L7 Guardia Nocturna (tercera parte)

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La noche seguía junto con la sensación de humedad y pesadez que no abandonaba la villa, había que planificar una buena estrategia con los pocos que éramos hasta que llegara el refuerzo. Pensé unos instantes mientras juntaba los restos de los no muertos y decidí que mis dos estudiantes y la elfa se encargarían de la custodia del cementerio y de guiar a la soldadesca mientras yo hablaría con los sacerdotes. Estos como canalizadores que eran tenían el suficiente conocimiento en lo arcano para enfrentar a estas bestias, obviamente iría custodiado por diez de soldados.

Este templo era curioso, era pentagonal, con cinco torres, una en cada vértice y una en el medio. En la punta de este templo había una gran columna que ascendía por sobre el techo en cuya punta estaba la representación de su dios. Junto a la gran columna, un poco mas adelante, había un techo que se extendía secundado por solo dos columnas. La entrada estaba rodeda por muchas estatuas de sus paladines y gárgolas que se me antojaba que me miraban. Al entrar al nos dirigimos directamente hacia la nave principal , lugar en que estaban unos tres acólitos rezando, ante mi intrusión me recibieron con mala .

- Busco al Sumo Sacerdote.- Dije de forma imperativa y en voz alta.

- Este descansa.- Dijo uno enfrentándosenos valientemente con sus telas ante mi armadura.

- Llámenlo o iremos por el.- Dije con mi rostro casi pegado al suyo.

- Brujo sacrílego, tú no tienes poder aquí.

Retrocedí y simplemente me basto una señal de la mano para que fuera este reducido.

- ¿Valoras algo la integridad de tu templo?.- Le dije sonriendo.- Me llevaras ante quien te he pedido o todo ardera.- Y cerré mi puño cerca de su rostro haciéndole sentir el calor del fuego que creara.

Se hizo tal alboroto que el templo se agito hasta sus cimientos, unos hermanos arribaron por entre la zona prohibida.

- ¿Qué pasa acá?- Dijo uno de los hermanos entrantes.- ¡Como se atreven a exhibir esta violencia aquí!.

- Por órdenes del rey Veloviento, tengo el poder de la leva, y todos los de este templo serán reclutados en este instante. Ir en contra de este edicto será tomado como acto de sublevación.

Le mostré mi medallón y las ordenes, este se retiró prometiendo hacer venir al sumo sacerdote.

- Así que vienes en nombre de Veloviento. ¿Por qué no te presentaste así antes?- Dijo aquel elfo cabeza de templo.

- Tenía órdenes de ser discreto y de usar mi poder solo en caso de emergencia y aquí y ahora hay una emergencia.

- ¿Y cuál seria esa excusa por la cual profanaste nuestro hogar?

- Los no muertos están asolando el cementerio y los recuerdos de los ancestros. Mis fuerzas no están del todo preparadas para luchar contra esta calaña así que necesito a sus mejores místicos y canalizadores para la custodia del cementerio y para la protección de la ciudad.

- Ya veo. Celebrare el pacto así como mis antecesores hicieran ya, prestare ayuda.

Entonces sonaron las campanas de la torre principal llamando así a todos los sacerdotes y canalizadores de la ciudad. Estos eran muchos, vinieron desde el acolito recién iniciado hasta el sacerdote retirado.

Después de un pequeño discurso en el cual pedía que fueran colaboradores de mis intereses y participativos de buena voluntad a mis órdenes. Los más expertos revisarían los mausoleos además de los restos de los que quemáramos, luego abría un sacerdote en cada patrulla de tres.

Todos irían con silbatos para penetrar la oscuridad de la noche, un grupo de cinco soldados y dos místicos irían conmigo a investigar las minas, tenía mis sospechas, no se me ocurría mas lugar en donde se podría haber escondido la bestia.

Si querían jugar estos no muertos con fuego, pues yo soy el fuego.

Las aventuras de Qwon - #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora