Las grabaciones habían llegado a su final, al menos para Albert quien había finalizado el día anterior todas sus escenas y algunas de retoques que habían hecho en caso de necesitarlas, todo dependía de la edición final, por ese motivo se encontraba libre al igual que Delfina, Kimberly y la mayoría de los integrantes del equipo. Solo Guillermo, Thomas y Marcus seguían trabajando supervisados por el mismo Guillermo Reynolds padre, quien había viajado desde Los Angeles para participar en el final, de lo que según él sería la película del año.
Debido a la presencia del hombre todos se quedaron en la villa, atentos a cualquier eventualidad o cambio que pudiera suscitarse, también para viajar hasta Roma juntos como tenían por regla. La familia de Albert igualmente se encontraba en la villa desde hacía dos días por su cumpleaños, había pasado mucho tiempo desde que sus padres y sus hermanos no invadían un set de grabación, para darle la sorpresa de pasar esa fecha tan especial junto a él.
Cuando los vio entrar acompañados por Paula después de un corte, no pudo contener su emoción, corrió hasta ellos abrazándolos e incluso derramando algunas lágrimas, pues había transcurrido más de un mes desde que se despidió estando en Varese, su último receso lo había tomado para viajar hasta Puglia. Su novia no solo llegó con su familia, sino también llevando en sus manos el exquisito pastel de chocolate que años atrás le entregara sobre su cuerpo, la mirada que intercambiaron les dijo a ambos que esa noche se escaparían para revivir aquel momento.
También había mantenido comunicación constante con Julia, era como si el tiempo hubiera regresado, ellos eran los mismos de antes y Albert se descubrió siendo uno de esos hermanos acosadores, pues le preguntaba por lo mínimo que hacía, ella se lo hizo saber aunque no como un
reproche, sino como algo que admitió adoraba, la hacía feliz que se preocupara por ella. Esa tarde después de la comida, su hermana casi que lo echó de la villa, recordándole que tenía una novia que atender, así que buscó a Delfina y la invitó a dar un paseo a caballo, aprovechando que no tenían nada más que hacer de momento.—¿En serio no me dejaste ganar? —preguntó ella con la voz agitada, mientras sonreía y llevaba al trote a Estrella fugaz.
Había hecho una carrera con Albert sin apostar nada, solo por simple diversión y apenas podía creer que en verdad le hubiera ganado, sobre todo porque él había sido su maestro y era obviamente mejor jinete que ella, además Misterio era más poderoso que su yegua.
—No, te dije una vez que ella era más veloz que Misterio —contestó Albert y de inmediato recibió un par de relinchos del caballo en protesta por sus palabras— ¿Me vas a culpar a mí? — inquirió hablándole al semental negro que enseguida movió su cabeza afirmando.
Delfina comenzó a reír al ver la actitud de ambos y llevó su mano para acariciar la crin del hermoso corcel negro, al tiempo que se acercaba y le ofrecía sus labios al guapo maestrante sobre su lomo. Sintió la mano de Albert apoyarse en su cintura para atraerla más a él queriendo profundizar el beso y ella deseosa de recibirlo cedió ante su exigencia.
Minutos después la tarde comenzaba a caer, bañando con sus tonos naranjas y dorados todo el paisaje, envolviéndolos a ellos también que suspiraban abrazados mirando el atardecer. Después de su aventura en el establo dos días atrás, comenzaron a darse la libertad para compartir mucho más, aunque todavía se cuidaban de darse muestras de cariño delante de los demás, no por temor a lo que pudieran decir, sino para evitar que alguna imagen de ellos besándose se fuera a colar por "casualidad" en algún diario sensacionalista, deseaban cuidar su intimidad tanto como pudieran, evitar que la volvieran el circo de finales de verano.
—¿Volvemos? —preguntó Delfina mirándolo a los ojos.
—Debemos hacerlo o dejarás de ser la favorita de mi madre... apenas le he dedicado tiempo desde que está aquí —respondió mostrando una sonrisa y se puso de pie primero, para después ayudarla a ella.
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Ríndete a mi.
RomanceAlbert Baró y Delfina Chaves guardan un gran secreto. Ellos esconden dentro de sus corazones un gran amor que se quedó detenido en el tiempo y en un espacio que durante tres meses los albergó y los llevo a vivir la más hermosa e intensa historia de...