L9 Viaje en camion 2

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Sentado sobre aquel lugar donde estaría la rueda vi como una persona subió al camión que me llamo mucho la atención. Esta pagó su boleto paradas después de que yo lo hiciera y era un hombre lampiño, alto, pálido de rostro duro, sin pelo en la cabeza, vestido de negro que al sentarse pareció comer unas pastillas. Mire bien y no había notado que cerca mío había otro igual. Trate de leerlos pero su energía era muy rara, casi como la de un golem, un poco superior, mas evolucionada pero monstruosamente similar.

Saque de mi bolsa un pan de viaje duro de puro nervios que tenía para roerlos y comencé a notar que la energía telúrica estaba fluctuando de forma extraña por culpa de estos dos. Mi observación también vio que estaban muy coordinados, comían al mismo tiempo, se acomodaban al mismo tiempo, tenía que escapar de allí, entonces tome una decisión drástica, rompí la pared del bus con cuidado de no hacer estallar la rueda ni que chocara el camión y salí volando rápido.

La velocidad era realmente mucha, iba invisible y etéreo, nadie podía llegar a detectarme, no tenía ningún lugar seguro al cual ir, excepto uno y este era Pan Do.

Mientras me alejaba sentí la necesidad de continuar el viaje por el suelo. Usaría métodos normales para sustentarme, dinero de apuestas, comida normal, viajes como la gente común y todas mis cosas electrónicas estarían en la bolsa ya que desde allí no podrían transmitir ni recibir ninguna señal.

Con mi magia trasmute mi ropa a ropas normales para confundirme con el vulgo poniéndome además la piel de un lampiño. Mi aspecto era de alguien bajo de piel cobriza de ojos marrones y pelo largo, mi nombre ahora, seria Juan e interpretaría el papel de un don nadie.

Por primera vez en mucho tiempo no sentí que atraía ninguna mirada ni debía yo hacer nada especial para poder andar, simplemente viajaría hacia el sur consultando los computadores de las calles de forma anónima.

¿Me extrañarían? ¿Me buscarían? Sé que lo harán pero nadie sabrá donde estoy y es mejor, ya uno murió, no dejaría que a nadie más le pasara eso.

Era la calle oscura, en un camino oscuro, en una noche encapotada con solo una mochila, una bolsa y algunos billetes, nada más.

Sentado en la parada vi como otros se sentaban a mi lado apenas prestándome atención.

- Buenas noches.- Me dijo un desconocido.

- Buenas noches.- Respondí

- ¿Ya paso el colectivo venitres k?

- No, yo estoy esperando ese mismo y estoy hace media hora.

No hubo más palabras se puso a revisar su comunicador dejándome solo a pesar de estar en su compañía. Debería de hacerme de una identidad, un comunicador, una tarjeta de identificador. Todo esto no me será difícil, pronto pasare por algún pueblo con oficina gubernamental y allí hare todo sin problemas, las maravillas hipnóticas de mi ki me darán toda la labia que necesite.

Sentado en el colectivo, ya muy de noche solo atine a decir en voz muy baja y para mi.

- Mai Lin, adiós.

Las aventuras de Qwon - #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora