L5 Entre estudios y aprendisajes - El Templo

4 0 0
                                    

Pasamos la noche en una gran charla y los monjes se me acercaron a escucharme hablar de Pan Do y sus maravillas. Hacía mucho calor de verdad así que me quede en ropa interior hablando con ellos, y a la tertulia algunos pandas rojos se unieron haciéndome un disertante muy popular.

Ellos me ofrecieron al terminar mi velada una cama dentro del templo, pero preferí dormir al aire libre junto con el resto de los pandas. Estos me mostraron un lugar muy fresco, la entrada de una cueva, pero yo no entraba en ella, era muy grande así que me aleje un poco y dormí al lado de unos matorrales que había en la inmediatez. Vino el sol, lo mire un segundo, me corrí para que no me diera hasta dentro de unas horas, y seguí durmiendo.

De repente algo me despertó, así que con un giro me puse de pie y en guardia calculando donde estaba el enemigo para asestar un golpe, cuando vi que era un monje mono con cara de susto.

- No tuviste buenos sueños se ve.

- Nunca los tengo, no me despierten brusco, se los pido.

- Bien, no hay problema por eso, solo te quería decir que un draconiano te esta buscando.

- ¿Sera Urusangal?

- Si así dice que se llama. ¿Es amigo tuyo?

- Es mi estudiante.

- Caramba, entonces lo llevare al patio.

Asentí, me desperecé estirando mis músculos acompañado por unos pequeños pandas rojos que salían de su cueva desperezándose también y fui al patio caminando nuevamente en cuatro patas con uno de esos pandas subido a mi lomo, parece que el estaba mas perezoso que yo para caminar.

- Vaya Qwon, cada vez estas mas salvaje.

- Parece. ¿Y dónde está Vadis?

- Esta con el chofer abajo, no se si lo dejarían entrar. Bueno, vístete y vámonos, tenemos que seguir nuestro camino.

- Yo me quedare un tiempo aquí, tengo mucho que aprender.- Su mirada cambio e hizo un gesto raro Urusangal

- ¿Y yo que hare?

- Pues preguntare si puedes quedarte también, acá tendré mucho entrenamiento que en otras partes no.

- No me gusta el lugar, es muy raro.-

- ¿Raro? ¿No te gusta? Pero si es genial.

- Esas estatuas me dan miedo.

Mire las estatuas y eran de monjes tanto peludos como lampiños luchando contra dragones y draconianos de forma salvaje y sometiéndoles, echo con gran arte, pero igualmente intimidadoras para el.

- Ya hablare con ellos, de todas formas buscaremos como continuar tu entrenamiento. Todavía no te graduaste.

- Si pero...- Dijo bajando la mirada, cosa que me pare en dos patas y lo abrace.

- No nos separaran, si es así me iré, no te preocupes.

El me abrazo más fuerte y lloro.

Luego de la entrevista que tuve con el monje mayor me explico que los draconianos no eran bienvenidos en el templo, pero que permitieron la entrada de Urusangal por su amistad conmigo, pero que de ninguna manera se quedaría como estudiante. Pensé un rato y dije.

- De todas formas es mi estudiante y no lo abandonaré.- Pensé un rato en silencio.- Se me acaba de ocurrir algo. El podrá vivir en la ciudad y yo bajaría de tanto en tanto, cada tres o cuatro días y continuaría su entrenamiento.

- Hay cosas que te mostraremos que no le podrás enseñar.

- Estoy consciente de que algo así podría ocurrir, el maestro mono me prohibió enseñar algunas cosas también y no estoy predispuesto a hacerlo.

Y la cosa quedo así con Urusangal, cada tres o cuatro días, si es que no tenía algún entrenamiento prolongado bajaría y continuaremos nuestra relación alumno maestro, de igual manera estaríamos siempre en contacto y si la ocasión lo ameritaba bajaría a verlo todo lo necesario.

El comprendió y me pregunto.

- ¿Cuánto tiempo estarás aquí?

- Tres...

- ¿Tres días, meses, semanas?

- Tres años.

Se quedó callado un buen rato pero no vio duda en mi, asi que dijo.

- Te extrañare.

- Tonto, si estarás muy cerca mío. Mira, es algo muy importante para mí el estar con ellos, me prometieron dejar ver su biblioteca, aprender sus artes, este es el objetivo de mi vida y quiero que tu estés conmigo.

- Ya ya, si, mejor no discutamos mas el asunto.- Dijo Urusangal.- Busquemos un lugar para que me quede y todo estará bien.

Y así fue como pasamos un día entero en buscar una casa con amplios jardines y bellos, lo suficientemente espaciosos para que pudiéramos entrenar en paz. Encontramos una vieja casa donde se practicaba artes marciales, la reparamos y acondicionamos a la perfección, Y un mes después de que llegara por primera vez al templo volví a trasponer sus puertas con todo mi equipaje sabiendo que mi viaje tendría una pausa de tres años.

Las aventuras de Qwon - #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora