L7 De la sarten al fuego

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Antes del amanecer, como era de costumbre, busque a mi pequeño para saludar al sol. Luego de mis rezos matutinos esperamos a que la enana tuviera nuestra comida, ese día, luego de comer, no estaría, ni en varios días más ya que eran sus días libres. Saludamos al sol como siempre lo hacíamos, juntos y de allí fui a recibir los informes nocturnos para incorporarlos a la bitácora. Pero esto sería más tarde, hoy dormiría por la mañana.

Para mi suerte Ariel después de comer se hacía una larga siesta, así que aproveche para dormir muy profundamente, pero, como siempre ocurre en estos momentos en los que uno desfallece de sueño... bueno la cuestión es que un soldado había venido con la noticia de que Custos había despertado. Luego de un gruñido me levante y me vestí nuevamente con mis ropajes azules y fui a la enfermería. Al llegar lo vi de pelaje menos oscuro, era mas bien amarronado.

- Bien señor Custos, se ve que ha viajado desde lejos. Pues le doy la bienvenida al fuerte Fitzz Gerald.

- ¿Dónde queda eso? ¿En la ciudad Canasas acaso?

- No señor, usted esta en la isla Tyr'na'ogg

- No estoy de bromas, eso es un cuento para niños.

- ¿Le parece? Mire a su alrededor, ve algo eléctrico.- Y el lobo escudriño y dijo.

- No, no veo nada eléctrico. Pero eso no tiene nada que ver.

- Bien señor Custos, más vale que acepte el hecho que no está en su Canasas, pero pronto lo enviare de vuelta, pero antes deberá sanar.

- Si eso supongo.- Dijo resignado

- ¿Qué le pasó? ¿Cómo tuvo el accidente?

- Estaba yendo a la casa de mis padres cuando un gran viento me cambio de carril enfrentándome a un camión, allí maniobre hacia un maizal y choque con unos árboles que aparecieron repentinamente.

- Pues paciencia, cuando sane completamente volverá a su tierra, y no será más de dos días. La magia que utilice en usted tiene un efecto secundario y es mucha hambre, así que solo tendrá que estar quieto y comer, usted pida y se le dará.- Y le enseñe como decir "Quiero mas comida, gracias"

- Tu sabes mi nombre pero yo no el tuyo.

- Mi nombre es Qwon de Pan Do, pertenezco a la isla de Orinoco en el reino de Smidur.

- Lindo nombre.- Me dijo esbozando una sonrisa.

- Si, bien, yo me retirare y vendré dentro de unas horas a revisarlo, aquí no hablan su idioma, recuerde eso, pero son listos, con paciencia se hará entender.- Lo salude marcialmente y me retire rápidamente a dormir.

El guardia que había dejado cuidando a Ariel se despidió diciendo que dormía tranquilamente y yo lo imitaría luego de invocar un familiar que se presentó en forma de gorila para que cuidara al niño.

Mi sueño fue muy tranquilo, con sueños de Pan Do que no termine de recordar, como siempre. Llego la hora de comer y prepare comida para todos, para mí, para mi familiar, para Vadis, para Ariel y un poco extra para Custos.

Llegaron, luego de nuestra comida, los estudiantes y Janet para sus lecciones, le di a cada aspirante de mago de combate un balde de agua y llame a Axis.

- Este será mi suplente como profesor. Lo más básico que hay es llenar estos cuencos con agua de mar, pero sin usar las manos, solo usando la magia, Axis les enseñara los principios de la telequinesis. El resto estudiara combate con Axel yo cuando termine mis papeleos iré con ustedes para ver cómo hacen las cosas. ¿Alguna pregunta?

- ¿Cuándo nos enseñara el idioma de la magia?- Dijo uno de los estudiantes.

- Paso a paso, primero serán testeados con este básico conjuro, la telequinesis de objetos pequeños es la base de la magia. Primero apréndanla, luego vendrá alquimia para que sepan a preparar sus tintes mágicos y las páginas que albergaran su conocimiento y finalmente a escribir magia.

Los mire ir y llame disimuladamente a Janet aparte.

- Mira, sé que tú eres más adversada en magia, pero llena el cubo de agua y ven a mí que te encomendare cosas más a tu nivel.

- Por supuesto maestro.

La sensación del elogio de la elfa al decirme maestro me hizo sentir muy avergonzado, pero lo que realmente me aturdió con el beso en la mejilla que me dio al despedirse. Me la quede viendo, realmente no solo tenía solo buenas piernas, sino excelente cadera, buen trasero y de verdad también muy lindos pechos, todo en ella era lindo.

- No tengo tiempo para eso.- Dije en voz baja sacudiendo la cabeza.- Tengo muchas responsabilidades, por ejemplo, la salud del señor Custos.- Me dio la sensación, no sabía porque, que estaba saltando de la sartén al fuego.

Las aventuras de Qwon - #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora