Las aventuras de Qwon - #Wattys2019

L10 Un tunel que nos lleve lejos

Luego de que se retirara Urusangal gire el rostro hacia Liu y con una sonrisa le invite a que se sentara, este acepto y pregunto.

- ¿Qué fue eso?- Lo hizo mirándome a los ojos.'

- Fue algo que se debía de hacer, hay unas cosas que aclarar.- carraspee.- Exactamente desde ahora a diez minutos en el futuro un meteorito caerá en esta ciudad levantado una gran polvareda, pero no destruirá nada, será una ilusión. En el momento del falso impacto nosotros aprovecharemos para desaparecer de escena.

- ¿Y cómo lo sabes?.- Dijo sin dejar de mirarme a los ojos.

- Yo lo hice, como aprenderás en nuestro viaje a Pan Do, soy una persona de múltiples recursos.

- Ya veo.- Dijo y se relajó.- ¿Lo detectaste con uno de tus secretos?

- Lo hice con uno de ellos y la razón de que este usando telepatía es que nos están vigilando. – Entonces hice señal a un mozo y le pedí que trajeran unos panes rellenos para comer y dije hablando.

- Comamos, esto si que esta rico.

Mientras esperábamos lo puse la alarma del reloj y seguimos la conversación de forma telepática. En esta particular forma de conversar le explique el peligro en que estábamos ya que quien me asaltara en Mai Lin estaba aquí y que la distracción del meteorito causaría una polvareda ilusoria que solo a nosotros no afectaría. Con la distracción activada usaría mi magia para sacarnos de allí hasta a una camioneta que estaba bastante lejos y seguiríamos en ella hasta la casa que había comprado, claro está previamente cambiaria de forma.

- ¿Y para que vas a otra casa antes? ¿Por qué no vuelves directamente a Pan Do?

- Porque debo beber una poción que para tu sorpresa es mágica y el hacerlo causa conmoción en el ambiente, por eso no la use todavía ya que hay muchos curiosos a nuestro alrededor. Luego de que me recupere de tomarla emprenderemos nuestro viaje.

En un solo de locura la gente señalo hacia el cielo para mostrar la bola llameante que se había dejado ver en la ciudad. Sabiendo lo que sobrevendría apuramos nuestra bebida, nos paramos para cuando esta impactara. Como estaba previsto este bólido impacto contra un edificio fue un coro cacofónico de gritos caóticos identificamos la señal de que se había cumplido nuestro tiempo en aquel lugar. Nos dirigimos hacia la puerta más cercana (la de nuestro bar), la cerré y la abrí nuevamente pero no para llevarnos a su interior sino para alcanzar nuestro destino.

Cuando traspusimos e portal y llegamos al lado de nuestro vehículo nos relajamos. Momentos antes, en el traspasar del túnel cambie a mi nueva piel, más alta y esbelta, algo más gallarda y agradable, aunque a la fragilidad de mi anterior huésped ya me había acostumbrado. Subimos a nuestra camioneta aparcada en el medio de la nada y comenzamos nuestro pequeño viaje, maneje yo. Mientras andábamos por aquellos caminos solitarios de montaña pusimos el radio y escuchamos de la gran conmoción en la ciudad, de como todos los aparatos electrónicos por un momento se detuvieron y de que no se explicaban porque el bólido había desaparecido completamente sin dejar rastro, estarían décadas discutiendo el asunto, de eso seguro.