L5 Ingredientes (primera parte)

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Caminaba de noche tranquilamente, como solo se puede en el fresco de la primavera, mientras masticaba un bicho que había cazado yo solo en el jardín. Ni mi querido perro me acompañaba, el dormía en mi casa debía de cuidarla en mi ausencia ya que Urusangal se había ido de fiesta y los hombres de negro habían, en apariencia, desaparecido también. Todo era tranquilo y la provisión de grillos era grande, uno por aquí, otro por allí, ese gusto se me había echo en el templo a causa de juntarme a meditar con los pandas de allí. Sentía que algo me había perdido, como un gran y profundo deja vu, pero esta vez no me preocuparía pero pensaba.

¿Qué los causaba? ¿En que me equivocaba? Analizar mi vida seria complicado, estaba entre las proposiciones algo densas de Urusangal, la crianza de Vadis, las clases del templo, que a ciencia cierta eran mucho mas duras que las del instituto, las del instituto, los chicos y ese elfo sobrenatural y sus ganas de que sea un héroe. ¿Para que? Que no me moleste, tengo mis cosas que hacer. En estas cavilaciones estaba mientras escuchaba mi música, cuando algo corto el cable privándome de ella, mire adelante, sin sacar mis sentidos de mi espalda y vi una flecha que era algo mas que una aguja gruesa que brillo tenuemente y desapareció.

Gris me volví en el momento sin dudarlo y me puse en guardia, mire a mi espalda y no vi nada, mire a mi alrededor y no sentía nada, lo que fuera se mantenía a a distancia y me metí en el campo a caminar cerca de los árboles.

Allí cometió mi perseguidor el error más básico, la hierba se dobla si le pones algo encima, sea invisible o no. Arroje entonces mi pelota de energía para absorberle su ki, hizo un rebote y esta estallo en el aire por una flecha, se movía rápido y volvió a ocultarse, nuevamente sin comprender como se había adelantado a mi movimiento, tenia que pensarlo mejor mi estrategia. Debía cercarme rápidamente para así no darle la oportunidad de que hiciera algo, invoque pues mi yo de aire y lo arrebato sacándolo de ese camuflaje. Y lo vi, ya sabia quién era, solo tenía que estar preparado, este disparo y yo desvié las flechas de su trayectoria y con un movimiento salte a donde el estaba.

Pero él salto con un salto tan legendario que en todo Pan Do trataban de imitar. ¿Qué haría aquí? No lo sabía, como me había encontrado, tampoco, sobretodo porque sabía que no existía forma alguna de que supiera usar un televisor, siempre fue mal dado por los simples artefactos de mi quería tierra menos por los de aquí. Allí vi, la lluvia de flechas que venían a mi, tenia que actuar rápido y corrí atrás de un árbol, clavándose muchas en ella pero este giraba buscando blanco entonces nuevamente salte a donde el estaba, pero fui mas rápido y le arrebate el arco. El me miro, yo lo mire y le di un coscorrón.

- ¿Hermano menor como me encontraste?

- Con suerte hermano mayor. Hey, has perdido peso ¡Que horror!

- Si e perdido un poco...

- No un poco , has perdido muchísimo, ¿tienes alguna enfermedad?.

- No ninguna, mira, las cosas en estas tierras son diferentes que en Pan Do.

- ¿Qué tanto?

- Muchísimo, y sobretodo por el echo que aunque comas en demasía no engordas y adelgazas.

- Hermano, déjame curarte.

- No espera.

No lo deje reaccionar y use la niebla verde, entonces como suponía, comenzó a tener arcadas y vomito algunas cosas como lo hiciera yo hace tiempo, luego revise su pelaje y le saque otras tantas, estaba débil.

- Hermano ya pasara, pero es lo mejor, dime. ¿Algún mensaje de casa?

- Nuestros padres te buscan y quieren que vuelvas.

- ¿Y el resto de nuestros hermanos?

- El mayor de todos esta enojado por tu ausencia y dice que si no vuelves pronto vendrá el mismo a buscarte.

Recorrió un sudor frio por mi espalda.

- Pues me queda todavía un tiempo para volver, sabes, estoy investigando este lugar que parece saber el origen de la tierra del príncipe.

- ¿Enserio saben?

- Si así es.

- Como sea, me quedare para llevarte de nuevo, si vuelvo si ti me darán una golpiza.

Me rei porque que el se dejara golpear era algo raro aunque hermano mayor si tenia el poder y habilidad de hacerlo.

- ¿Tienes hambre Jueding?

- Claro que tengo.- Y le di unos insectos, este torció la cara.

- Perdón, es algo duro para ti, pero estos son deliciosos, ven, te llevare a casa y te preparare algo mas simple para ti.

Las aventuras de Qwon - #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora