Continuación de la teleserie El Secreto de Feriha

Continuación de la teleserie El Secreto de Feriha-dqb

Capítulo 23

Emir: maldita seas, que haces aquí 

Gunes: Emir, necesitamos hablar, es hora de que nos reconciliemos, amor, deja todo esto y vayámonos, así como Feriha se fue una vez con un tal Levent.

Emir: lárgate de mí vista o no sabe de qué soy capaz.

Gunes: Emir, tú y yo nos amamos, no te engañe. 

Emir: que te vaya, maldita sea, y en eso salió Gulfidan y le pegó un puñetazo a la pared

Emir: Gulfidan saca esta mujer de aquí y jamás la dejes entrar, me entendiste, por su culpa Feriha está en el hospital.

Gulfidan: como usted diga señor y la puedo agarrar por los moños.

Emir: haga lo que quiera con esa serpiente

Gulfidan: ya escuchó señorita, váyase, antes que la saque por el cabello, buena rogona y Gunes se fue. 

Emir estaba alterado, y solo agarró un vaso y se tomó un trago de whisky para calmar su rabia. 

Hospital

Doctor: señora Sarrafoglu el bebé está mucho mejor, les vendamos los ojos, para evitar que la luz produzca daños en la retina, ya que todavía no se ha completado su siclo de desarrollo.

Feriha: está bien Doctor, todo por la salud de mi pequeño.

Doctor: venga conmigo, y también, ya le preparé la de alta.

Feriha: y mi bebé Doctor, se va a quedar aquí

Doctor: El bebé no puede salir de aquí hasta que no cumpla el lapso de tiempo, acuérdese que nació de 6 meses, a esa edad de gestación es poco probable que un bebé se salve, él está como si estuviera en su vientre, claro tendrás que venir a diario amamantarlo y darle el calor de tu cuerpo, por lo menos dos horas, igual que el padre.

Feriha: está bien Doctor.

Cuando llegaron a la sala de cuidados intensivos, ahí estaba el pequeño con sus ojos vendados. Cuando ella vio al bebé tan indefenso, ahí en su incubadora y sus ojitos vendados, se pudo a llorar.

Feriha: por Alá mi pequeño, tuviste que sufrir las consecuencias del amor que se jugó tu padre, por no hablar a tiempo, permitió que esa mujer provocara esto. Pero yo estaré para ti mi amor, tu mamá luchará por ti hasta que salga del peligro. 

Emir la estaba escuchando, y bajó la mirada, dos lágrimas rodaron por sus ojos y prefirió quedarse afuera para esperar que ella saliera, y pasar desapercibido.

Así pasaron los días y Feriha cada día mejoraba, y el pequeño también, Emir solo la veía de lejos y no se le acercaba tratando de que ella no se alterara y llegó el momento de la de alta y él fue a recogerla, pero el bebé se quedó en el hospital, porque había nacido prematuro y tenía que cumplir un lapso de tiempo para llevárselo a la casa. Ella se montó en el auto sin decir palabras. Emir, rompió el silencio.

Emir: Feriha, si me dejaras contarte todo lo que pasó

Feriha: no hay nada que decir

Emir: amor, no lo nuestro no puede acabar así, déjame contarte todo.

Feriha: yo no soy tu amor. Está bien cuando lleguemos a la casa, te permitiré contarme tu historia, pero después de ahí, quiero que te vayas.

Al llegar a la casa, las niñas se habían ido con Hande a tomar un helado, dando tiempo que Feriha y Emir llegaran para llevar las niñas que estaban ansiosas por ver su madre.