Capítulo 81.

369 15 7
                                    

Chicago, USA- Marzo de 2018.

En la sala vip del aeropuerto de la ciudad de Chicago, se encontraba reunida toda la élite de la urbe, que en ese momento se disponía a viajar a otras partes del país, alejadas del bullicio y las demás personas que viajaban a través de la terminal de vuelos nacionales, los que se hallaban acá eran en su mayoría empresarios y todos estaban sumidos en sus aparatos electrónicos o teléfonos móviles; todos a excepción de Delfina que sentía que estaba hiperventilando, intentaba concentrarse en cosas casuales, distraerse y relajarse, dos veces entró a todas sus redes sociales, dos veces revisó sus correos y hasta estuvo tentada a llamar a su mamá, pero de inmediato desistió , si por casualidad se le llegaba a escapar lo sucedido con Ignacio, Susana se lo reprocharía hasta el cansancio.

Tampoco llamó a Ignacio, sentía que ya no había nada que hacer, lo había intentado todo, fue hasta la casa de él, lo llamó decenas de veces al celular, le envió correos, marcó a su oficina, a su casa, pero hasta el momento no había logrado nada. Habían pasado dos días desde su discusión, sabía que estaba herido, pero mientras él mantuviera esa posición y no le diera la oportunidad para reparar lo que había hecho no tenía caso que siguiera humillándose de esa manera

Después de mucho pensarlo, llegó a la conclusión que no había una razón concreta para que ella rechazase de entrada un reencuentro con Albert, después de todo, ellos se habían despedido en buenos términos, sino lo habían hecho como amigos, tampoco lo hicieron odiándose y quizás se estaba angustiando sin razón. A lo mejor él solo venía en plan de trabajo siguiendo el consejo que años atrás le dio, y lo había hecho precisamente en este proyecto que era también de ella para demostrarle que valoraba su opinión, además de su trabajo claro está, después de todo le había puesto en bandeja de plata el papel de Manuel Donatti, dejó libre un suspiro y cerró los ojos.

—Si no dejas de darle vueltas a ese hombre en tu cabeza, vas a terminar loca antes de verlo en las audiciones —comentó Jaqueline de manera casual cuando vio que Josefina se alejaba para buscar un refrigerio o quizás coquetear con el empleado del lugar.

—No estoy pensando en él...—contestó pero de inmediato se interrumpió al ver que había sonado demasiada falsa—. Bueno sí, lo estoy, es solo que estuve pensando bien las cosas y llegué a la conclusión que quizás Albert no tenga en mente ningún asunto romántico, es probable que solo venga pensando en aprovechar esta oportunidad, entrar a Hollywood en una producción con la calidad y la expectativa que generó Rendición es hacer un debut por la puerta grande, y desde ya se asegura legiones de fanaticas... — al esbozar aquello no pudo evitar fruncir el ceño y sentirse celosa.

—Y también una legión de actrices, ya sabes esas lobas descaradas, que irán detrás de él, imagínate... Obtiene el papel más cotizado del momento, es toda una novedad en Hollywood, español, hermoso, con ese acento tan sensual que tiene, talentoso, soltero... —decía, intentando mostrarse seria ante la mala cara de Delfina, sabía que estaba resaltando las cualidades de él a propósito para que ella picara el azuelo y lo había hecho, la detuvo mirándola con molestia.

—Soltero no está, así que esas lobas no la tendrán fácil, por lo poco que vi el esperpento de novia que tiene es todo un chicle, no lo deja ni un minuto, a cada evento que lo invitan a él, ella se auto invita también, siempre buscando dejar en claro que él es suyo, hasta puedo asegurar que le hace gualichos a toda mujer que se le acerque. Algunos medios en Barcelona le apodaron La Sombra, —esbozó sin darse cuenta que se estaba exponiendo delante de su amiga.

—No sabía que estabas tan interesada en la pareja de Albert Baró—dijo disimulando una sonrisa.

—No lo estoy, simplemente... busqué algunas notas sobre él y ella salió a relucir, ya te dije la apodan de esa manera porque jamás lo deja, me enteré por casualidad, es solo un comentario — acotó.

Ríndete a mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora