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[GREG]

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[GREG]

Era la primera vez que el legendario psiquiatra con aires de papá Noel me tenía intrigado. Hablando de filosofía y el pensamiento ético de algunas doctrinas. Soy abogado, adoro esos temas. Pero siempre he preferido un pensamiento, por sobre todos, quizás era la razón de mi descontrol, solo que no lo pensé hasta que él me obligó a hacerlo...

—Entonces dime en ¿qué crees, Greg? —propuso Kelsen, mirándome con una interrogante.

—Me gusta el pensamiento hedonista si puedo serle sincero, doc —admití con media sonrisa—. Siempre he creído que el placer es el único bien que el hombre debería alcanzar.

Su impresión se reflejó en su rostro, alzó sus cejas blancas cabeceando con sutileza.

—¿Qué hay de la felicidad?

—Es subjetivo —bufé, encogiendo un hombro—, verá, la felicidad de una persona, es proporcionada por un conjunto de placeres en su vida. Al final de cuentas, ser feliz es placentero. Esa es mi esencia, el placer primero.

Sonaba egoísta, pero al diablo. Alcanzar lo que quieres se siente bien, cualquier cosa, material o espiritual. Tus logros te hacen grande, te hacen ambicioso, te dan un placer que no te lo puede brindar nada.

Kelsen anotó en su libreta unos instantes, cuando se detuvo, alzó su rostro con una intrigada mirada hacia mí.

—Hay personas que les gusta ayudar a otros, Greg. Su placer está ligado a emociones ajenas. Si hacen felices a alguien más, son felices ellos mismos. ¿Qué crees de ello? —demandó curioso, bajando su pluma sobre su libreta.

Crucé mi tobillo sobre mi pierna, mirando al hombre como si él acabase de arruinar el juego. Su oficina con colores claros y calmos jamás me proporcionó un sentimiento de tensión, hasta hoy. Pero qué buenas primeras veces.

—Eso es un gesto muy débil —confesé serio—. ¿Qué pasará si no haces felices a todos? ¿O estos no quieren su contento? Mi felicidad, mi placer, es mío, yo lo busco con mis acciones, los demás son simples herramientas para conseguir lo que quiero. No puedo pensar en otros sobre mí, no puedo permitirme bajar la guardia. Porque ¿qué evitará que alguien más obtenga su placer con dañarme?

A mi hermanito menor le fascinó restregarme en la cara su invitación a su boda con mi ex prometida. Apuesto que le causó placer tenerme ahí de su jodido testigo, asegurando su unión civil con una mujer que dijo amarme más que a nadie.

Ahora, Danielle es su esposa número dos. Ya que al igual que mis padres, mis hermanos han resultado seguir su patrón de divorcios, y buscar el amor fugaz en casarse. Una y otra vez.

No quiero estar así de enfermo jamás.

La suave risa jocosa del doctor Kelsen, me hizo alzar la mirada y observar el gesto divertido en las facciones gorditas del hombre. Me pregunto, qué hará el 24 de diciembre. ¿Repartirá regalos toda la noche?

NO JUEGUES CON EL PERVERSO ABOGADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora