Continuación de la teleserie El Secreto de Feriha

Continuación de la teleserie El Secreto de Feriha-dqb

Capítulo 110

Hande acababa de llegar a la casa y vio un carro que no conocía en el estacionamiento, le pregunto a un seguridad y él le dijo que ahí llegó una señorita que vestía un vestido semi desnudo y cabello rubio.

Hande: y los señores Sarrafoglu ya se fueron

Seguridad: solo la señora y joven.

Hande: ohh ohhh, esto me huele a seducción alcohólica. Y se apresuró a entrar.

Emir estaba a punto de corresponder el beso insinuador de Sefde, pero algo en su sub-consiente comenzó a rechazarla, y como pudo se la quitó de encima, Sefde, estaba en ropa interior, casi con los senos afuera, en forma insinuadora y seductora.

Emir: nooo, Feriha no se merece esto.

Sefde: pero Emir, si esa mujer no está aquí, ella no se dará cuenta.

Emir: desde que la tengo no le he traicionado, y no serás tú, con quien la traicione. Y como pudo medio cayéndose se subió el cierre y se abotonó la camisa.

Sefde: pero Emir es una sola vez, te deseo tanto, desde hace más de 20 años que lo hicimos, cuando descubriste que esa mujer te mintió.

Emir: no me recuerde ese noche, lo hice por venganza. Lo dijo con voz estropajosa, casi dominada por el alcohol y aturdida por el sueño.

Hande que estaba cerca, esperando el momento para estropearle los planes a Sefde. Entró en acción con tremendo cubo de agua que le lanzó a los dos en la cabeza.
Sefde: maldita Hande, que haces.

Hande: jajaja, solo echándole agua a ese fuego que te quedó, ya que no pudiste lograr nada con Emir, como veras ni borracho deja de serle fiel a su amada Feriha. Y tú Emir levántate de ahí, te llevaré a tu casa. Ven para que te ponga ropas de Koray, y tomarte un buen café, no creo que Feriha le agrade verte así.

En eso llega Can-Koray, y ayuda a Hande a llevar a Emir a darse un buen baño, en lo que ella le prepara un café para la borrachera.

Sefde: tomó su ropa, y salió en ropa interior, toda empapada. Me las pagará maldita Hande.

Hande: cuando quieras, estúpida ramera, casa borrachos.
Mientras Emir se metió debajo de la ducha, le caía el agua fría de pies a cabeza, y poco a poco iba reaccionando, dándose cuenta que el error que tú al cometer por su impulsivo coraje sin sentido. Solo pensaba que si hubiese hecho algo con Sefde, ella buscaría la forma de hacérselo saber a Feriha, y ahí si terminaría todo. La reacción de ella dejarlo ahí, aun sabiendo que una mujer le coqueteaba, lo puso a pensar, ya que ella en otra ocasión, se hubiese puesto celosa y no de le hubiese quitado del lado. Solo pensaba, porque lo dejo solo, lo estaría poniendo a prueba, él sabía que Feriha no era la misma, que había cierta madurez en su carácter, pero que sin embargo él, seguían actuando como un chiquillo caprichoso.

Emir: mi Feriha, tal parece, que el que no ha madurado en esta relación soy yo, estuve a punto de cometer el peor error de mi vida, amor mío. Todo eso daba vuelta en su mente.
Luego de durar más de media hora cayéndole agua helada en su cabeza, Emir salió de la ducha, se vistió y salió a donde lo esperaba Hande con un café cargado, acompañado de una pastilla para el malestar de la resaca, para que no le diera tan duro. Luego de tomarse su café

Emir: Hande, no le cuente lo que viste a

Hande: y que fue lo que vi Emir, solo una mujer semi desnuda provocando a un hombre borracho por despecho, el cual ni embriagado le faltó a su esposa.

Emir: si eso lo sabes tú, pero Feriha no lo entenderá así.

Hande: Emir, cuando te darás cuenta que ya no eres un muchacho que se le cumplían todos sus caprichos, me queda claro que Feriha siempre te ha puesto las cartas sobre la mesa, y fíjate que ella no me contó nada, pero por las acciones deduje de que se trataba tu mal humor. Después que una mujer tiene la responsabilidad de un hogar, una empresa, unos hijos, la vida no es igual, y ustedes los hombres creen que somos 24/7. Nosotras también somos seres humanos. Eso lo entendí después que nació mi hija, son muchas las cosas que pasan por la cabeza de una madre y más cuando los hijos crecen. Fíjate en todo lo que han pasado, el casamiento de Sherezade, la partida de Kerem hacia Francia, Milusfer con mal de amores. Crees que es fácil lo que ella está viviendo, más un viaje casi a la puerta de la esquina, más un esposo que al parecer es insaciable. Creo que ella no merece tanta presión, o acaso tú crees que es justo?

Emir se queda callado, solo se pasa las manos por la cabeza, comprendiendo bien lo que Hande le decía, sabiendo él que la carga que lleva su esposa, no es ni la mitad de la que él podría soportar.

Emir: tiene razón Hande, pero no es que no sea insaciable, Feriha me da todo lo que yo necesito como hombre, pero es una mezcla de amor, deseo que siento por ella, es como una llama que no se acaba, siempre quiero poseerla y no es una obsesión, ni que sea enfermo sexual, es solo que ella es mi mundo Hande, mi amor, mi todo. Creo que ya es tarde, me puedes pedir un taxi.

Hande: descuida yo te mando con el chofer.

Emir: gracias por todo Hande, ahora me siento mejor.

Hande: para eso son los amigos, no crees.

Emir le dio un beso en la frente y un abrazo a Hande, en señal de una hermandad que nació hace más de 30 años. Luego se fue a la casa, Feriha acababa de hablar con la línea aérea y le confirmaron que solo habría vuelo para las 3 de la tarde del siguiente día. Onur estaba esperando a su padre, no quería acostarse antes que el llegara. Cuando lo vio se le iluminaron los ojos y corrió a darle un abrazo.

Onur: papá que bueno que llegaste.

Emir: Hijo, perdóname

Onur: porque he de perdonarte.

Emir: tomé demasiado, y los dejé irse solo, por estar con un coraje inútil. Y tu madre donde está.

Onur: en su habitación, te dejó dicho que la habitación de huésped, estaba lista.

Emir: gracias hijo, pero tu madre y yo tenemos que hablar.

Emir se fue a la habitación y cuando entró la mirada de Feriha chocó con la de él fijamente, pero la de él era con vergüenza y bajó su mirada, ya que la mirada de Feriha era de reproche.
Feriha: te deje dicho con Onur que dormiría en el cuarto de huésped, porque como es obligado hacer el amor contigo, no vaya a ser cosa y me golpee.

Emir: cariño no digas eso, lo siento, estoy arrepentido de portarme como un niño.

Feriha: Y de que vale tu arrepentimiento si siempre te vas a comportar como un adolescente. Sabes estoy cansada de los mismo, si tú no has entendido que ya somos adultos, padres de 4 hijos que ya son adultos y tú te sientes como un adolescente, que si no lo complacen arman un berrinche.
Feriha, coge su almohada y se acuesta, Emir hace lo mismo, con el temor de que ella lo levante y lo mande para la habitación de huésped. Pero no pasó así, ella permitió que se acostara en la misma cama.

Emir: amor, perdóname, debí ser más comprensivo contigo, saber que eres el alma de este hogar, no comprender en todo lo que estás pasando. Nuestros hijos cada uno con sus problemas. Lo siento amor, pero te amo tanto, no creas que solo deseo tocarte porque estoy enfermo, es que eres mi pasión, mi vida, todo lo que necesito para ser feliz y muchas veces cuando quiero estar contigo y tú no quieres, presiento que me estas dejando de amar.

Feriha: Emir, un matrimonio no se sustenta en cuantas veces hacemos el amor, el matrimonio es convivir con el ser que amamos, es cuidarnos el uno al otro, comprenderse lo más que se pueda, es la unión de dos seres que se aman, aceptándose tal como somos. Yo te amo y deseo más que nada, pero hay momento que no puede.

Emir: pensé que no me deseaba cariño

Feriha: claro que te deseo, claro que me encanta hacer el amor contigo, eres el amor más bello y grande que tengo, me haces volar cuando me acaricias, me haces tocar las nubes y te lo he demostrado aceptando unos cuantos lugares para hacerlo. Pero tenemos momentos que no se puede, hay límites amor.

Cuando Emir escuchó la palabra amor, agarro las manos de Feriha y la besó y la acurrucó en su pecho, dándole un tierno beso en la boca, y abrazados se quedaron dormidos.

Continuará.