía de ella. Tirando su cabeza hacia atrás Bo jadeó -LaurenLa voz atormentada de Bo, en un registro más bajo que Lauren reconoció, urgente y con hambre. La necesidad de Bo le hacía arder. Lauren retorció la camisa de Bo en su puño y tiró de ella sacándola de sus pantalones. Bo encontró los botones de su camisa, abriéndolos con impaciencia, deslizó su mano sobre el vientre desnudo de Lauren. Lauren saltó ante el repentino destello de calor. Sus pezones se tensaron. La necesidad se apoderó de ella como una mano firme entre sus muslos. Gimió. Estaba ardiendo.- Lauren, Dios ¿Dónde está la cama? -la boca de Bo quemaba el cuello de Lauren. Sus dedos se deslizaron por el vientre de Lauren, buscando sin descanso debajo de la cintura de los pantalones de Lauren -No quiero tomarte contra esta maldita puerta y si no encontramos una cama pronto lo voy a hacerLauren pasó las manos por la espalda de Bo, apretando su culo y luego metió su mano entre sus cuerpos. Desabrochó el botón de su pantalón y abrió la cremallera -No te muevas. Aquí mismo. Hazlo. Solo hazloLa orden de Lauren envió fuegos artificiales a la cabeza de Bo, cegándola de todo menos de Lauren. Hundió la cara en la curva del cuello de Lauren y respiró profundamente. Su visión se tunelizó. La cabeza le daba vueltas por el aroma a madera que la seducía para tocar, degustar y poseer. Estaba jadeando, no podía recuperar el aliento, no podía encontrar su enfoque. Los dedos de Lauren se envolvieron alrededor de su muñeca y empujaron su mano hacia la parte delantera de sus pantalones abiertos. La mente de Bo se puso en blanco. Lauren estaba húmeda contra sus dedos, resbaladiza y caliente y dura. Se deslizó sobre el clítoris de Lauren, presionando rápidamente y Lauren se irguió con un grito ahogado. El borde del placer de Lauren atravesó el control de Bo y su clítoris bombeó al borde de la explosión. Empujó más profundamente, cada movimiento de sus dedos generaba un fuerte grito de placer por parte de Lauren. Las ataduras de su moderación se deshicieron y su orgasmo hirvió más cerca- Dios, no, voy a venirme prontoLas uñas de Lauren arañaron su piel. Bo tomó a Lauren en su mano, apretándola, jugueteando con ella.- No te contengas -Lauren gimió en su oído, su agarre en el brazo de Bo como el hierro. Bo pensó que llevaría las marcas de los dedos de Lauren por días. La imagen la volvía loca. Le encantaba la urgencia de Lauren, su necesidad, le emocionaba el poder de ser querida, de ser necesaria. La penetró más profundamente y la otra mano de Lauren encontró su pecho. Los dedos se cerraron alrededor de su pezón y echó la cabeza hacia atrás -Oh, Cristo. Lauren. Te sientes tan bien. No puedo aguantar mucho más tiempo- Necesito... -los ojos de Lauren se abrieron, increíblemente hermosos -Necesito que me hagas correrEl clítoris de Bo se contraía con fuerza. Dejó caer su frente sobre la de Lauren -AbrázameLos brazos de Lauren llegaron alrededor de su cintura, sosteniéndola. Bo bombeaba dentro de ella, vibrando su mano sobre el clítoris de Lauren. Con cada golpe los gemidos de Lauren la instaban a más. Bo se mecía sobre el muslo de Lauren, escalando más cerca de la explosión.- Sí, sí. Vas a hacer que me corra -Lauren montó la mano de Bo, con duros y cortos golpes -Ahora, Bo. Estás haciendo que me corra- Abrázame. Lauren. Por favor -Bo se cernía tan cerca...tan cerca, ahogándose en el sonido del placer de Lauren, ardiendo por la sensación del pulso de Lauren a su alrededor, resbaladiza y caliente. Tenía que correrse. Lo necesitaba, lo necesitaba tanto -Lauren, por favor. AyúdameLauren mordió su cuello y Bo se corrió, un orgasmo estruendoso de la nada.- ¡Oh, Dios mío! -Aturdida, Bo se derrumbó en Lauren, su mano aplastada entre ellas, enterrada entre las piernas de Lauren.- Sí. Sí. Sí -Lauren gimió, inundando los dedos de Bo, corriéndose de nuevo en ellos.El aliento de Bo salió en sollozos de asombro y alivio. No quería moverse jamás. No quería romper la conexión. Quería más. El corazón le retumbaba en el pecho. Su estómago se retorcía por la necesidad. Besó a Lauren en la garganta, en la línea de su mandíbula, en la boca -Eres tan hermosa. Tan increíbleLas manos de Lauren acariciaban sus hombros, su espalda, acariciaba su cabello, abrazando su cuello -Eso está bien -murmuró Lauren -Eso está bienBo levantó la cabeza. Aturdida, no enfocada -¿Qué?Lauren rozó los pulgares sobre las mejillas de Bo. -Eres tan hermosa...Gracias- ¿Qué? -Bo sintió como Lauren limpiaba las lágrimas de su rostro. Sus lágrimas ¿Qué diablos le pasaba? Miró a Lauren. La camisa de Lauren estaba abierta, sus pantalones alrededor de sus caderas. Ella estaba en su mayor parte vestida ¿Qué estaba haciendo? Había follado a Lauren contra una maldita puerta. No recordaba cómo habían ido, de mantener su distancia a esto. Sólo podía recordar el deseo y la necesidad, una necesidad desesperada. Y ahora ¿estaba llorando? Nunca le había pasado esa mierda. No a ella. Nunca perdía el control. La confusión, la incertidumbre, el pánico la estranguló.- ¿Estás bien? -preguntó Lauren, su mano sostenía la barbilla de Bo. Ahora que... ¿Lauren le preguntaría si necesitaba procesar?- Estoy bien. No soy de las que lo hacen contra la puerta ¿estás bien?La neblina turbia del placer desapareció de los ojos de Lauren en un instante. Su enfoque se agudizó, se estrechó. Bo se sentía desnuda aunque tenía toda su ropa puesta. No podía imaginar sentirse más vulnerable.- Bo -dijo Lauren, estable y firme -Éramos dos aquí. Quería que pasara lo que sucedió ¿Me escuchas?Bo humedeció sus labios, un poco desorientada. Había dado el primer paso ¿no es así? Siempre lo hacía ¿Qué demonios había pasado? ¿Dónde?... ¿Cuándo lo había perdido? - No te lastimé ¿verdad?- No -dijo Lauren suavemente -No. Estuviste maravillosa –su mirada bajó hacia el cuerpo de Bo -No creo que cumplí con mi parte. Todavía tengo algunas cosas que aprender...- Créeme, no tienes que aprender nada -Bo negó con la cabeza. Y ella no era una maestra, eso era seguro -No suelo perderme así- ¿Estás bien?Bo retrocedió un paso, metiendo la camisa de nuevo en sus pantalones -Por supuesto. Estoy muy bien. El sexo fue genial...no creo que tenga que decirloLauren subió la cremallera, sin molestarse con los botones de su camisa. Bo lucía asustada. Inquieta. Casi sorprendida- ¿Por qué no te sientas? Voy a hacer un poco de café- Tengo que irme. Ya es tarde- Bo, no estoy pidiendo...- No lo entiendes, Lauren -Bo negó con la cabeza -No hago eso de en serio- Está bien -dijo Lauren, el dolor familiar reapareciendo detrás de su esternón -¿Eso es lo que era? ¿En serio?- No sé lo que fue esto -gritó Bo. Pasó la mano por su cabello, quería arrancárselo. Quería un poco de dolor real para bloquear el terrible espanto en la boca de su estómago -No, esa es una maldita mentira. Esto fue increíble. Eres hermosa, sexy como el infierno de mierda. Y me vuelves loca. No puedo darme el lujo de estar loca- Esta noche fue mi culpa -dijo Lauren.- Una mierda que lo fue -dijo Bo bruscamente -No hay culpas aquí ¿de acuerdo? Sólo fue... no sé...hormonas. Las feromonas. Algo. Dios, no puedo estar en ningún lugar cerca de ti sin que te desee- Lo que al parecer es ¿algo malo?- Lo siento -Bo miró alrededor de la habitación como si nunca la hubiese visto antes. Su mirada se posó en el rostro de Lauren -Te mereces mucho más que esto... -hizo un gesto hacia la puerta -...más que un polvo rápidoLauren se tragó el dolor. No rogaba. Nunca. Por nada ni por nadie -Mira, no vamos a hacer de esto un problema, ¿de acuerdo? Somos adultas, actuamos por instinto, las dos queríamos un polvo rápido, como tú dices. Ahora ya está hecho. Lo superamos...seguimos adelanteLa furia estalló en los ojos de Bo y Lauren casi cedió ante una ola de necesidad. Quería a Bo desnuda. Quería estar dentro de ella. Bo le hacía desear cosas, cosas que nunca había pensado que necesitaba, cosas que Bo no quería o necesitaba de ella -Si estás segura de que no quieres café...- No, estoy bien -dijo Bo.- Entonces está bien –Lauren se volteó, se ocupó consiguiendo el abrigo de Bo, estabilizándose a sí misma -¿Estás bien para conducir?Bo tomó su abrigo -Estoy bien- Entonces buenas noches -Lauren abrió la puerta.- Buenas noches -dijo Bo suavemente y pasando por su lado sin tocarla.Lauren apagó la luz y se acercó a la ventana en la que su madre pensaba debería poner una planta. Bo era una sombra oscura que desaparecía por la calle. Ahora lo sabía. Estar a solas con Bo Daniels era peligroso. Ahora entendía cuan peligroso era y no cometería el mismo error otra vez..........................................Lucinda contestó su teléfono al primer timbrazo –Washburn- Pensé que podría estar todavía en su oficina -dijo Britt.- Estamos a dos días de la víspera de Navidad...tiempo ocupado por aquí- Lo sé ¿Tiene un minuto?- ¿Dónde estás?- Afuera de su puerta- Entra -Lucinda sustituye el teléfono y se levantó. U músculo de su espalda le recordó que había estado sentada demasiado tiempo. Se frotó rápidamente. Britt entró, cerró la puerta. Llevaba vaqueros y un suéter de cuello alto negro...inusualmente casual para ella. Britt parecía cansada...sus ojos estaban claros, pero las ojeras ensombrecían sus mejillas. Sus usuales rasgos esculpidos, lucían agudos, afilados y Lucinda se dio cuenta de que estaba viendo a Britt en la caza.- Siento aparecer sin previo aviso, pero no creo que esto pueda esperar -dijo Britt.- ¿Tienes algo? -preguntó Lucinda.- No lo sé. QuizásEl aliento de Lucinda quedó atrapado en una ola de entusiasmo. Todos habían estado bajo la oscuridad durante semanas, muchos pedazos, muchos fragmentos de hechos y no hechos por dar forma a un patrón coherente. Sin dirección frente a enemigos invisibles, se había sentido impotente y en el fondo, tenía miedo. No podía permitirse el lujo de tener miedo. Andrew se negaba a ser intimidado, a ser disuadido y necesitaba una cabeza clara y una visión aún más clara para ver que él estaba a salvo –Cuéntame- He solicitado los informes de campo de cualquier cosa que pudiese estar remotamente conectado a un ataque potencial y ejecute algoritmos de probabilidades de todo en lo que pueda pensar... -dijo Britt -...otro asalto aéreo, bombas sucias (tipo de bombas radiológicas y de destrucción masiva), un pistolero solitario, un ataque de grupoEl tono -de-hecho- en su voz heló a Lucinda hasta la médula -Como tiene Averill, estoy segura- Correcto. Y a ninguno de los dos se nos ocurrió nada más que las muestras aleatorias -Britt caminó hacia las ventanas con vista a los jardines. Su rostro bajo el resplandor de las luces del sendero, parecía mármol suave y piedra dura –Así que me puse a buscar a cada uno de los que surgieron en relación con los eventos sospechosos. Conseguí una frágil... -se rió y negó con la cabeza -...cualquier cosa que sea más inconsistente que frágil...esa es la conexión que tengo- Cualquier conexión es algo más sólido que lo que tenemos ahora -Lucinda se unió a Britt frente a las ventanas, apretando su brazo -Eres la mejor que hay. Confío en tus instintos...confío en ti con Santana y Andrew. Dime lo que estás pensandoBritt giró sus hombros y dejó escapar un suspiro -Uno de los técnicos con acceso regular a un laboratorio de investigación de nivel 4 en las afueras de Atlanta con material biocontagioso extraviado, es de Idaho. Fue a una escuela cristiana allí. Así como la teniente Jennifer Pattee- ¿Así que piensas que se conocen la una a la otra? –Lucinda luchó para ver una conexión.- En la superficie...no. Hay una diferencia de edad de seis años, lo que significa que no estuvieron en la universidad al mismo tiempo- ¿Lugar de origen?- De acuerdo a los registros, no es el mismo- ¿Qué quieres decir de acuerdo a los registros? ¿No crees en los registros?- Esto fue lo que me hizo mirar más de cerca a esas dos...ambas fueron educadas en casa antes de la universidadLucinda paseaba alrededor de su escritorio -No es tan inusual en Idaho- No, pero es otro punto de conexión y de coincidencia. Así que busqué un poco más profundos...padres, hermanos, otros conectores posibles. Y no encontré nada- Tienes razón, eso no es mucho -dijo Lucinda, la decepción se sintió como un peso duro en su pecho.- No, lo que quiero decir es que no he encontrado nada. Sus familias están fuera de la red- ¿No hay ningún registro de sus padres o hermanos?- Ninguno. Para que los niños educados en casa vayan a la universidad, tienen que mostrar su GED (diploma de equivalencia general) o resultados equivalentes, resultados del SAT (test de actitud escolar) y una declaración personal jurada -Britt deslizó sus manos en los bolsillos, balanceándose en sus talones -Ese es el punto de partida para las universidades, el comienzo de un rastro de papeles. Pero no hay ningún camino que conduzca de regreso a ningún lugar en el que pueda encontrar algo- ¿Estás postulando que estamos tratando con una célula doméstica dormida? ¿Estadounidenses levantándose para llevar a cabo algún acto de terrorismo de largo alcance?Britt suspiró -Creo que sí...sí- Es mucha coincidencia, pero estoy de acuerdo, allí podría haber algo -Lucinda sacudió la cabeza -¿Qué aconsejas?- Tenemos que poner a alguien sobre ella. Necesitamos saber más sobre ella y puede que no tengamos mucho tiempo- Pon agentes sobre ella- Ese es mi plan- ¿Uno de los de Santana?- Estaba pensando que podríamos asociar a uno del PPD y a uno del equipo de Santana. Un interno que no sea obvio para la teniente y uno que no conozca -Britt sonrió, una escalofriante depredadora sonrisa -Uno que podría ser una distracción así ella no notaría al otro- Bien, hazloBritt miró a Lucinda persistentemente -Normalmente no recomendaría esto, pero no conozco el tipo de calendario con el que estamos trabajando aquí. Si hay alguna posibilidad de un ataque bioterrorista usando el espécimen extraviado, es probable que sea pronto. Necesitamos todos los ojos que podamos tener sobre esto- ¿Qué más hay? -preguntó Lucinda.- La capitana Lewis parece pensar que Jennifer Pattee expresa más que un interés profesional en ella. Lewis podría ser la mejor persona que nos dé la alerta temprana- Ella no es un agente entrenado- No, pero es una capitana de la marina de guerra. Es lista, es constante. Utilizaremos lo que tenemos- Las personas como estos...extremistas, fanáticos...su objetivo es hacer un punto, sin importar el costo. Si frustramos su operación, pueden optar por hacer una declaración aún más grande- Lo sé. Y eso es un riesgo y si lo que sospecho sobre Pattee es correcto y se da cuenta de que sospechamos de ella, podría llegar a ser volátil, inestable. Esa es una receta para el desastre, pero creo que tenemos que aprovechar la oportunidadLucinda asintió -Tiene que ser voluntaria. La capitana tiene que estar de acuerdo, no voy a ordenarle que haga esto- ¿Crees que tengas que hacerlo?- No, no creo que necesitemos ordenárselo ¿Vas a encargarte de esto?Britt asintió bruscamente -Lo haré. Gracias- Y Britt, sé que esto va a ser difícil, pero no informes a Santana sobre esto en este momento. Tenemos que mantenerla a una distancia seguraLa mandíbula de Britt se tensó -Puede que no nos perdone eso- Deja que yo me preocupe por eso- Ella es mía para preocuparme -Britt se acercó a la puerta -Y mía para protegerla. Buenas noches- Buenas noches, Britt -una vez que la puerta se cerró, Lucinda se dejó caer detrás de su escritorio y se llevó las manos a los ojos. Tomó el teléfono e hizo una llamada –Lo siento, ¿Estabas durmiendo?...Tengo que verte...No, iré hasta alláLucinda apagó las luces y salió por las puertas francesas y se dirigió a la residencia. Pensó en todos aquellos que sacrificaban todo para servir y proteger y de las veces que ella había pedido ese sacrificio. Más veces de las que podía contar y probablemente muchas más por venir.

HonorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora