Sus lágrimas se habían detenido en cuanto salió de casa de sus padres, ya no lloraba ni sentía miedo, todo eso había sido remplazado por una gran sensación de seguridad, pero había algo más que no lograba descifrar y eso comenzaba a crecer dentro de su pecho, vio un desvío hacia uno de los hermosos parques con miradores del lago Michigan, había estado allí varias veces y sintió la necesidad de visitarlo de nuevo aunque fuera unos minutos, prendió la música para distraerse.
Cuando llegó hasta el parque su mirada se topó con varias personas reunidas en grupos, madres llevando a sus hijos en coches y niños disfrutando de los juegos. Recordó que ella nunca había tenido un día así, sus padres siempre estaban ocupados trabajando y por eso construyeron un parque para ellos en el jardín, además que su madre siempre decía que era más seguro.
Pensó en ella y de repente se sintió mal por algunas de las cosas que le había dicho, pero su madre la obligó a eso y ya no pudo seguir callando, lo había hecho por demasiado tiempo, acumulando tantos reproches, dudas y rencores que cuando explotó lo hizo con una fuerza que ella misma desconocía que poseía. Tomó el libro e intentó ordenarlo de nuevo, algunas hojas estaban rotas en varios pedazos así que le llevaría un tiempo repararlo, su mirada se paseó por las líneas escritas.
"Tomando en cuenta todo eso. ¿Dónde está la niña mimada que es incapaz de vivir por su cuenta? Siendo sincero, no la veo por ningún lado ¿Quieres saber lo que yo veo? Veo a una mujer independiente, valiente, hermosa y decidida".
Sus ojos se llenaron de lágrimas de inmediato y sintió en el pecho un gran dolor, la nostalgia la invadió estremeciendo todos sus cimientos, terminó por derrumbarse sobre el volante y comenzar a llorar con fuerza, mientras imágenes de ella y Albert en Italia le llegaban en oleadas. Todo fue mucho peor cuando en el reproductor dio inicio una canción que no podía más que volver su himno en ese momento.
I've got a right to be wrong I've been held down too long
I've got to break free so I can finally breathe I've got a right to be wrong got to sing my own
song I might be singing out of key
But it sure feels good to me got a right to be wrong
So just leave me alone.
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Tengo derecho a equivocarme, he estado presionado demasiado tiempo
Tengo que liberarme para poder finalmente respirar. Tengo derecho a equivocarme, tengo que cantar el mío.
canción que podría estar cantando fuera de tono
Pero seguro que se siente bien para mí, tengo derecho a estar equivocado
Así que solo déjame en paz.Delfina se llevó las manos al rostro para cubrirlo y ahogar sus sollozos, mientras todo su cuerpo temblaba, sentía que algo en su interior se estaba quebrando, el mundo se le había venido encima en los últimos días y ya no sabía cómo seguir soportando todo eso. La música seguía sonando y la voz de Joss Stone que cantaba Right to be wrong, se confundía con su llanto desgarrador.
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La mirada de Albert se perdía ante la inmensidad del lago Míchigan y los distintos tonos de azules que iban desde el marino hasta un celeste casi trasparente, la suave brisa movía sus cabellos castaños con suavidad y traía hasta él las palabras de Delfina cuando la llevó a Varese resonando en su cabeza, ella le había dicho que se sentía como estar cerca de casa, ahora comprendía por qué.
Había pasado dos días debatiéndose entre lo que debía hacer y lo que deseaba, cuando recibió la llamada de su madre no pudo mantenerla al margen de lo que había sucedido con Delfina y aunque en ese momento había asumido que todo estaba perdido, que lo mejor era regresar a España y olvidarse de todo eso, su hermosa doña Amelia lo hizo desistir.
Se sentía tan dolido que le importaba muy poco si lo demandaban, si debía entregar la mitad de su dinero en compensación por el incumplimiento del contrato, si con eso lograba olvidarse de Delfina, de sus caprichos y sus indecisiones, lo haría con gusto. Él había dado el primer paso, le había dicho que estaba dispuesto a todo, a darle lo que ella le pidiera con tal de una segunda oportunidad. ¿Y qué hizo? Nada, solo sacar excusas para ocultar la gran cobarde que era.
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Ríndete a mi.
RomansaAlbert Baró y Delfina Chaves guardan un gran secreto. Ellos esconden dentro de sus corazones un gran amor que se quedó detenido en el tiempo y en un espacio que durante tres meses los albergó y los llevo a vivir la más hermosa e intensa historia de...