L4 Un maestro en el estero

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Duermo muy cómodo en aquel bus que llevaba gallinas, esta vez me dirigía a una pequeña casa que estaba en un estero. Mucho tuve que andar por senderos muy borroso hasta llegar a mi destino, guiado un poco por el ki que sentí, un poco por las indicaciones que me daban. No sabia exactamente que me esperaba, pero al parecer un viejo peludo mono estaba en aquella casa, este era de la parte este del país, de donde me dirigía y había sido el fundador de todas las escuelas y gran profesor hasta que se retiró. Sé que había que respeta las cortesías pero. ¿Qué cortesías? Me pasaba que no las conocía, así que utilizaría las cortesías de Pan Do, esperaba que fueran las suficientemente agradables para el maestro. Pasa la maña yo caminando sin llegar a ninguna lado...estaré perdido, seguro que si, así que luego de asegurarme que no hubiera ningún ojo curioso invoque las energías que tanto conocía y luces doradas me rodearon elevándome los suficiente para llegar a las nubes, pero de igual manera no pude encontrar nada, así que baje y comencé a volar mas al ras del suelo, tanto como los arboles me lo permitían. Enfermo de impaciencia busque un claro seco para poder comer algo, estaba realmente hambriento y no veía nada apropiado para comer allí, además del echo de que cañas no tenia.

Mientras comía escuche.

- ¿Qué haces en mi casa?.-

- ¡Los malvados del infierno me lleven!.- Dije en sobresalto.- De donde saliste.

- De donde saliste tu chico.- Dijo aquel mono peludo fumando pipa.- De repente bajas del cielo envuelto en ki dorado y aterrizas en el patio de mi casa.

Mire entonces a mi alrededor, y efectivamente estaba en el humilde patio de una choza de madera, fuera de esta había troncos de entrenamiento y fuera de la cabaña había un lampiño con las mismas ropas que aquel peludo pero durmiendo en hamaca.

- Tu eres Wu Shen "El Trueno"

- En otro momento lo fui, ahora simplemente soy un viejo que busca la tranquilidad en este lugar tu nombre cual es.- Me arrodille en el suelo y con la cabeza sobre la tierra dije.

- Soy Qwon Pan Do Maestro, vengo de lejos para que me enseñe.

- Yo ya no enseño.

- Por favor maestro.- Replique sin cambiar la posición.- Es necesario en demasía que me enseñe ya que solo aprendiendo su arte que me causa mucha curiosidad sabré mi propia historia.

- Caramba Qwon, has llamado mi curiosidad. Dime tu historia y si me resulta entretenida considerare de darte algunas lecciones. Pero párate, me haces sentir incomodo.

Entonces carraspee y conté mi historia.

" Soy un monje de Pan Do, una pequeña ciudad al borde oriental de la isla de Orinoco en el reino de Smidur. Un día un plato volante me secuestra de mi habitación mientras dormida y me escapo de el cayendo en cerca de una base militar llamada Laksmi, lugar dominado por mujeres, luego de rescatar a Abu, un hombre nacido y crecido en esas tierras viajamos por mas de tres días hacia el continente en esa técnica que viste, en el viaje tuvimos algunos encuentros descansando en dos barcos y llegando finalmente en a la ciudad en la costa, en la cual estuve un tiempo hasta que me separo de Abu por miedo a que vi algo espantoso en el lugar y por su protección me retire. Entonces comencé mi viaje en bus hasta el pueblo de Cissie donde desafié a el maestro del gimnasio, fui vencido y pase algunas semanas estudiando aprendiendo todas sus técnicas, hasta que tome el siguiente bus hasta esta zona y como no encontraba la casa decidí volar, es todo"

- Caramba, de platos volantes a artes marciales, buena combinación, pero mis técnicas y modos de estudio son secretos y no deberás jamás contar que es lo que hiciste aquí.

Y así fue como pase once meses en aquel lugar para luego retomar mi viaje con muchos conocimientos y recetas.

Las aventuras de Qwon - #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora