L7 Guardia nocturna (primera parte)

2 0 0
                                    

El viaje hacia Modir fue tranquilo con uno que otro insecto delicioso pero no mucho mas. Al contrario de lo que se esperaría, no todo por bosque, mucho de su camino era por áreas de cultivo, llanos, y un par de villas. Cabe explicar que este poblado era donde se hallaba la cantera principal de donde proveía nuestras mejores piedras, uno de los elementos principales de construcción según mi. Algunos se les antojo al principio un lujo utilizar tanta piedra pero luego de explicar que deberíamos usar mucho fuego para combatir a nuestro enemigo la paja y la madera fue dejada de lado.

Aquel lugar era también famoso por el trato que se le daba a sus muertos y por sus bellísimas tumbas, me explicare. Estas verdaderas obras de arte eran de exquisita piedra labrada con gran arte y sus ritos funerarios muy elaborados siendo un punto de referencia para todo aquel que quisiera dar una sepultura cumpliendo con los ritos más elaborados que hubiera.

Al llegar al poblado mi impresión fue muy buena, sus casa eran casi completamente echas de una piedra blanca muy hermosa, no era mármol, era otra roca que solo en este mundo. Sus calles estaban adoquinadas y con las suficientes fuentes como para que toda la población pudiera augurarse el líquido elemento. Después supe que para sus deposiciones no constaba de letrinas, sino de un baño primitivo más complejo, pero aún se mantenía fuera de las casas. Para la higiene personal cada casa constaba de una cabaña de madera, casi la única construcción de este material. Esta curiosa construcción tenía una bañadera metálica que se calentaba por abajo causando un gran vapor, fue realmente un placer bañarme en una de estas, me recordó mucho a los baños de Pan Do, seguramente algún ancestro de mi tierra pasara por aquí y lo imito.

Fuimos bien recibidos por una comitiva muy protocolar, presentamos nuestros papeles al alcalde. Estos presentaban un plan de acción, también presentaban mis antecedentes como guardia y mago y que se pusiera la soldadesca a mi mando. Para no causar celos uní a mi grupo cercano a un tal Shinkot, un elfo jefe de guardia el cual me mostro todo el poblado y yo le comunique mi teoría de cómo sería la mejor defensa. Los uniformes de esta soldadesca era marrón verdosa que me recordaba a las hojas de otoño, ecos estos de una tela exquisita de una textura de gran calidad, a pesar de la rudeza de su trabajo estos estaban muy limpios y ordenados. A pesar de mi buena impresión no eran más que campesinos con espada, voluntariosos, disciplinados, limpios, pero no dejaban de ser simples campesinos, me sorprendió que un lugar tan importante no tuviera una guardia más profesional, ya pondría manos en este asunto. En mi deambular llegue al cementerio, al arribar a este famoso punto encontré un lugar de gran hermosura, con tumbas muy trabajadas y con un orden espectacular en todo, pero vi que fallaba en la delimitación con el poblado. Abecés hasta parecía confundirse el parque de este con el poblado, decidí entonces abocándome a planificar la construcción de unas murallas. Esto me gano las malas miradas de los sacerdotes ya que según su tradición no debía tenerlo, pero explique que antes de las tradiciones estaba la seguridad de las personas.

- Esas murallas impedirán que la gente entre a visitar a sus ancestros.- Decían muy enojados.

- No señor, no serán para que visiten a sus ancestros, serán para que los ancestros no salgan.- Respondía

Explique que las fuerzas que estaban ejerciendo poder eran terribles y que había que tomar todos los recaudos que fueran necesarios.

Puse a Axel y Axis a entrenar a la soldadesca para la noche, así le explicaban las estrategias para luchar contra estas criaturas, de como les afectaba el fuego y de cómo tratar las heridas causadas por sus mordeduras. Allí mismo tratamos a algunos soldados la infección que causaran estos no muerto evitando de esta forma su muerte y no muerte, aunque siempre con la mala mirada de los sacerdotes al vernos utilizar el fuego de forma tan liviana.

- Con esas practicas marcaran hasta para la otra vida a la gente.- Replicaban

- Mejor entrar a la otra vida con una marca que a la no vida entero.- Respondía.

Esta actitud comenzaba a molestarme pero no les daría mi opinión con respecto a su religiosidad, no quería un sublevamiento de un poblado tan piadoso e útil.

Comimos allí cosas exquisitas, aunque según ellos era la comida común de la soldadesca. Al estar tan alejados del mar no era común nuestros pescados e insectos de mar, en cambio tenían animales de granja muy exquisitos.

Luego de hacer los planos que se utilizarían descanse hice descansar a la mayoría de la soldadesca ya que de noche tendríamos mucha acción. Fui el primero en despertar y me pasee por entre el pueblo con mi silbato, herramienta que les diera a todos los guardias para saber si había algún problema. En mi patrullaje con Janet no percibi nada extraño, es mas si hubiera habido algún observador me podría haber confundido con algunos turistas. El lugar que me fuera prohibido el entrar fue las cámaras internas del templo, fuera de la zona de adoración no podía transitar. Ellos aludían que solo los sacerdotes consagrados les era permitido entrar, esa actitud comenzaba a cansarme, pero la respetaría, sin embargo tendría el lugar vigilado.

El atardecer finalmente llego, y todas las antorchas que apostara alrededor del cementerio y el poblado fueron encendidas, esta noche estaríamos solos, en el sentido que nosotros cuatro éramos los únicos soldados profesionales ya que mañana recién llegarían los refuerzos. Axel y Axis irían al cementerio, yo con Janet estaría en la periferia.

Al notar una actitud extraña a esta le pregunte.

- ¿Tienes miedo?

- No, solo que siento algo extraño en el aire.

- ¿Tu también lo notaste? Es algo húmedo y corrompido.

¿Haremos algo con respecto a eso.- me pregunto curiosa

- Estaremos alerta, mañana con el sol sobre nuestras cabezas y con los refuerzos aquí buscaremos su fuente, solo sé que viene de fuera del pueblo.

- Yo no estoy tan segura.- Esa afirmación me hizo pensar.

Me quede callado porque yo tenía mis sospechas, el aroma venía desde fuera, pero tranquilamente alguien desde dentro podría ser la fuente, estaba confundido.

La noche nos atrapo caminando por el allende del silencios poblado, la orden para los civiles fue que todos se encerraran en sus casa y trancaran las puertas y ventanas.

No había luna en este mundo, pero igual rece al sol esperando su pronta venida.

Las aventuras de Qwon - #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora