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[GREG]

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[GREG]

El primer intento que Nina confiase en mí dándole una joya de matrimonio, no fue la correcta. Creo que no estamos listos emocionalmente para un compromiso formal. Sin embargo, estaba ansioso por hacerla comprender que no me voy a ir. Que no estoy renunciando a amarla de nuevo. No importa si me cuesta la maldita vida...

Salí de mi auto cuando noté la figura femenina por el retrovisor de la ventana. Nina se ve hermosa con todo, joder. Pero cuando se atreve a ponerse un vestido pegado a sus caderas, es mi maldita perdición. Me he esforzado tanto en no tocarla de demás, que he vuelto a ser esa bomba de tiempo a punto de explotar.

Caminé por la acera, deteniéndome justo frente al pórtico. Nina seguía unos peldaños más arriba, sujetando la correa de su bolso en su hombro.

—Espero que no te moleste no decidirme por un solo color de flores, o un solo arreglo —le dije vacilante.

Ella sacudió su cabeza con suavidad, puso fin a la distancia bajando los últimos escalones. Quedamos al mismo nivel en la acera, frente a frente. Mi corazón se congeló cuando ella alzó un tulipán amarillo.

—Esas fueron muchas flores, Greg. Pero me gustaron mucho —admitió, esbozando una media sonrisa.

Tomé la flor, desilusionado. ¿Acaso ella sabía que estaba rechazándome? No pude evitar alzar la mirada de la flor hacia sus ojos avellana.

—Nina, ¿sabías que regresarle a un hombre un tulipán amarillo es símbolo de rechazo a su declaración de amor?

Un gesto de espanto cruzó su rostro apenas escuchó mis palabras. De acuerdo. Quizás ella no conocía ese significado, y quizás yo sigo exagerando en los regalos que le doy. A veces es difícil no hacerlo, principalmente cuando se trata de Nina. Quiero colmarla de amor como debí hacer desde un principio.

Por lo que no pude quedarme así, di un paso al frente. Mostrándole el tulipán, envalentonado a instarla que me quiera de nuevo.

—Y si yo te devuelvo la flor... —continué diciéndole, esperanzado— significa que estoy desesperado porque me ames. Y que necesito que reconsideres tu decisión... ¿Lo reconsiderarías, Nina? Ya sé que me tomará una vida disculparme, pero no puedo renunciar a ti. Quiero a mi bella rubia devuelta, a mi chica amorosa que dice "te amo" y se enorgullece por ello...

Los labios de Nina temblaron mientras sus ojos anidaban sus lágrimas. Puse la flor en su mano, para que entendiese lo perseverante que puedo ser. Entonces enmarqué su rostro en mis manos, me dediqué a limpiar las lágrimas que cayeron por sus mejillas con mis pulgares, esas perlas que nublaban sus bellos ojos oliva y miel.

—Necesito que no me temas, Nina. Que estés convencida que no te voy a dejar nunca. Quiero que vuelvas a creer en finales felices y me incluyas en todos ellos. Te daré todo el tiempo que me pidas, justo como tú me lo diste a mí. Pero necesito que me dejes entrar, solo una vez más, mi vida. Confía en mí, por favor, solo eso te pido...

NO JUEGUES CON EL PERVERSO ABOGADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora