5 9

9.5K 750 115
                                    

Dos días después Madison tenía su fiesta de bienvenida como terminé acordando con Aiden

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dos días después Madison tenía su fiesta de bienvenida como terminé acordando con Aiden. Lo hicimos en grande, decorando la terraza del edificio donde vivimos, con faroles por todas partes, Greg se encargó de conseguir más mesas, Ethan de la música y el resto del alcohol y la comida.

La noche apenas se sintió fría con tanta gente reunida. Incluso cortamos un pastel para Maddie, no era su cumpleaños, pero se sintió bien festejar el regreso de la oveja extraviada. Yo podía sentirlo al estar a su lado, Madison era otra, o tal vez, es la persona que tuvo que ser desde un inicio. Me agrada más esta versión.

La velada estuvo genial, Aiden no le dio oportunidad a ningún hombre de acercarse demasiado a su novia. Su novia: Madison. Finalmente me sentía en paz que el lento de mi jefe reconociera sus sentimientos y no jugara con los de Maddie. Es obvio que la quiere, parece ser que ella es la razón que Aiden necesita para pasar un buen rato. Es la primera vez que lo veía sonreír tan seguido.

Miré sobre mi hombro, mantuve mis brazos apoyados en el borde de cemento del balcón que daba a la calle. Eran casi las tres de la mañana, el cielo estaba negro en su totalidad y todavía había suficientes fiesteros que seguían bailando, bebiendo, o solo hablando.

Giré mi rostro para descubrir por qué Aiden se reía a carcajadas. Greg estaba con él, tratando de no reírse al hablar, su mano gesticulaba la señal universal de "masturbación" para un hombre. A veces son unos niños. Rodé mis ojos, regresando la atención hacia Madison a mi lado.

—Me parece completamente loco —jadeé desconcertada—, como te atreviste a irte sin decirme que no dejaste que Aiden te explicase las cosas en el hotel. ¿Por qué lo ocultaste?

Teníamos unos minutos hablando, sinceramente expresando palabras sobre el problema de Madison de ocultar las cosas y sufrir en silencio. Ella en serio debe aprender a sobreponerse a esos malos recuerdos que la persiguen. Tengo unas ganas de buscar el número de Rhae, solo para que me apoye en esto. Es más, debería buscarlo.

Madison se sonrojó, ya tenía las mejillas rosadas por el frío que hacía, pero su rostro empezó a tornarse rojo. Al menos tenía la delicadeza de saber que había hecho mal al apresurarse en su decisión de desaparecer sin dar razones a Aiden.

—Nina, sabía que me ibas a obligar a hablar con él, y no quería que hicieras eso en ese momento —refunfuñó a la defensiva, apartando la mirada de mi serio rostro.

¿Acaso acababa de escucharse?

—¡Duh, Maddie! —le dije cínica— Comunicación, amiga, ¡Cristo! Comunicación. Si quieres llevarte bien con alguien, hablar es la maldita clave. "Y ya sé que nuestros errores son parte de nosotros prácticamente enseñanzas de la vida y eso", pero demonios, no aprendas todo a la mala, chica.

—Ya sé, Nina... no más regaños —gimió Maddie, mirándome con pesar antes de esbozar una sonrisa medio ebria—. Aiden y yo estamos bien ahora. No ocurrirá algo peor, lo sé.

NO JUEGUES CON EL PERVERSO ABOGADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora