[GREG]
La lluvia estaba empezando a caer de camino a Bristol. Los parabrisas limpiaban las gotas caídas sobre el vidrio frente a mí. Luces intermitentes encendidas, el ruido ocasional de los autos avanzando por la carretera, mientras yo seguía detenido a un costado. Con la pantalla de mi móvil encendida y una foto de Nina sonriendo en mi fondo de pantalla. Cinco minutos y todavía no tenía una llamada de ella.
"—Estoy saliendo de la empresa, llegaré al hospital en diez minutos. Te aviso cuando esté ahí, trata de regresar si puedes."
El mensaje de Aiden me hizo sentir un poco mejor. Miré al frente del camino, aún me faltaba una hora más de viaje hacia Bristol, Londres seguía estando más cerca, ¿debería regresar?
Tenía los nervios alterados, en especial por el auto que parecía seguirme desde que salí de casa. Un maldito turismo azul. Mis ojos no se apartaron del retrovisor hasta que vi el mismo auto, avanzó justo por la carretera sin detenerse. Hasta que desapareció a la distancia.
—Tal vez sí estoy paranoico —susurré ansioso.
Quité la emergencia del auto, y empecé a incorporarme a la carretera, despacio. Seguí hacia Bristol por al menos diez minutos, con el corazón latiéndome deprisa, pensando en mi esposa. Cuando Rhae habló conmigo, intentó calmarme, diciendo que Nina estaba bien, un simple desmayo, cosa de nada. Pero la ansiedad que me estaba consumiendo no decía lo mismo.
De un manotazo apagué la maldita música del radio. No estaba ayudándome en lo absoluto. Que incrementase la lluvia tampoco me relajó. No podía dejar a Nina así. Coloqué las intermitentes de nuevo antes de empezar a dar la vuelta de regreso. No había tráfico, así que no me costó nada. Una vez estuve en el carril de camino a Londres, nada de me detuvo por avanzar a toda velocidad.
Un par de autos y motos pasaron a mi lado de camino a Bristol. Revisé el retrovisor cada dos minutos, hasta que noté cómo una moto también giraba en la carretera, y se acomodaba a mi carril, varios metros detrás.
La ansiedad volvió a golpearme como una granada.
—Maldita sea...
La luz de mi móvil empezó a avisarme de un mensaje entrante. Noté que era Aiden. Estiré mi mano para tomar el aparato del asiento del copiloto. Solo me distraje dos segundos, solo quité mis ojos de la carretera por un instante, cuando todo se fue a la mierda.
Sin previo aviso, tenía al conductor de la moto a un lado. Todo ocurrió en un suspiro, su arma apuntaba mi vidrio, disparó, y perdí el control del auto, saliéndome de la carretera. Fue algo brusco, y la velocidad a la que conducía no ayudó tampoco. Las ruedas derraparon, y debieron chocar contra una enorme piedra o algo demasiado fuerte para hacer que el auto diera una vuelta, dejándome boca arriba.
Pude sentir la sangre caliente manando de mi cabeza. Vi motas negras, estaba perdiendo el conocimiento. Lo último que registré, fueron un par de botas negras acercándose, la moto estacionada varios metros atrás, hasta que caí.
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NO JUEGUES CON EL PERVERSO ABOGADO
ChickLit[T E R M I N A D A] #2 Nina desea una sola cosa: tener control de su destino. Sus padres han gobernado cada instante de su vida, desde cómo vestir hasta con quién acostarse. En cuanto ve su oportunidad de ser libre, ella no lo piensa dos veces para...