Mi historia junto a ti Ranma X Akane (Primera Temporada)

mi venganza

-vaya no puede ser ukyo va a casarse con ryoga ¡que felicidad!

Penso el voz alga la peliazul con una sonrisa en su cara, le hacía mucha ilusión que su mejor amigo ryoga se fuera a casar con una mujer que realmente si valía la pena, su felicidad no podía ser más al enterarse que sería la madrina pues la invitación a la boda tenía una carta de parte del chico de la pañoleta anunciandole esto.

Pero esto no duro mucho después de que sus ojos color marrón se desviaron a un pequeño reloj de pilas que se encontraba colgado en la gran pared blanca de la sala "10:46 pm" era la hora que marcaba, ya se encontraba demasiado tarde y por la mañana cuando Ranma salió según el "no se demoraria" la verdad es que confiaba mucho en el y no creía que la estubiera engañando pero a pesar de que estaba enojada con el no quitaba para nada el echo de que le preocupaba demasiado la seguridad de su tormento.

"Tal vez después volvera" pensó la menor de las tendo entrando a su cuarto y dejando toda la comida que preparó en el refrigerador por si ese tonto chico por el cual siempre se preocupaba le daba la gana de llegar en algún momento.

(...)

Narra Ranma

Tuve que caminar demaciado, el lugar donde rumiko me llevó a entrenar estaba muy apartado de la sociedad,  estaba totalmente molido y sentía como mi cuerpo me quemaba.

Entre lentamente al cuarto del  hotel,  eran casi las 12:00 am y seguramente akane debe estar echa en furia y me pediría una explicación por llegar aquella hora sin avisar.

Al adentrarme al lugar pude ver que todas las luces estaban apagadas dándome a entender que mi esposa se encontraba dormida.

Con paso lento intentando hacer el menor ruido posible me acerqué al cuarto donde ella y yo dormimos y lo intente abrir pero al girar la manija me di de cuenta que este se encontraba otra vez cerrado por dentro.

-genial otra noche más en el sillón

Dije en voz baja acercardome a la cocina pues estaba con un hambre del demonio que sentía que pronto me desaparecería de este mundo.

El refrigerador estaba lleno de pasteles caseros que seguramente akane hizo,  siempre que comía algo preparado por ella sentia un poco de temor pues era inevitable no recordar aquellas veces en la que su pequeño tormento casi lo enveneno y lo mató.

Debía de admitir que el pastel no tenía la mejor apariencia pues akane es de manos chuecas y jamás esparce bien la crema y pone las fresas en su lugar pués hay rebanadas que tiene más que otras.

Con un poco de temor lleve mi mano a la cuchara para probar un poco de la comida de mi esposa y la sorpresa fue tal que sabía delicioso no tenía absolutamente ninguna queja a excepción de la apariencia que es lo de menos.

Del hambre que tenía no me importó nada y me comi absolutamente todo y después de esto decidi sacar unas sábanas de un cajón y acomodarme en la sala pues no quería despertar a akane para decirle que me dejará entrar y si lo hacía seguramente no me dejaría dormir con ella por su enojo.

(...)

Narra akane:

Ya por fin era de día,  lentamente abrí mis ojos cafés y acaricie mi estómago pues naoko estaba empezando a dar pequeñas pataditas protestando por algo de comer, no dormí muy bien anoche pues el dolor de espalda producto a mi embazado no era para nada lindo y muy aparte de eso naoko no dejaba de moverse de un lado al otro y siempre que me estaba quedando dormida empezaba a sentir fuertes antojos pero preferí no prestar mucha atención a esto.

Rápidamente me puse de pie y me coloque un pequeño saco de lana rosa que Ranma me había regalado en uno de nuestros aniversarios junto con un anillo.