Mai Lin

10 2 0
                                    

- El mundo quizás me quiso hablar muchas veces mientras viajaba pero yo estaba demasiado dentro de mi mismo purgando el dolor que sentía para escucharlo. Balón es un juguete redondo, que no tiene aristas algo asi como el sol y las lunas, algo así como las conclusiones que sacaba de mi meditación, siempre volvía al mismo lugar y fue observando a unos ferales que note algo o más bien me dio....pie a un pensamiento. Es algo confuso y me explicare, viendo a unos bueyes los comparé con unos panda ferales que por allí había y vi que el buey era una criatura muy fuerte para tirar los carros por lo cual necesitaba justamente eso, musculo, el musculo en su estado más puro o entrenado, de musculo duro y recto, mientras el cuerpo del panda es curvo. Una diferencia, sí, pero no por eso el panda era menos fuerte ya que nosotros necesitamos de esa capa extra de grasa porque de las tierras en que venimos suele escasear por muchos meses la comida, así que cuando la vemos comemos lo hacemos en serio y no solo esto sino que hasta nuestros músculos son curvos dando la impresión de gordura. Deportes, si deportes era algo en que nos destacábamos, los practicábamos por diversión, por el mero hecho de competir a algo, pero entre nosotros y entre la misma casta, un monje no competía con un noble, un noble no competía con un vasallo, un vasallo no competía con granjero, un granjero no competía con un comerciante y un comerciante no competía con un artesano....de ser de otra forma supongo que comenzaría luchas de clases y sería una sobre otra y no es así como queremos nuestra sociedad, cada uno en su lugar y feliz. Anormales seria los que cruzan estas fronteras sin seguir el camino correcto ya que todos pueden superarse, con cierto esfuerzo y cierta suerte, aunque a veces uno puede defender para luego subir, pero cada uno en su lugar es lo correcto.

- ¿Bellas palabras no? Si, muy bellas, pero nada me preparo para lo que estaba por vivir.

- Al verme llegar a la ciudad fui anunciado al templo y fui llamado inmediatamente mientras descansaba en mi casa comiendo las hermosas comidas que me daban mis padres. Cuando abrí la puerta paso algo increíble, nada me había preparado para ello, ni mi entrenamiento marcial, ni los duros caminos del mundo, allí había una muy bella mujer. Sus ropas eran de noble, de exquisita seda y de bellísimos colores, su cabeza era un conjunto de facciones delicadas y graciosas como no hubiera observado antes, su voz el cantar de una delicada diosa.

- Me presento, mi nombre es Mei Lin, y estoy aquí para custodiarte ante los escribas.

- No tuve que ser demasiado observador para ver que era ciega ya que llevaba un largo bastón blanco rematado en un tacón verde, ella lo sostenía en su delicada mano negra con una cuerda.

- Si ya estaba nervioso nada me preparo para lo que seguía, ella extendió su brazo para que yo lo tomara, lógico, al no poder ver necesitaría una guía para su seguridad. Sentí un cosquilleo por todo mi cuerpo, algo raro se agitaba mi corazón, si, lo se, ya era grande para estar con estas cosas y la verdad nunca me habían interesado mucho pero esta niña había roto mi coraza.

- Que bello día Mai Lin. ¿No te parece?- y comenzamos a caminar

- Si la verdad que si, y dime, es verdad que has viajado más allá de las murallas.

- Si, viaje mucho más allá y conocí muchas cosas, pero las mas bellas están en el hogar, y dime ¿ tu eres estudiante del templo?

- Si, soy estudiante a noble de la corte.

- ¿Alguna especialidad?

- Comercio y leyes.

- Caramba, que dura especialidad sobre todo por los trúhanes que te puedes encontrar.

- Si pero como dicen mis padres estoy muy preparada para ello.

- Cada palabra de esta conversación y de otras que tuvimos mío oído y todo mi cuerpo lo bebían como néctar delicioso hasta que al pasar por una plaza vi a unos grandes perros negros mostrarme los dientes y rodearme, yo la tome por la cintura y con voz muy fiera los ahuyenté.

- Esos perros son un peligro.- Me dijo ella.- Mi hermano menor cruzó una vez por aquí y lo mordieron.

- Deberían hacer algo con ellos, digo. – Hice una pausa.- Y dime, ¿cuántos años tienes?

- Tengo quince años, los cumplí hace muy poco.

- Caramba era una niña, una noble y yo ya un adulto y encima un pobre monje. ¿Habría posibilidad? Tenía que jugármelas con todo.

 - Sabes, en mis viajes oficie de cocinero en tierras lejanas en una casa de comidas y aprendí muchos sabores nuevos, si deseas Mei Lin a la noche te podre preparar algo.

 - Seria excelente ya que de noche estoy desocupada, eso si vendré con Chow.

 - ¿Quién es Chow?

 - Mi perro.

 - Genial, entonces te esperare en casa para después del anochecer.

- En la lejanía, en un lugar misterioso se daba la siguiente conversación.

 - Comandante Ashtar, el secreto se esta activando.

- ¿Cómoa ocurrido eso? Ya pondré manos en el asunto..

Las aventuras de Qwon - #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora