L10 Toll

2 0 0
                                    

Seguimos en el auto charlando cuando me hizo notar que por la zona había llovido, y era verdad había charcos en el camino y por todas partes, de verdad fue una lluvia muy copiosa. No teníamos problema con los charcos por esto ya que nuestra caminata no tenía ruedas ya que era tipo overcraft que podía remontar hasta doce metros de altura.

Yo cambié la música a un ritmo más contemplativo, el alejarme de la ciudad siempre me ponía de ánimos para esta música y curiosamente la meditación con dicha música aumentaba mi ki varias veces. Mientras los mantras sonaban al son de los tambores vimos un cartel que anunciaba un puente, al parecer tenía muy poco tiempo ya que se anunciaba su inauguración que fuera apenas unos meses atrás. Pasare a explicar lo útiles que eran estos; a pesar de que flotáramos (el vehículo no volaba, solo flotaba) necesitábamos andar por caminos sólidos ya que el andar por agua el hacia nuestro andar errático y si era profundo el cauce nos hundía como si fuéramos una piedra. Esta era la razón porqué pesar de flotar tener estos vehículos utilizaban los caminos.

Cuando llegamos al rio vimos el desastre, al parecer una terrible crecida había inundado toda la zona, es más esta al parecer había sido tan violenta que derrumbo el puente. Nos bajamos para observar todo mejor cuando encontré a la vera de la crecida cuenca a un trol.

Este era nervudo como si de un ser árbol se tratara, su nariz era larga y ganchuda, con dos pequeños cuernos y pelos que recordaban a hojas le crecían en la cabeza. Estaba vestido con una ropa marrón y zapatos en punta de color tierra, este estaba llorando.

- ¿Porque lloras?- Le pregunte.

- Porque se derrumbó mi casa.- Me señalo al puente.- Así nunca una linda trol querrá casarse conmigo.

- ¿Fue la tormenta?

- En parte sí, pero mira el puente estuvo mal construido.- lloro más fuerte y lastimosamente.- No quiero volver a la casa de mis padres como fracasado.

- ¿Con quién hablas?.- Pregunto Liu interrumpiendo.

- Pues con el trol de aquel puente.- Le señale el desastre con un dedo.

- ¿Te sientes bien? Estas hablando solo, aquí no hay nadie.

- Que no lo puedas ver tu no significa que no esté.- Mire nuevamente al trol.- Y dime ¿te sentirías mejor si te construyera un puente nuevo?

- Si.- Dijo esbozando una sonrisa.- Pero eso tardara mucho.

- No creas.

Entonces saque de mi bolsa un atado de tizas blancas, era un atado de once, saque una sola y retrocedí, me siguieron todos curiosos de lo que hacía. Dibuje en el piso con estas un puente. Al terminar mi pequeña obra de arte di un pisotón en el suelo y de la tierra surgió el puente como si fuera expulsado de esta apartando los escombros del anterior. Su corazón era de puro hierro cubierto de fuertísimas piedras. Este atravesaba toda la extensión del rio de lado a lado e iba un poco más allá en forma de camino. Cercado por bellas estatuas que oficiaban de columnas además de hallarse con grabados a sus costados y con frisos de escenas muy bellas. Además era ancho como para que soportara dos manos y vehículos de gran porte, lo hice muy conscientemente como para que fuera utilizado hasta por vehículos de ruedas.

El trol estaba tan contento que saltaba de alegría dando un curioso baile. Cuando termino me abrazo en muestra de agradecimiento, luego de sacármelo de encima diciéndole que no me gustaba tanta demostración de afecto me dijo.

- Te daré un regalo por lo que has hecho, y ese será la capacidad de poder emitir y recibir cariño.

- ¿Y eso es útil?- Este se asombró.

- ¡Por supuesto que si! Veras que serás muy feliz con mi regalo, es algo maravilloso el cariño, algo que te libera y te une con la gente.

- Mientras no sea una carga.

- Tonto.- Me dijo dándome un golpecillo en el hombro.- Ya verás.- Y lentamente comenzó a desaparecer.

Me dirijo a la camioneta nuevamente y le toque la bocina a Liu que no salía de su asombro por lo que veía.

- ¿Cómo haces esas cosas? Tú no eres alguien normal.

- Eureka. ¿Te has dado cuenta recién?

- Sospechaba algo, pero esto lo confirma, por cierto me pareció ver algo que se alejaba.

- Pues es era el trol.

Puse a flotar el vehículo y atravesamos el puente, el trol nos saludaba de un costado muy contento.

- ¡Viste eso! ¿Qué cosa era?- Dijo señalando a mi nuevo amigo.

- Pues el trol con el que hablaba.

Este no salía del asombro y hasta puso las cámaras traseras para ver el puente todo lo que pudiera, luego se recostó para descansar de tanta emoción tomando sus cuentas de rezos entre los dedos.

Las aventuras de Qwon - #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora