L4 Visitando Cissie - Recetas encontradas nunca perdidas

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Allí, tranquilo guardaba el bolso que no entro en el baúl arriba de mi asiento, me acomode y saque mis golosinas de mi moral.

- Caramba si que sabes pelear.- Dice mi compañero de asiento

- No, solo tu ve suerte.

- Pero esos movimientos, parecías un pez en el agua.

- Aaa ya te entiendo, es que soy acróbata, por eso se moverme así.

- La verdad ahora me siento mas seguro.

- ¿Por qué lo dices?

- Por la inseguridad que hay, nunca te sabe cuándo te va a tocar.

- Y si, el mundo está loco.- Allí me pongo mis auriculares y mientras miro la ventana comienzo a masticar mis dulces.

El viaje a New Swim era largo si no volabas, pero no quería llamar la atención volando, tanto sea por mis medio o por avión, no me gustan los aviones, me siento muy encerrado en ellos. La noche era tranquila y se veía de un lado los capos verdes cultivados de vaya uno a saber, y de la izquierda el mar que reflejaba las lunas en el. Dormí plácidamente hasta que el ómnibus hizo la primera parada, tenía una hora para bajar, estirar las piernas, comer y seguir el viaje. Cuando veo a un niño subiendo solo al bus, sin madre, sin nadie cosa que me extraño un poco y le pregunte al que conducía si eso era normal, si que tan pequeños podían viajar solos y me dijo que si, que era normal que el lo hiciera, ya tranquilo me dedique a ver que había de comer en ese parador.

Allí tenían las cosas clásicas, carnes asadas, picadas que consistían en muchas cosas pero en pequeñas cantidades pero lo que me llamo la atención era una crema muy deliciosa lo cual le pregunte al mozo que si sabia como se preparaba.

- Lo siento, es recta secreta de la casa.- Puse unos billetes sobre la mesa.

- Esta llave habré tus secretos.

- Caramba que si, espéreme un rato se la traigo.

Entonces sigo comiendo tranquilamente cuando un hombre que vestía ropas de cocina se acerca a mi y con amable conversación quiso ver si el negocio era serio.

- Hombre estoy recorriendo el país buscando nuevas recetas y pagando obviamente por saberlas. Por cierto, su nombre estará en mi libro y la forma de contactarse con usted, así que seremos todo beneficiado.

El hombre muy a gusto me conto como prepararla y yo escribí en mi computador la receta y sus secretos, anote su nombre, su código para contactarlo y le saque una foto para recordar su rostro. El tiempo cuando pasa rápido es que uno lo pasa entretenido y mi tiempo en el lugar se acabo, me despedí del lugar llevando algunos recuerdos y bien aprovisionado ya que no pararía el viaje en 9 horas.

De tanto estar sentado mirando el paisaje uno se aburre, así que abrí algunas de las notas que tenia en mi computador y las revise.

Pasaron las nueve horas sin mucho más, alguna conversación y llegue a el poblado de Cissie.

Allí estaría algunos días ya que tenía ese lugar varias cosas interesantes. Primero, un gimnasio de artes marciales de Arte Karito, luego de eso varias cosas folclóricas que no me interesaban.

Al despedirme vi que el niño continuaba el viaje, al irme le dije.

- Mira, me sobra esta comida y yo me prepare nueva, ten.- Y le entregue todo lo que tenia.

- Gracias señor. ¿Y como se llama?

- Me llamo Qwon Pan Do y tu

- Custos.

- Bien Custos, cuídate.

Cissie era un lugar pequeño comparado con el lugar en donde estaba Abu. Su centro consistía en algunos negocios apelotonados, casa de madera, una plaza con su fuente y luego la distancia entre casas se hacia mas separada hasta fundirse con el campo. Como buen...caramba mi raza no tenía nombre. ¿Por qué no me había cuestionado eso antes? Bueno, como buen nacido en Pan Do el primer lugar era aquel bar que parecía que era posada también.

Al entrar vi un lugar que amontonaba historia en cada peldaño, en cada comisura de las paredes, un bello lugar para estar algunos días. Nomás me senté en una de sus rectangulares mesas se me acerco una moza bella.

- Buenos días. ¿Desea comer algo?

- Tanto como beber al sol cuando se pone en el mar. Deme lo más rico del lugar y no se preocupe si es abundante soy de buen comer.- La mujer sonrió.- Algo de tomar.

- Pues me gustaría lo mejor que se haga en la zona, pero que no sea cosas carbonatadas, no me agradan mucho.

- Muy bien.-Dijo tomando nota.- Desearía algo de postre.

- Pues la verdad si. Sorpréndame.

- Bien.- Dijo guardándose la nota en su falda y retirándose.

Disfrutaba de la música en paz mientras llegaba el banquete, realmente estaba muy a gusto con lo probado y memorizaba muy bien los nombres de las comidas que me traía, luego vería si quería sus recetas o no.

Satisfecho pregunte si había una habitación para descansar de mi viaje y para estar unos días, mis suposiciones eran ciertas, era una hostería también.

Cama, mullida, grande, dormir quería, y cerré los ojos.

Las aventuras de Qwon - #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora