[GREG]
Su boca se movía al hablar, pero solo escuchaba "blah, blah, blah" viniendo de él. Su barba blanca en sus mejillas gorditas y su casi extinto cabello cano en su cabeza, le daban ese aire de papá Noel. Incluso sus gafas caídas a mitad del puente de su nariz, gritaban "legendario".
¿Cómo terminé con Santa Claus de loquero?
—¿Greg? ¿Greg?
Desperté cuando dijo mi nombre. Entrecerré mis ojos cuando sus rasgos avejentados mostraron su disconforme semblante. El silencio acabó con un suspiro del hombre mayor.
—Greg, esto es serio... necesito que prestes toda tu atención. Sé que piensas que no hay nada malo en ti, y quizás estés en lo correcto, pero si te han enviado aquí debe ser por una razón ¿no crees? —me murmuró con voz afable.
Odio cuando empiecen a hablarme como si tuviese cinco años. Rodé mis ojos, aburrido. Estaba aquí por culpa de una estúpida prueba de rutina de recursos humanos.
Y al parecer fallé.
¿Cómo demonios fallas en algo que no tiene respuestas incorrectas?
—Al principio de la sesión dijo que me diría el resultado de las pruebas, sigo esperando, doctor Kelsen.
¿Qué me diría? ¿Qué soy adicto al trabajo? ¿Quién no lo sería con un proyecto creciente como QUEST Enterprise? Ayudé a mi mejor amigo a fundar la empresa, y desde ese momento forjamos un nuevo camino para nosotros. Ahora soy el director de operaciones y jefe de Legal, es un puesto importante, y demasiado absorbente. El poco tiempo que me otorgo en el día, lo utilizo para saciar necesidades...
El psiquiatra me escrutó en silencio unos segundos, empezó a escribir en la libreta que tenía sobre la pierna cruzada, alzando sus oscuros ojos a mí. No sé qué demonios me estaba viendo, hasta que noté que tamborileaba mis dedos con frenesí, en el brazo del sillón verde. Me detuve, juntando mis manos en mi regazo.
—Es pronto mencionarlo, Greg —comenzó el hombre, con voz empática—, pero varias de las pruebas psicológicas apuntaron a un trastorno de hipersexualidad.
Me quedé sin aire dos segundos, achicando mis párpados cuando lo vi sin interés.
—¿Está diciendo que soy adicto al sexo, doc?
El hombre me sonrió amable, sacudiendo su cabeza.
—Considerarlo una adicción es algo fuerte, Greg. Tienes un trastorno, activado por un problema psicológico ya arraigado en ti. Puede ser qué quieras que el sexo ocupe espacios vacíos en ti.
Sonreí, fanfarrón.
—Bueno, doc, creo que soy yo el que intenta ocupar los espacios vacíos en ellas. Mierda, lo siento —me disculpé de inmediato—. No debí decir eso.
ESTÁS LEYENDO
NO JUEGUES CON EL PERVERSO ABOGADO
ChickLit[T E R M I N A D A] #2 Nina desea una sola cosa: tener control de su destino. Sus padres han gobernado cada instante de su vida, desde cómo vestir hasta con quién acostarse. En cuanto ve su oportunidad de ser libre, ella no lo piensa dos veces para...