Scott tenía una sola condición para salvar a Greg: mantenerlo en secreto. Entrar y salir, fin del asunto. Una misión de rescate entre nosotros. Sonaba estúpido.
—Esto no es un robo a un banco, Scott —lo regañé de nuevo—. No puedes solo irrumpir y exigir lo que quieres esperando no morir, ¿quién nos crees? ¿Bonnie y Clyde?
Él me miró de reojo, había apoyado los antebrazos en el volante, inclinándose hacia el frente, mirando por el parabrisas del auto hacia el oscuro horizonte. Salimos a dar una vuelta a media noche, porque... ¿por qué no? ¿cierto?
Terminamos estacionados por el este de Docklands. Observando el Támesis a la una de la mañana, solo la luna llena y los faroles de la ciudad seguían despiertos. Donde a lo lejos, al otro lado del río, se notaba un complejo de edificios viejos, totalmente abandonados. Scott estaba convencido que no habría otro lugar donde buscar a Greg, más que ahí.
—No soy estúpido, Nina. Tengo un plan. ¿Puedes confiar en mí de una vez por todas? —me pidió cansado.
Solté un pesado jadeo, apoyando la cabeza contra el respaldo del asiento. Sonaba muy simple: cruzar el puente Victoria caminando, acercarnos a Silvertown e internarnos en propiedad privada para sacar a mi esposo de su encierro. Tan sencillo, por lo que es una locura. Las películas de acción me han hecho desconfiar, los malos siempre contratan más malos para defender sus bienes. Y ese sitio debía estar infestado de tipos corruptos, adeptos de padre.
—Todavía creo que debemos llamar a Mick. De verdad. Él podría ayudarnos.
Scott sacudió su cabeza, rodando sus ojos.
—Mick jugará a lo seguro, Nina. Es un bue tipo, pero en este momento, jugar con las reglas no nos conviene. Cuando Thomas se entere que están tramitando una orden de cateo en sus propiedades, ocultará a Greg. Lo conozco, lo ha hecho antes para que no descubran sus cargamentos ilegales. Tiene informantes en lugares estratégicos. Mick no quiere entender eso...
—Supongo que estamos solos... ¿no?
Mi hermano cabeceó una vez.
—Algo así.
Igual que siempre.
Scott encendió el motor y regresamos a casa...
Al día siguiente, tuve que hallar la forma de mantener a Scott oculto mientras atendía varias visitas. Maddie llegó temprano, estaba muy emocionada por su cita en el médico y descubrir el sexo de su bebé. Luego Luther apareció por segunda vez. Le mentí sobre no saber nada de mi hermano, él no me creyó. Entonces revisó la casa por segunda vez, pero no encontró nada. Scott es bueno escondiéndose...
Dejamos la casa esa misma noche, esta vez a las dos de la mañana. Me despedí de mi bebé, prometiéndole que volvería a casa con su papá, aunque me dolía el corazón creer que quizás es una mentira. No quiero mentirle a Colin, no importa si él duerme y no me entiende, me basta con saber que puedo estar mintiéndole...
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NO JUEGUES CON EL PERVERSO ABOGADO
ChickLit[T E R M I N A D A] #2 Nina desea una sola cosa: tener control de su destino. Sus padres han gobernado cada instante de su vida, desde cómo vestir hasta con quién acostarse. En cuanto ve su oportunidad de ser libre, ella no lo piensa dos veces para...