5 3

9.3K 781 68
                                    

"—Así que

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"—Así que... —pregunté curiosa— ¿Me dirás tu nombre completo?

Necesitaba una compañera de habitación. Alguien con quien pudiera llevarme bien. Hasta el momento de los aspirantes que respondieron mi anuncio, ninguno era de mi agrado. Este era mi último intento antes de darme por vencida y regresar a casa de mis padres.

—Yo... soy Madison Aldridge —murmuró la chica frente a mí.

Estábamos en una cafetería cerca de mi apartamento, demasiado cerca en realidad. Respondí el mensaje de Madison cuando preguntó si mi habitación extra seguía disponible. Por el chat, ella me pareció una chica segura, me encantaron sus ingeniosas respuestas. Definitivamente, tenerla de frente no es lo que imaginé.

Sus mejillas han pasado sonrojadas apenas la saludé. Y creo que sus ojos son de un extraño azul violáceo. Es difícil saberlo, le encanta ver la mesa más que a mí. Ese cabello oscuro tan largo, cumple su propósito al cubrir parte de su rostro. Es muy bonita, en realidad.

—Bueno, Madison, ¿dónde estás viviendo ahora? ¿Por qué quieres mudarte?

—Pues... —susurró nerviosa, alzando sus ojos bajo sus pestañas— rento una habitación en un motel al sur de la ciudad. Busco algo más estable, y más cerca de mi trabajo...

Señaló con su pulgar el mostrador de la cafetería, detrás de ella.

—¿Trabajas aquí? No creo haberte visto antes ¿hace cuánto empezaste?

—Conseguí el puesto ayer, pero es temporal —dijo apresurada—. Solo hasta que las clases en la universidad inicien y pueda recibir el pago de mi beca. No creas que no tengo plata con qué pagar la habitación, tengo dinero ahorrado, lo suficiente para mantenerme.

Sonreí ante ese nuevo rayo de espíritu que la impactó. Me agrada esta chica..."

***

Miré a mi alrededor, la cocina de Rhae era grande, lo suficiente para albergar a unas treinta personas sin problemas. Había mucha más gente en su sala de estar, y otras cuantas almas rodeando la casa por las puertas que daban al exterior del jardín. Todos ellos aquí dentro, miraban con malos ojos la escena frente a nosotros.

Un tipo que apareció de la nada, tenía acorralada a mi mejor amiga contra la isla de la cocina. Su boca tóxica seguía esparciendo veneno, asegurando que Madison dejó morir a su propia hermana a propósito. Y todos los invitados estaban creyéndole. Nadie, ni siquiera Aiden pudo hacer algo. Dos tipos grandes casi de su tamaño lo tenían sujeto de sus brazos y doblado a la mitad después de soltarle un par de puñetazos.

—¡Jay! —rugió Rhae, a mi lado, sujetándome el brazo— ¡Saca a ese estorbo de aquí!

Miré a mi derecha, hacia el perfil de la mujer que me había asegurado conocer a Madison mejor de lo que yo lo he hecho estos cinco años. Su rostro serio, no hacía nada más que cercenar con odio al sujeto que su amigo tenía preso de su camisa.

NO JUEGUES CON EL PERVERSO ABOGADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora