[GREG]
Siendo sincero yo no tenía nada qué hacer en Italia.
No había contratos que negociar o inversores con los que necesitase hablar. Era más útil en Londres en mi oficina que aquí. Pero Nina estaba en La Toscana. Puedo estar loco, pero cuando siento una corazonada, tiendo a seguir mis instintos. Y eso significa que Nina me necesitaba.
No quise mentirle, solo le dije la verdad. Me preocupa que viaje sola cuando la noticia de su hermano sigue demasiado fresca. Con su apellido "Wallace", Nina es una diana en movimiento incitando a todos que disparen a discreción. Paranoico o no, ella no está viajando sola.
Dos días en La Toscana y yo me había robado a Nina para una salida rápida al pueblo más cercano del palacio, a unos 45 minutos en auto. Si me las ingeniaba, tal vez podía escaparme con ella a Siena, al viñedo de los padres de Aiden. Apuesto que le encantaría recorrer esa finca.
Salí de la tienda de abarrotes donde me abastecí con agua y un par de golosinas que guardé en mi bolsillo para después. Salí al exterior del local bajo el toldo que nos cubría del sol, encontrándome con Nina que seguía tomando fotos.
—Y bien... —le pregunté— ¿qué te parece el lugar?
Nina guardó su móvil, dejando de retratar las casas renacentistas frente a nosotros. Calles empedradas, autos viejos y conservados, el sitio estaba congelado en el tiempo. Incluso el aire puro de las montañas a lo lejos, lo volvía todo diferente.
—Lo adoro, Greg, es tan increíble, me siento en otra época.
Le di una de las botellas con agua que acababa de comprar. A diferencia del sol que conozco en Londres, este es más intenso. Estamos cerca del nivel del mar, así que unas horas bajo los rayos solares sofocarían a cualquiera que no esté acostumbrado.
—Ven, vamos a recorrer el lugar.
Alcé el sombrero trilby* de paja blanca y con una cinta negra que compré para ella. Lo puse sobre la cabeza de Nina, mientras esta me sonreía dejándose mangonear por mí. Combinaba bien con su ropa veraniega: blusa blanca de algodón y shorts cortos de mezclilla.
—Listo —murmuré decidido—. Hermosa y protegida del sol.
Obtuve un beso de recompensa y una brillante sonrisa cuando me tomó la mano. Me coloqué los lentes de sol antes de dejar la sombra del toldo de la tienda de abarrotes. Salimos de nuevo a la calle, para ser un día de semana había mucha circulación de peatones, más que de autos.
—Deberíamos buscar una tienda de regalos o algo así —murmuró curiosa, recargándose en mí— Quiero un par de recuerdos para mis amigos.
—Podrías llevarle cinta adhesiva a tu amigo Ethan —comenté cínico—. Ya sabes para que mantenga la boca cerrada.
Nina me empujó con su hombro, sacándome una sonrisa. No lucíamos diferentes de cualquier pareja que paseaba por el lugar histórico. Pero nos alejamos de la calle principal cuando Nina me instó a doblar a la izquierda. La calle anexa estaba desolada.
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NO JUEGUES CON EL PERVERSO ABOGADO
ChickLit[T E R M I N A D A] #2 Nina desea una sola cosa: tener control de su destino. Sus padres han gobernado cada instante de su vida, desde cómo vestir hasta con quién acostarse. En cuanto ve su oportunidad de ser libre, ella no lo piensa dos veces para...