L9 De las montañas

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El día siguiente al sepelio fue un día algo duro ya que iría al colegio solo. Al llegar muchos amigos me dieron consuelo hasta el lampiño era amable conmigo, a su forma, forma tosca, pero algo me faltaba y era Shiro. Luego del instituto volví como siempre al monasterio a por mis clases cuando fui apartado por el jefe de estudiantes.

- Qwon ya que tienes un espacio libre en tu habitación se te asignará un nuevo compañero, sígueme.

Entonces fui con el hasta las puertas del templo, allí había un peludo lobo, muy joven y pequeño en tamaño. Sus ropas eran humildes, de la gran montaña por lo que veía, también su tono lo delataba.

- Bueno Liu Tong, este será tu hermano mayor.-dijo señalándome.- Cualquier cosa le preguntas a él, si el no sabe me preguntas a mi.- Y se retiró dejándome solo con mi nuevo compañero.

- Un gusto hermano mayor.- Me extendió su mano y se la acepte.

- Bien, como es tu primer día te enseñare lo básico, primero la habitación.

Caminamos por el monasterio, hacia la habitación y de paso le enseñe que era cada cosa, donde se impartían las clases y demás, todo se podía ver claramente por dónde íbamos. Al llegar a nuestra habitación le enseñe su cuarto.

- Esta es tu responsabilidad, es tú deber mantenerla limpia y ordenada.

- ¡Cuánto Lujo!- Dijo entrando a ella.- En mi casa éramos cuatro por cama.

- Pues es esta solo para ti, aquí te entrego tu comunicador y tu computador, ambos tienen mi número, el de jefes de los alumnos y el de los profesores. ¿Alguna pregunta?.

- ¿A que hora comemos?

- Buena pregunta. ¿No comiste nada en el viaje hacia el monasterio?

- No, desde anoche no como.

- Caramba, que cosas. ¿Y qué te gustaría comer?

- Cualquier cosa, solo que no contenga carne.

- Pues ya veremos qué hacer. ¿Comes leche y huevos?

- Sí, no hay problema con eso.

Entonces prepare un buen revuelto de huevo, queso y verduras como guarnición acompañado por un rulo de tomate, queso, huevos y un par de mis cosas secretas.

Este chico me agradeció la comida y era muy ceremonial a los rezos antes de comer, lo seguí mas por respeto que por devoción. Luego, como le explique, uno cocina, el otro limpia igual de todos modos mientras cocinaba iba limpiando, así que no le deje mucho trabajo.

Lo actualice en las cosas del colegio, que debería rendir una prueba de nivelación al otro día, que no se preocupara que yo le diría donde están las cosas allí también. Luego de todas las indicaciones nos pusimos a charlar con respecto a cosas de su pueblo, al parecer era un pequeño pueblo perdido en la montaña el cual no parecía estar en ninguna ruta de comercio y que solo se llegaba a través de senderos. Era de familia numerosa y desde pequeño había sido preparado para ser monje y apenas tuvo la oportunidad de poder entrar al monasterio la a provecho. Lo felicite sinceramente, al parecer no era tan fácil entrar aquí.

Estuve toda la mañana tomándole evaluación para ver su nivel, era alguien inteligente y de buena educación, no lo hubiera imaginado sabiendo sus orígenes.

- ¿Dime Qwon, es verdad lo que dicen de ti?

- ¿Qué dicen de mi?- Pregunte curioso.

- Que eres un violento terrorista, al menos eso vi que dicen en la nación del Aire.

- ¿Nación del Aire? Pues sí, hay lugares donde me llaman así, pero solamente por llevar justicia.

- Es increíble que tu solo pudiste contra toda una base militar.

- Pues sí, pero eso es ya del pasado, ahora estoy más abocado a otras cosas.-Hice una pausa revisando unos libros, luego de comprobar que eran los correctos se los ofrecí.- Ahora ten, estudia y completa el cuestionario que te di para ver que cosa debes repasar.

Las aventuras de Qwon - #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora