L8 Revelaciones (primera parte)

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Vienen por mí, lo sé, vi que están subiendo la montaña los magos y los sacerdotes, Ariel esta con Trébol Danzante, escribiré mientras mis criaturas guardan todo en la bolsa.

El día comenzó como cualquier otro, con los rezos matutinos, con el saludo del sol, todo auguraba que sería esplendido. Hoy iría a pasar Ariel unos días con el hijo de Trébol Danzante, me gustaba esa compañía, le enseñaban muchas cosas interesantes y de paso me dejaba tiempo más relajado para seguir experimentando con el código de la vida.

Estaba en la entrada de la cueva cuando vinieron las hadas y los duendes a buscarlo, les di a todos golosinas para que disfrutaran el viaje, seguro mi pequeño los disfrutara mucho sus primeros días fuera de casa, luego de despedirlo volvía para seguir con mi trabajo..

Habia unos especímenes algo rebeldes que había capturado, era un elfo nacido, no creado que se había acercado mucho a la cueva, por suerte fue capturado en silencio el, sus animales y sus compañeros sin dificultad y guardados en el laboratorio sin que nadie los viera entrar.

- Déjanos ir, por favor. – Decían continuamente cuando me veían, la verdad esos quejidos interrumpían mis pensamientos.

Golpee con un palo la reja para que alejaran sus manos y les dije.

- O se callan o les arrancare la lengua.

Sollozos podía tolerar mientras preparaba la sala de operaciones, necesitaba algunas glándulas para duplicación, y ellos tenían muchas y bien frescas ya no tendría que recurrir a las secas, eso me dará un acabado más profesional a mis obras.

Tenía varios especímenes jóvenes para elegir en total dos, una mujer y un elfo mayor, varón este. Los miraba y dije.

- Bien. ¿Cómo te llamas tú?.- Le dije al mayor

- Saliente.

- ¿Tienes algún parentesco con estos jóvenes?

- Soy su tío.

- Bueno, despídete, tu serás el primero con el que experimentare y no creo que te quede mucho intelecto cuando acabe.

Para que abre echo esto, se pusieron a gritar y a llorar mientras todos se abrazaban, tal escandalo hicieron que mis creaciones menos afortunadas también se pusieron a gritar, cosa que tuve que mandarlas al desguace. Luego de paralizar sus músculos los separe en jaulas diferentes y tendí en la tabla al elegido atrapándole los brazos y las piernas, tome el cuchillo de separación de musculo y hueso y comencé a afilarlo, tenía que ser diligente en mi cometido. En este punto los llantos eran terribles, pero algo paso, solté el cuchillo ante de llegar a comenzar. No fue un tropiezo, no fue un accidente lo había tirado a propósito. Suspire al no saber porque, lo limpie de nuevo, lo necesitaba bien higienizado.

Ahora, para mi sorpresa, yo era el que estaba paralizado.

- Suelta eso y detente.- Dije,

- No, debo seguir los experimentos que tu no deseas hacer.- me respondí.

- Nunca, no permitiré que nos hundas en el abismo.

Entonces mi cuerpo en tención trataba de avanzar, dar un paso, pero con la misma fuerza que utilizaba para avanzar la usaba para dar un paso atrás dejándome siempre donde estaba.

- Basta.- Grite.- Te atrape.- Hace rato había echo un experimento para sacarlo de mi interior.

Entonces trague una poción que guardaba en mi bolsa y caí con convulsiones muy violentas en el suelo. Temblaba y me sacudía fuertemente con espuma en la boca. Al rato alcance a incorporarme, un pie avanzaba, el otro retrocedía en un movimiento imposible y así tanta fuerza ejercía hacia ambos lados diferentes que mi ropa se rasgó sacando a es Qwon de mi interior.

- ¡Que has hecho!.- Dijo gritando.- Este no era el momento en el cual debía salir.

- Lo sé, pero es perfecto para mí.

Entonces invoque palmas de cien ancestros, sacando palma tras palma golpeando a mi doble con tal fuerza que lo aturdí y rompiendo con misma fuerza mi laboratorio. Muchos golpes daban en las paredes, tan duros eran estos que hice un boquete para luego arrójalo con mis propias manos a aquel intruso de mi hogar. Debía ser rápido, el solo estaba sorprendido.

Las aventuras de Qwon - #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora